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P. Santiago

4 min

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EN LOS AÑOS 1600

En la fiesta de San Pedro Claver, meditemos cómo los hombres podemos cooperar con los planes de Dios no sólo por nuestras acciones y oraciones, sino también por nuestros sufrimientos, participando en los sufrimientos de Cristo.

En los años 1600… tan tan tan, cuando el tirano mandaba las calles de Cartagena pan pan pan, aquella historia vivió, cuando aquí llegaban a esos negreros africanos en cadena besaban mi tierra, esclavitud perpetua tan tan tan tan.

Bueno podría seguir cantando esta canción: ”La Rebelión” de Joe Arroyo, esa canción conmueve las entrañas porque habla precisamente de algo Señor de lo que queremos hablar contigo hoy.

De la esclavitud que hubo en estas tierras colombianas, Cartagena, Colombia.

SAN PEDRO CLAVER

Hoy es la fiesta de San Pedro Claver, ¡Qué santo!.

Nació en España en 1580 el 26 junio. Estudió humanidades y retórica en la Universidad de Barcelona. A los 19 años en 1920 años ingresó a la Compañía de Jesús a los jesuitas.

En 1605 cuando tenía 25 años, San Alonso Rodríguez, que era el portero del colegio de los jesuitas y se ve que era un maestro espiritual; lo animó a ir a evangelizar a los territorios españoles en América.

Y se embarcó finalmente hacia la Nueva Granada en 1610, por eso la canción.

Vino a estudiar teología aquí Bogotá luego a Tunja y finalmente en Cartagena, donde recibió la ordenación sacerdotal el 20 marzo de 1616.

Y ¿Qué pasa en Cartagena en esa época?. En los años 1600, que por ser lugar estratégico en la ruta de las flotas españolas se convirtió en el principal centro del comercio de esclavos en el Nuevo Mundo. Mil esclavos desembarcaban cada mes en Cartagena.

Y ¿Cómo llegaban? Muriéndose, en malas condiciones, víctimas de la brutalidad del trato, de la mala alimentación, del sufrimiento, del miedo y del hacinamiento en esos barcos de la muerte.

Y allí estaba San Pedro Claver, que atendía a cada uno de esos esclavos y los cuidaba con exquisita amabilidad, les hacía ver que él era su defensor y padre, no hablaban el mismo idioma, pero rápidamente se dan cuenta, por sus gestos que tenían un padre.

ESCLAVO DE LOS ESCLAVOS PARA SIEMPRE

Esclavos

¿Cómo se llamaba a sí mismo San Pedro Claver? “esclavo de los esclavos para siempre”.  Y sabía él que el lenguaje de la caridad y la misericordia era comprendido por todos, de hecho la caridad ayuda a comprender la verdad y la verdad reclama gestos de caridad, van juntas siempre, no se pueden separar.

El padre Pedro los instruía y los bautizaba, los reunía y se preocupaba por sus necesidades, los defendía de sus opresores.

Cuenta la tradición que llegó a catequizar y bautizar a más de 300,000 personas, muchos de ellos esclavos.

Enfermo durante la peste que asoló Cartagena en 1650, 70 años de vida.

Y ¿Cómo murió? Ave María, Señor, ahora que estamos haciendo oración y hablando contigo, dan ganas de llorar.

Después de haber confortado la soledad de centenares, de miles de personas, no murió honrado, se olvidaron de él y transcurrió los últimos cuatro años de su vida enfermo en una celda, en un espantoso estado de abandono.

A veces le faltaba incluso la comida, lo más necesario. Ahí en su pobre celda se quedó, pobre, solo y también contento; olvidado de todos.

Y en este punto resuenan las palabras de San Pablo a los colosenses: ”Me alegro de mis sufrimientos por vosotros, así completó en mi carne, lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado su servidor”. 

COOPERAR CON LOS PLANES DE JESÚS

Este santo, San Pedro Claver, cooperó con los planes tuyos Jesús, no solo por sus acciones, sino también por sus sufrimientos, también lo permitiste así Jesús, fue Tu voluntad. Cuatro años de mucho sufrimiento, así participó también tus sufrimientos Jesús.

Y ¿Cómo murió Jesús? igual, solo, desechó, abandonado de todos, herido, humillado.  Por eso también le permitiste Jesús, morir como Tú.

San Pedro Claver en su juventud había dudado si Dios quería de él la misión o más bien una vida escondida de oración.  Y en ese momento, en estos últimos años de vida pues el Señor le permitió que viviera esos años de más  oración, de más soledad, de más recogimiento, eso sí en un estado de abandono,  de hambre, de sufrimiento y de dolor.

La ciudad de Cartagena, ¿Qué le pasó? yo me pregunto, pareció  despertar y acordarse de él solo cuando se difundió la noticia de que el padre Pedro había  recibido los últimos sacramentos, entonces ahí sí todos quisieron ir a visitarlo, tocarlo, atenderlo, pues ya para que…

Las puertas del convento fueron cerradas por prudencia, pero la multitud las arrancó, llegaron oleadas de niños, llegó un cortejo interminable de esclavos del África, que se abrió paso hasta la celda de San Pedro, su benefactor, su ángel para estar allí con él, para tocarlo.

CON UN CIELO MUY GRANDE

Murió en la mañana del 9 septiembre de 1654, en un día como hoy, por eso celebramos hoy su fiesta y así paga el mundo.

Eso sí Señor, tú le pagaste de otra manera, con un cielo muy grande, muy alto.

”Quién quiera ser el primero, que sea el último y el servidor de todos”

(Mc, 9,35)

Señor, ¿Qué hizo San Pedro Claver? esto tal cual.

Fue proclamado Patrón universal de las misiones entre las poblaciones de color.

Señor yo quiero sacar dos consecuencias de este rato de oración: la primera: Si estás solo y enfermo y nadie te quiere pues te pareces a San Pedro Claver y sobre todo te pareces a Jesús.

Señor si hemos de morir así, Bendito sea Dios. Aceptaremos esa voluntad tuya y nos uniremos a Ti.

La segunda consecuencia: si tienes familiares enfermos  no los dejes solos, menos a tus papás.  A los papás nunca, nunca se les puede dejar solos, nunca se les puede abandonar como una carga que ya no se quiere más.

Clama al cielo esa cuestión. Y uno podría pensar, eso no pasa, yo he estado en un ancianato de abuelitos abandonados por sus familiares, una  cosa dolorosísima, tristísima.

Perdón Jesús, perdón.

Honrar a padre y madre

Ahora se entiende por qué lo pusiste en los mandamientos, el cuarto mandamiento: “Honrar a padre y madre”. Nunca abandonar a los papás, jamás, propósito firme.

Bueno se nos acaba el tiempo.

Perdón Señor, Madre mía Inmaculada, Madre de los pobres, de los esclavos, de los moribundos, no los dejes, nunca nos dejes.


Citas Utilizadas

1 Corintios 9, 16-19. 22-27

Salmo 83

Lu 6, 39-42

Mc 9, 35

Reflexiones

Señor, acepto Tu voluntad en todo y ofrezco mis penas y sufrimientos, para estar más cerca de Tí, ayúdame a darme cuenta de las necesidades del prójimo y asistirlos en lo necesario como San Pedro Claver.

Predicado por:

P. Santiago

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