En estos benditos 10 minutos con Jesús en que tratamos de hacer este diálogo, esta reflexión junto con Jesús, para poder hablar con Jesús, el motivo fundamental, la causa final, la finalidad de este rato de oración con Jesús, es justamente hablar con Él, plantearle nuestras dudas, plantearle nuestros problemas.
En el Evangelio del día, que es muy cortito, dice lo siguiente:
Un sábado entró Jesús en la casa de uno de los principales fariseos para comer, pero ellos lo estaban espiando. Delante de él hay un hombre enfermo de hidropesía.
Tomando la palabra dijo a los maestros de la ley fariseo. ¿Es lícito curar los sábados o no? Ellos se quedaron callados. Jesús, luego tocando al enfermo lo curó y la despidió.
Y a ellos les dijo: ¿A quién de vosotros si se le cae al pozo el asno o el buey no lo saca enseguida aunque sea un día sábado? y nadie pudo replicar a esto.
(Lc 14, 1-6).
Reflexión
Es una vieja cuestión ésta que se plantean en el Evangelio, la va a plantear muchas veces Jesús, esto de que si puede hacer milagros o no el sábado, de hecho va a ser uno de los motivos fundamentales por lo que lo acusarán, por lo que lo van a condenar a muerte, porque hacía milagros en sábado, porque muchos de sus milagros los hacía en sábado, como los haría ahora en domingo.
El día del Señor, que es lo lógico, cómo no va a hacer milagros en el día del Señor; a todos nos parecería lógico que los hiciera especialmente en domingo, sería como muy razonable, porque es un día dedicado especialmente:
A Dios y es un día en el cual Dios se manifiesta más especial a sus hijos.
Sin embargo, esta gente era tremendamente obtusa y no quería aceptar que Dios hiciese milagros en el día sábado, que Jesús hiciera milagros en el día sábado, que ayudásemos a los demás el día sábado, porque la ley está por encima de la caridad, para esta gente la ley estaba por encima de la caridad, por eso Jesús tendría que haber obedecido a la ley por encima de la caridad.
Y lo hacen como a propósito, lo han invitado a comer a la casa de un fariseo, que claramente cree que la ley está por encima del bien de los demás, lo que hace Jesús es curarle a un tipo que estaba allí, que quizá lo habían puesto a propósito para probarlo, no sabemos, personalmente lo estaban espiando, lo dice el evangelio, que lo están espiando, estaban viendo a ver que hacía, si cura a un enfermo o no, es como que le pusieron un palito, una trampa.
Jesús no tiene ningún drama en hacer lo que tiene que hacer, no ha venido a ser servido sino a servir.
De la mano con Jesús
Hace poco no lo recordaba en estos evangelios, que Jesús nos muestre el camino que es servir, ayudar, no tiene problema en que lo acusen, no tiene problema en aguantarse las críticas y probará poner en los Evangelios de los domingos pasados, hemos visto cómo lo ponen a prueba con lo del denario, si está bien pagar el tributo al César o no, hay un continuo ponerlo a prueba.
Cuál es el más importante del mandamientos, de los 613 preceptos, porque si erraba en cuál era el más importante ya tenían motivo para acusarlo, así el Señor se veía asediado, por gente que quiere acusarlo y sin embargo no rehúye, en los dos casos explica dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, y el otro nos maravilla con ese doble mandamiento, amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Jesús utiliza esas ocasiones en la que intentan hacerle mal, para hacer el bien.
Y hoy vemos lo mismo, le ponen un enfermo para que pise el palito y lo cura, obviamente, Jesús hace lo que tiene que hacer, nunca duda, nunca se traiciona, nunca, para evitar la discusión, para evitar el lío, para evitar quedar mal, para evitar que lo acusen, le escapa, le huye al tema, le huye al asunto y no cura o nos dice lo que piensa, Jesús siempre dice lo que piensa,
Jesús jamás se va a quedar sin hacer un milagro, por más que sea un día sábado, y que lo han hecho para ponerlo a prueba, justamente, hace lo que tiene que hacer, ha venido a servir y se va a ocupar.
Preguntas para el diálogo
Por eso nosotros le podemos pedir ahora,
Señor que yo también sea una persona que hace lo que tiene que hacer, que no tenga miedo, que no me esconda, de esa posibilidad de quedar mal, que no me esconda, que no arrugue, que no tenga miedo de decir lo que pienso, que no tenga miedo a la verdad, que no tenga miedo de manifestar cuál es realmente mi opinión,
lo que tengo en el corazón, lo que llevo en el corazón, que no tenga miedo de manifestar mi fe, que no tenga miedo de manifestar que soy un testigo tuyo, un amigo tuyo, alguien que cree en vos, porque a veces será puesta a prueba nuestra fe, porque estamos en ambiente hostil, porque a veces nos hemos rodeado, no sé yo pienso personalmente en mis alumnos de la facultad, donde la mayoría no tienen fe.
Y a veces es un poco, me imagino para los que tienen fe, puede ser un poco, no sé un poco vergonzoso admitirlo porque queda como el raro, el nerd, el que no está con la mayoría, hay que tener fortaleza para estar en minoría, para ser minoría; por eso pidámosle a Jesús que nunca tengamos miedo de manifestar la verdad, como la verdad sea, que nunca escondamos lo que pensamos, lo que sentimos, lo que somos, por miedo al qué dirán, por miedo a que puedan quedar mal, Jesús jamás se escondió, jamás dejó de hacer lo que tenían que hacer, aunque le estaban poniendo a prueba justamente.
Otra Enseñanza del Evangelio
Y la otra gran enseñanza que sacamos de esto es, si a veces evitamos hacer el bien a los demás por reparto alguna ley, no se trata obviamente de la ley la cual hablaba Jesús, los preceptos del Antiguo Testamento que habían sido como codificados en esas 613 obligaciones no, sino a veces en la ley de la comunidad, a veces en la ley del egoísmo, a no complicarnos la vida, ayer un amigo me contaba que, había juntado medicamentos por una familia que tiene en obra social y por lo tanto le salen carísimos los medicamentos para la artrosis y medicamentos para la presión, son dos cosas que son muy caras.
Se había dedicado a juntar, a ver a médicos que a pesar de la pandemia y que no hay visitadores médicos se la habían ingeniado para a juntar muestras gratis, incluso había ha llegado a comprar, no, uno de estos remedios que era caro; y me decía que en un momento dudo de volver a hacerlo, bueno dijo ya no lo hago más, es un rollo, es un lío, es incómodo ayudar a los demás, por qué estoy perdiendo un montón de tiempo, tengo que encontrar la caja, tengo que hacer la encomienda, tengo que gastar más plata y efectivamente vivir la caridad es incómodo, a Jesús no le fue cómodo, cura a ese hombre enfermo de hidropesía porque después se lo van a tomar en cuenta para criticarlo.
La caridad
La caridad nunca es cómoda, la caridad siempre exige heroísmo, entrega, ponerlo por encima de nuestros propios gustos, de nuestra comodidad, de nuestro bienestar, de nuestro egoísmo, de nuestra comodidad;
Por eso este chico que me decía que no sabía si volvería a hacer eso, bueno ojalá no te dejes llevar por la ley de la comunidad, que siga la caridad de Jesús, que hagas lo que haría Jesús.
Y Jesús jamás se dejaría llevar por la pereza, por el bienestar, por el egoísmo de no gastar plata por los demás, miren cómo curó en sábado a este hombre, pidámosle:
Jesús, ayúdanos a nunca anteponer nuestra comodidad al prójimo, a nunca anteponer nuestro bienestar, nuestra tranquilidad económica, a ser generosos con nuestro dinero, con nuestro tiempo, con nuestra escucha, con todo lo que nos pida, cualquiera que se cruce en nuestra vida que no haya leyes que impidan ayudar a los demás.
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