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P. Rafael

6 min

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ENTRAÑAS DE MISERICORDIA

El sentimiento de misericordia de Jesús es de compasión y preocupación por nosotros, nos orienta por el buen camino como Buen Pastor, para llegar a la meta del cielo.

Leyendo el Evangelio de hoy me acordé de Mafalda.  Sí, de esa niña de fuerte personalidad, perspicaz, contestataria, inconformista. Pero no me acordé de ella por esto, sino porque todos sabemos que, siendo una niña muy fuerte, tiene también su punto débil, su talón de Aquiles, su kriptonita: la sopa. Ante el olor de la sopa, a Mafalda se le remueven las entrañas.

San Mateo recoge hoy la labor de Jesús con sus discípulos sanando al que estaba poseído por el demonio mudo.  Dice el evangelista que recorría aquellas tierras:

“Enseñando en las sinagogas, proclamando el Evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia”

(Mt 9,35).

SPLAGNIZOMAI = COMPADECERSE

Y, acto seguido, describe el motivo por el que Jesús se desvive en este no parar atendiendo a tantas almas. Dice el evangelista que:

“… al ver las muchedumbres, se compadecía de ellas” 

(Mt 9, 36).

Y en el texto griego se emplea el verbo splanjnízomai para describir esta compasión que Jesús sentía por las almas.

Este verbo es muy gráfico, porque es verdad que se traduce normalmente con “compadecerse, estar movido por la misericordia, sentir lástima, etc.”, pero originalmente tiene que ver con las entrañas.

Se retuercen las entrañas, pero no por repulsión como a Mafalda ante la sopa, sino todo lo contrario: por amor.

Este verbo splanjnízomai refleja la concepción hebrea de la misericordia. Tiene que ver con el vientre materno, es decir, con la compasión y el afecto de una madre hacia su hijo.

El término equivalente en hebreo (rákjam o rakhamim) se utiliza con total normalidad en el Antiguo Testamento para referirse a Dios.

SENTIMIENTO DE MISERICORDIA

Jesús misericordioso

Por ejemplo, el profeta Isaías se queja ante Dios diciendo:

“La conmoción de tus entrañas y tu compasión (tus misericordias) por mí se han reprimido”

(Is 63,14).

Esto es sumamente interesante porque, como te digo, se emplea un verbo que tiene que ver con el útero (que solo puede tener una mujer, aunque ahora nos quieran vender lo contrario). Y por supuesto que en la mentalidad hebrea no se habla de Dios como una figura femenina, como puede pasar en otras religiones, pero sí se quiere dar fuerza a este sentimiento de misericordia, al compararlo con lo que siente una madre por su hijo.

Perdona si me estoy enrollando, con estas cosas de hebreo y griego, pero si te sirve puedes revisar esta meditación que también está puesta por escrito.

TU DEBILIDAD SOMOS NOSOTROS, JESÚS

 

Me parece bonito todo esto que esconden estas píldoras de etimología. En el Evangelio de hoy, el sentimiento de Jesús hacia esas multitudes es también de esa misericordia que se entiende como el amor de madre.

Dicho en vulgar, a Ti Jesús el corazón se te encogía al ver a tantas almas que vivían necesitándote y no lo sabían. Tú, como Mafalda, tienes un punto débil, un talón de Aquiles, una kriptonita y somos cada uno de nosotros. ¡Qué maravilla lo que esconde un solo versículo del Evangelio!

arrepentimiento
MISERICORDIA ES…

Con estas pinceladas de la noción bíblica de misericordia entendemos mejor lo que hemos considerado tantas veces:

Que la misericordia no está solo en perdonar, en tener paciencia, en hacerse la vista gorda ante el error, sino en ver qué se puede hacer para ayudar al otro a salir de esa situación en la que está. Esa es la verdadera misericordia.

¿Acaso no es eso lo que hace una madre con su hijo? Por supuesto que perdona, que tiene paciencia, pero también pone los medios a su alcance para ayudar.

¿Acaso no es eso lo que hace Dios con nosotros? Dios es amor, Dios nos ama con locura, -somos su kriptonita- pero también pone los medios para ayudarnos a salir de la situación de pecado.

COMO OVEJAS SIN PASTOR

Pero si seguimos leyendo el Evangelio, Mateo explica el por qué de este sentimiento de misericordia: concretamente porque veías, Señor, que esas multitudes

“… estaban como ovejas sin pastor”.

La oveja no ganará nunca un premio Nobel por su inteligencia. La oveja es tonta. Sin su pastor, está desorientada, a merced de su propia suerte. Y una primera interpretación de esta frase: “como ovejas sin pastor” es el dolor porque quienes tenían que guiar a este pueblo en su nombre se han hecho de la vista gorda.

En lugar de conducirlos hacia Dios, los conducían hacia sí mismos.  En otro lugar del Evangelio Tú denuncias Señor, que los fariseos:

«Anhelan los primeros puestos en los banquetes, los primeros asientos en las sinagogas y que les saluden en las plazas y que la gente les llame Rabbí«

(Mt 23, 6-7).

El problema es que por buscarse a sí mismos han descuidado la tarea de advertir al rebaño y ahora están desorientados, «como ovejas sin pastor». Eso es precisamente lo que hace el pecado.

JATTÁ = PECADO

De hecho, el término hebreo más común para referirse al pecado es jattáʼ, que, en su sentido literal significa:

«Errar el blanco, como una flecha que no acierta en la diana, (cfr. Jue 20,16), no alcanzar la meta, echar en falta algo que se busca (cfr, Jb 5,24), hacerse daño a sí mismo (Pr 20,2) o estar desorientado (Pr 19,2)”

¡Como las ovejas sin su pastor!

Nuevamente, ¡qué bonito lo que se esconde tras estas perlas de etimología!:

«Tú, Señor Jesús, lo que te mueve a la compasión desde tus entrañas es el vernos desorientados por causa del pecado, con la preocupación de saber que estamos hechos para llegar al Cielo y contemplar tu rostro cara a cara. Pero corremos el riesgo de que el pecado nos haga fallar la puntería, no llegar a la meta, hacernos daño a nosotros mismos”.

PECADO ES OFENSA A DIOS Y DAÑO A NOSOTROS MISMOS

Que empecemos, es un primer paso importante, por reconocer que el pecado no es solo una ofensa a Dios, sino un terrible daño que podemos hacernos al desorientarnos.

Se dice por ahí que “no hay peor extraviado que quien no sabe que lo está”. Diríamos, con el Evangelio de hoy, que podemos ser nosotros también esa oveja que no se ha dado cuenta de que está lejos de su pastor.

Lo bonito es que Tú Jesús, no te quedas solo en la paciencia, en la pasividad de perdonar setenta veces siete, sino que de inmediato pones los medios para sacarnos de esa situación.

SEMILLA DE MOSTAZA Y 3 AVEMARÍAS

TÚ NOS DAS LOS MEDIOS PARA ORIENTARNOS AL BUEN CAMINO

Es lo que haces cada vez que nos acercamos al sacramento de la reconciliación, cada vez que nos alimentas con el pan del cielo para no desfallecer en el camino.  Lo que estás haciendo en momentos como estos, en los que quieres hablarnos en la oración personal o también en la dirección espiritual. ¡Que no nos acostumbremos a esta misericordia tuya Jesús!

Ojalá saquemos mucho provecho a la consideración de este Evangelio de hoy. Que nos conmueva el ver que Dios se conmueve al vernos y que se pone siempre a nuestro servicio.

San Josemaría abría su corazón cuando escribía Camino y allí nos deja entrever algo de su vida interior cuando dice:

¿Saber que me quieres tanto, Dios mío y… no me he vuelto loco?”

(Camino 425).

EL BUEN PASTOR

Es un amor de Dios hacia nosotros que se muestra con obras. De hecho, cuando san Marcos recoge este mismo episodio de Mateo, él añade que Jesús se puso manos a la obra:

 “se puso a enseñarles muchas cosas”

(Mc 6, 34),

Para sacarlos de la desorientación del pecado, movido precisamente por esta compasión como la de una madre que quiere que su hijo libremente entienda que puede estar mejor.

Recordemos que ante esta misericordia maternal de Dios, el único obstáculo posible es el de nuestra propia libertad cuando nos dejamos llevar por la soberbia.

Por eso, esta misma libertad la queremos emplear desde ahora para obedecer esas sugerencias de Dios -el Buen Pastor- un Dios tan bueno, que su única obsesión es sacarnos de la desorientación del pecado, porque estamos hechos para cosas mejores.

Vamos a pedirle también a la Santísima Virgen.

Aquí en Venezuela hay una advocación que tiene muchísima devoción popular que es la Divina Pastora, pues ya que hoy se muestra el Señor como el pastor con un corazón de madre, cuanto más la Santísima Virgen, la Divina Pastora que nos lleva hacia el Buen Pastor, nos lleva hacia Jesús, nos lleva a donde no corremos peligro, donde podemos ser verdaderamente hijos de Dios.


Citas Utilizadas

Os 8, 4-7. 11-13

Sal 113

Mt 9, 32-38. 23, 6-7

Is 63,14

Mc 6, 34

San Josemaría. Camino 425

Reflexiones

Señor mío, que no me separe de Tí, Buen Pastor, porque Tú me amas y estoy hecho para cosas mejores, estoy hecho para llegar al cielo y contemplarte cara a cara.

 

Predicado por:

P. Rafael

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