Andrés iglesias, quiteño de 38 años, Piloto de avión y Programador de sistemas. Está casado hace 2 años con Ma. Del Pilar con quien tiene su hija “Lupita”.
Andrés viene de una familia donde “volar” es un tema básico de conversación, su padre y sus hermanas gemelas también lo han hecho, les encanta pilotear.
Nacido en una familia católica, donde su mamá, con cariño al Opus Dei, les inculcó vida de piedad por medio de oraciones vocales así como preocupada por su formación decidieron por colegios y clubes a cargo de la Prelatura, donde se terminaron de formar cristianamente.
Cuando Andrés rememora sus primeros pasos en la oración, recuerda con añoranza esos 14 años con aquellas personas de quienes aprendió a estar allí frente al Señor, que tal vez sin entender la magnitud de la oración, sabía que era lo correcto y le generaba la misma felicidad y serenidad que a ellos.
Más temprano que tarde, entendiendo la santificación del estudio-trabajo se plantea la vocación como laico en medio del mundo, en las distintas profesiones y trabajos que se le iban presentando, y así en cualquier campo profesional que iba tomando decisiones lograba ser feliz, porque ya tenía una visión sobrenatural de lo que hacía.
Con Visión Sobrenatural
Andrés también disfruta la naturalidad de hablar de Dios con quienes están a su alrededor de manera que cuando está volando, ante tanta belleza que presentan los paisajes, comenta a sus compañeros de vuelo cómo Dios se muestra en la cotidianidad…meteoros, lluvia de estrellas, volcanes en erupción…
Le resulta más fácil en las alturas conectarse y entrar en contemplación; incluyendo también en su oración a sus amigos a quienes los trata acercándolos a Dios con el cariño de un buen amigo, de un hijo de Dios.
Los tiempos de pandemia, sin vuelos y menos trabajo en general, confinados en familia -confiesa Andrés – que al inicio le movieron el piso, pero luego colocando a Dios en un espacio prioritario, muy temprano en la mañana, la oración le volvió a dar esa visión sobrenatural, todo es para bien, y más aún cuando ya pudo asistir a su Misa diaria.
“Entregarle ese tiempo a Dios siempre tendrá una recompensa”, nos dice Andrés, lo que implicará tener voluntad de dejar otras cosas por Él. Sin ser rígidos, porque la familia demanda también tiempo de calidad.
En resumen, la oración es una lucha de “querer” ya que hay momentos y más momentos; pero “el Señor es muy sencillo y siempre te paga”.
Preguntas para el diálogo
Vivimos en tiempos difíciles, la visión sobrenatural nos hace contemplar los sucesos y las personas con esperanza y responsabilidad.
Como cristiano convencido de la resurrección gloriosa de Cristo crucificado.
1. ¿Estás dispuesto siempre a ser levadura cristiana en medio del mundo al que te entregas, en tu manera de actuar con valentía, serenidad y caridad y ser un verdadero testimonio?
La familia es el lugar donde los padres se convierten en los primeros maestros de la fe, Andrés guarda esos gratos recuerdos de su madre. Cuando el día de mañana tu hijo te pregunte…
2. ¿Estás consciente de que esa responsabilidad es una tarea constante de persona a persona, además del buen ejemplo?
Andrés nos comenta que en su trayectoria profesional se planteaba muchas alternativas muy diversas entre sí, pero con visión sobrenatural sabiendo que Dios nos ama como somos, avanzaba decidiendo: equivocándose y acertando, pero siempre feliz, con la seguridad de que se estaba santificando.
3. ¿Crees que es muy difícil ser santo, cumpliendo tu misión con las cualidades y dones que Dios te ha dado?
Jesús te espera siempre en la oración y en la Eucaristía. Andrés refiere que todo favorece para rezar, los errores, los tiempos de vuelo, los tiempos de pandemia, lo importante es aprender a estar allí con Él.
4. ¿Estás decidido-a a hacer los sacrificios necesarios para encontrarte con Él, respetar sus tiempos y aprender a dejar cosas en la lucha por quererlo mejor a Él y a quienes ha puesto a tu cargo?
Cuando somos amigos de Dios, somos buenos amigos de la gente, dice Andrés.
5. ¿Aprovechas la vida cotidiana en la que te mueves para acercar a la gente a Dios, sobre todo con oración y un amable trato personal?
Propuestas de acción
Como cristianos bautizados estamos capacitados para convertir cada día en una oportunidad para enriquecer nuestra relación con nuestro Padre Dios y tomar conciencia de nuestra vocación personal.
Es en la oración donde vas a sacar luz y fuerza para realizar todo lo que Dios espera de ti.
Si eres dócil al Espíritu Santo, podrás ver en todos los acontecimientos, aunque sean adversos, la mano de Dios.
Así como es bueno aprender un segundo idioma desde pequeño, también es bueno que los niños vean a sus padres rezar e incorporen el lenguaje de la oración vocal a tempranas edades.
No dudes en enseñar a rezar a tus hijos con la misma naturalidad con que les enseñas a comer. Y que el trato con Dios y la Virgen no se limite a los domingos o en la iglesia, sino que salga del latir del corazón en la vida de familia.
No digas que no tienes las cualidades necesarias para ser Santo-a. Dios te ha llamado por tu nombre, pues no has venido al mundo de casualidad, te toca ser instrumento del amor de Dios para los demás, procurando hacer felices a cuantos te rodean.
Los medios existen, simplemente mantén la firme voluntad de evitar todo lo que ofende a Dios. Y si te caes, Él te levanta.
Para Dios eres único e irrepetible, por eso no dejes nunca tu oración personal por muy cansado que estés o por muy mala que te haya parecido la jornada, Dios se complace en tu lucha no en tus resultados.
Dado que la santidad es una conquista personal y un regalo de Dios, pídele todos los días “Señor que quiero ser santo-a”.
Santa Faustina Kowalska dice en su Diario:
“Siento muchas veces, cuando otras personas rezan por mí. Lo siento de repente en mi alma. Pero no siempre sé quién es la persona que intercede por mí” (15-3-1937)
Tú también habrás recibido muchas gracias de personas amigas o desconocidas, cuántos milagros se pueden conseguir por la oración de los demás. Que tu Misa y tu oración sean más generosas, ofrecidas por tus amigos.
Meditar con la Sagrada Escritura
1. “Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios; aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra, porque habéis muerto y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios” (Col 3, 1-3).
Dios es siempre la meta de nuestra vida. Busca, encuentra y ama a Dios en todo lo que haces.
2. “Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a vosotros… Tendréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza: ¡Yo he vencido al mundo!” (Jn 15, 18; 16, 33).
Aunque estemos pasando situaciones dolorosas, confiar en el Señor.
3. Jesús le dijo: «¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!» Al instante, gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él». (Mc 9, 14 – 29)
El Señor siempre quiere sanar. Tengamos mucha vida interior para llevar a los nuestros a la sanación de Dios.
Meditar con el Papa Francisco
- EXHORTACIÓN APOSTÓLICA GAUDETE ET EXSULTATE DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL LLAMADO A LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL
- En este camino, el desarrollo de lo bueno, la maduración espiritual y el crecimiento del amor son el mejor contrapeso ante el mal. Nadie resiste si opta por quedarse en un punto muerto, si se conforma con poco, si deja de soñar con ofrecerle al Señor una entrega más bella. Menos aún si cae en un espíritu de derrota, porque «el que comienza sin confiar perdió de antemano la mitad de la batalla y entierra sus talentos. […] El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con una ternura combativa ante los embates del mal».
- Audiencia Plaza de San Pedro. Miércoles 19 de noviembre, 2014
- Queridos amigos, en la Primera Carta de san Pedro se nos dirige esta exhortación: «Como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, poned al servicio de los demás el carisma que cada uno ha recibido. Si uno habla, que sean sus palabras como palabras de Dios; si uno presta servicio, que lo haga con la fuerza que Dios le concede, para que Dios sea glorificado en todo, por medio de Jesucristo» (4, 10-11). He aquí la invitación a la santidad. Acojámosla con alegría, y apoyémonos unos a otros, porque el camino hacia la santidad no se recorre solos, cada uno por su cuenta, sino que se recorre juntos, en ese único cuerpo que es la Iglesia, amada y santificada por el Señor Jesucristo. Sigamos adelante con valentía en esta senda de la santidad.
Meditar con San Josemaría
1. La Grandeza de la Vida corriente. Amigos de Dios. Punto 10.
…¿Comprendéis por qué un alma deja de saborear la paz y la serenidad cuando se aleja de su fin, cuando se olvida de que Dios la ha creado para la santidad? Esforzaos para no perder nunca este punto de mira sobrenatural, tampoco a la hora de la distracción o del descanso, tan necesarios en la vida de cada uno como el trabajo.
Ya podéis llegar a la cumbre de vuestra tarea profesional, ya podéis alcanzar los triunfos más resonantes, como fruto de esa libérrima iniciativa que ejercéis en las actividades temporales; pero si me abandonáis ese sentido sobrenatural que ha de presidir todo nuestro quehacer humano, habréis errado lamentablemente el camino…
2. “Una costumbre eficaz para lograr presencia de Dios: cada día, la primera audiencia, para Jesucristo”. Surco, 450
3. “Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. —Porque te da esto y lo otro. —Porque te han despreciado. —Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes.Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. —Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta. —Porque hizo a aquel hombre elocuente y a ti te hizo premioso…Dale gracias por todo, porque todo es bueno.” Camino, 268
4. “Ten presencia de Dios y tendrás vida sobrenatural.” Camino, 278
Gracias por estas hermosas reflexiones, me han ayudado mucho en mi camino espiritual. Dios los bendiga
ANDRES es mi sobrino, soy primo de su mamá.
ANDRES es mi sobrino, soy primo de su mamá.
Gracias por estas hermosas reflexiones, me han ayudado mucho en mi camino espiritual. Dios los bendiga