“No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.”
(cfr. Hch 4, 19).
Estas son las palabras que aparecen hoy en la primera lectura en los Hechos de los Apóstoles. Jesús en este ratico de oración, pues, quiero conversar contigo sobre el Papa Francisco.
Ya sé que han pasado algunos días, pero la verdad, no he parado de escuchar historias del Papa. No he parado de ver algunos vídeos del Papa Francisco. Es increíble la cantidad de vídeos hechos con celular, espontáneos, de personas de todo tipo, en la
Plaza de San Pedro, en las visitas Pastorales, en las Jornadas mundiales de la Juventud. ¡Increíble!
Todo el mundo tiene un video con el Papa Francisco. Todo el mundo tiene una foto con el Papa. Es increíble, ¿no? El Papa tocó a mucha gente y se detuvo con muchísima gente, miró, bendijo a mucha gente.
Se registran encuentros personales con niños, con ancianos, con enfermos. Aquí en Colombia tuvo encuentros absolutamente insólitos, ¿no?
Yo recuerdo haber estado en el Parque Simón Bolívar, donde el santo Padre tuvo ese encuentro multitudinario en la visita pastoral en Colombia y puntualmente aquí en Bogotá, con miles de personas.
EL PAPA: MISERICORDIA Y ESPERANZA
Yo estaba encargado de una de una zona y de repente una voluntaria me dijo: Padre, mire, es que aquí hay una señora que dice que se va a aplicar la eutanasia y que se va a morir. Que ella quiere estar lo más cerca posible del Papa, incluso pedir su bendición.
Yo, ¿dónde está? Entonces fui a buscarla, al encuentro de esta señora. Tenía su cara cubierta, apenas se podía mover, caminar. Inmediatamente hice todo lo posible para llevarle a los más adelante, lo más adelante que pude, para que pudiera estar muy cerca del del del santo Padre. Hablé con ella, le animé a recuperar la esperanza.
Me enteré unos días después de que ella se fue a la Nunciatura Apostólica y se apostó allí hasta no saludar al Papa y lo consiguió. Saludó al Papa y pidió su bendición. Un encuentro, por ejemplo, puntual aquí en Colombia, que recuerdo especialmente.
Han salido videos de todo tipo. Parejas recién casadas que le piden al Papa un pequeño consejo y el Papa se los da con mucho cariño, con muy buen humor. A uno de ellos le dijo: -Miren, no se acuesten nunca bravos. Siempre pídanse disculpas antes de acostarse, antes de dormirse. Al otro día, la Guerra Fría es muy peligrosa. Una caricia y ya se acabó…Muy simpático, muy simpático.
Bueno, Señor, pero la pregunta sería, entonces, ¿cuál ha sido o cuál es el legado del Papa para la Iglesia? Yo me he hecho esa pregunta. Cuando alguien deja un legado, él no lo tiene que decir, ¿no? Es uno mismo quien descubre qué legado ha dejado esa persona.
Por eso, pensando qué el legado ha dejado el Papa, pienso que: la misericordia y la esperanza.
Te voy a explicar por qué. Esto, estamos haciendo oración, estamos hablando con Jesús.
LA MISERICORDIA
El Papa Francisco promulgó un Jubileo Extraordinario en el año 2015, recordarán que fue el Jubileo de la Misericordia. En la bula decía lo siguiente:
“(…) ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros.”
(Bula de la Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia).
El Papa nunca paro, nunca dejó de hablar de la misericordia de Dios. De Tú misericordia, Jesús. De hecho, hay un libro -qué se escribió en los primeros años del Pontificado- que se titula así: El Papa de la Misericordia. Hay otro, el Rostro de Dios es misericordia.
Bueno, hay muchas cosas que recordamos donde la misericordia está muy presente en la catequesis escrita del Papa. En las catequesis que dio el Papa de manera escrita, de manera visual, en televisión…
Entonces, primera parte del legado, pienso, Señor, que es la misericordia, porque eso decía el Papa: Misericordia habló de tu misericordia.
ESPERANZA
Bueno, y estamos en otro jubileo que convocó el Papa este año, ya no extraordinario, sino ordinario. Pero le tocó, le tocó a él, le tocó a él…
¿Cuál es el nombre de este jubileo? El Jubileo de la Esperanza. Es así, esto es lo que vamos a recordar del Papa Francisco, por lo menos yo lo voy a recordar siempre: El Papa de la Misericordia, el Papa de la Esperanza.
Decía el Papa en esa Bula:
“(…) El próximo Jubileo, por tanto, será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios… Dejémonos atraer desde ahora por la esperanza y permitamos que a través de nosotros sea contagiosa para cuantos la desean. Que nuestra vida pueda decirles: «Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor» (Sal 27,14). Que la fuerza de esa esperanza pueda colmar nuestro presente en la espera confiada de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, a quien sea la alabanza y la gloria ahora y por los siglos futuros.! Dado en Roma, en San Juan de Letrán, el 9 de mayo, Solemnidad de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, del año 2024, duodécimo de Pontificado.”
(Bula de Convocación del Jubileo Ordinario del año 2025, Francisco).
Será la bula que convocaba el Jubileo Ordinario del Año Santo 2025, Spes non confundit.
Bueno, pues Señor, gracias. Gracias por habernos dado el Papa Francisco. Y cada uno puede recordar muchas cosas. Hay vídeos, por ejemplo, que han salido estos días con las frases más famosas del Papa, con los jóvenes, con los ancianos.
Uno podría quedarse un día, dos días o tres días seguidos viendo cosas súper bonitas del Papa Francisco. De verdad, fue un Papa muy bueno, muy cercano. Muchas personas lo pudimos tocar, saludar, comprobar su mirada, su sonrisa, recibir su bendición.
EL ESPÍRITU SANTO
Pues la misericordia y la esperanza que, Señor, te pedimos en este momento para la Iglesia, para la Iglesia, porque eso quería el Papa: Cómo deseo unos años donde estén impregnados de la misericordia para ir al encuentro de todas las personas y luego llevar a todo el mundo la esperanza, esa esperanza que es de Cristo.
Bueno, Señor, y ¿ahora qué? ¿Qué va a pasar? Pues estamos rezando mucho por el Papa que ha de venir.
Yo he pensado que, en este momento, estamos en la hora del Espíritu Santo siempre que interviene el Espíritu Santo nos deja atónitos. Yo estaba en la Plaza de San Pedro en ese mes de febrero del 2013, cuando se eligió el Papa Francisco.
Todos en la plaza, quedamos atónitos: ¿qué? ¿Qué…? Un argentino. No puede ser. Buona sera, buenas noches. Salió el Papa sin los arreos con los que salía el Papa, normalmente: con zapatos negros, sin la cruz Pectoral, con la Cruz Pectoral que tenía antes…Bueno, increíble. Lo recuerdo, como si fuera hoy, en este momento ver a el Papá allí, en ese balcón.
Pues, que el Espíritu Santo siempre nos deja atónitos y siempre suscita acontecimientos cuya novedad asombra, cambia radicalmente a las personas, a la historia y especialmente a la Iglesia.
REZAR POR EL NUEVO PAPA
Por eso vamos a rezar mucho estos días, a invocar muchas veces al Espíritu Santo. Todo lo que es verdadero, no importa quién lo diga, viene del Espíritu Santo.
Por eso quien ahora va a hablar es el Espíritu Santo, que dará esa luz de sabiduría a los cardenales que van en el Cónclave a elegir al próximo Papa. Nos consuela ver que el Espíritu Santo actúa.
¿Qué es lo que quiere la Iglesia? ¿El l Papa Francisco, qué quería? ¿Todos los papas qué han querido? Bueno, los últimos, hablo por los últimos, pero seguramente ha sido la historia de la Iglesia.
¿Qué es lo que quiere mostrar la Iglesia? Pues, el rostro de Cristo. Revelar plenamente el misterio de Cristo. A eso se va a dedicar el Papa que ha de venir y a eso se dedicó el Papa Francisco.
Vamos a pedir mucho, para que esto lo hagamos todos los cristianos. Que el Espíritu Santo sea el que actúe. Que nosotros seamos instrumentos y vamos a pedirlo, especialmente para el Papa que ha de venir.
Acogemos a Nuestra Madre, Reina de los apóstoles, la Reina del Papa, La Virgen, la Madre y Esposa de la Iglesia, que nos sostenga también con su intercesión.
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