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Chilena, Periodista. Editora del Blog de 10 Min con Jesús Al

4 min

Beato Álvaro del Portillo

Álvaro del Portillo, obispo y primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer como cabeza del Opus Dei. Te invito a meditar sobre el testimonio que Don Álvaro nos dejó con su vida.

¡Ven y Sígueme!

Nos puede parecer al leer las sagradas escrituras que es la historia más bonita jamás contada. Historia de misericordia, de alianzas, traiciones, pecados y resurrección. Pero aunque pueda parecer lejana, no han pasado casi 2000 años desde que el nuevo testamento se escribió, sigue siendo actual pues ahí está tu historia y la mía.

Meditando algunos pasajes me acuerdo de la historia del joven rico. Dotado de unos talentos extraordinarios contaba con un patrimonio material importante y un porte externo envidiable. No solo eso, tenía un corazón de oro ¡quería seguir a Jesús! y le explicó que desde su juventud guardaba todos los mandamientos de Moisés “¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones”, Mt 16,21-22.

Don Alvaro del Portillo

En pleno siglo XX la historia se volvió a repetir. Álvaro del Portillo Diez de Sollano, un joven nacido en medio de una familia aristocrática de Madrid, en la primera mitad del siglo pasado, recibió la invitación del Señor con su “ven y sígueme”. De grandes ojos azules, piadoso y excelente estudiante de Ingeniería conoció a san Josemaría Escrivá de Balaguer el año 1935 en medio de un catecismo en los barrios pobres de Madrid.

Su respuesta afirmativa fue inmediata y generosa. Con 21 años pidió ser admitido como miembro célibe del Opus Dei asistiendo a su primer retiro espiritual. Y en ese camino siguió al Señor con una fidelidad heroica hasta su muerte el 23 de marzo de 1994 a los 80 años.

¡Se puede!

San Juan Pablo 2 y Don Alvaro del Portillo, Roma

Fue fugitivo durante la Guerra Civil Española, huyendo de refugio en refugio hasta que fue arrestado y fue trasladado a la cárcel de San Antón. Y, amigo, una cárcel es una cárcel en cualquier tiempo y lugar. Incluso peor cuando se trata de una guerra civil.

En ese singular lugar dio testimonio con su vida de que Cristo está entre nosotros. Don Álvaro nunca habló de sus carceleros con maledicencia ni victimizándose. En este camino dio pruebas, santificando su propia vida, del único camino que vale la pena: llevar el evangelio a la realidad de cada momento de su vida respondiendo de forma heroica a lo que Dios le pedía en esos difíciles momentos.

Quizás estés pasando por un momento complicado. Y deseas actuar según las enseñanzas de Cristo y no sabes cómo.

Medita estas frases de Don Álvaro del Portillo para poder iluminar tu entendimiento y voluntad según tus circunstancias lo requieran: “Toda la existencia del cristiano ha de convertirse en oración” ¿Podría ser tu oración más atenta y recogida?; “Dios es infinitamente más generoso que nosotros, si le damos 1 nos devuelve 1000”. ¿Le he entregado voluntariamente a Dios aquello que me cuesta y me resta felicidad, comodidad etc.?; “El cristiano ha de tener siempre la alegría de la juventud”. ¿Cómo vivo la virtud de alegría, se nota hasta físicamente?; “No paséis nunca indiferente frente al dolor al ajeno”. ¿Veo a Jesús en los demás y cuando realizo algo por ellos pienso que se lo estoy haciendo al mismo Señor o mis actos son para quedar bien o porque a mí me convienen?

SAXUM

Don Álvaro Del Portillo

Saxum” significa piedra en latín. Con esta palabra lo llamaba san Josemaría desde los primeros tiempos, porque era la roca donde se podía apoyar para sacar adelante el incipiente Opus Dei de los años ‘40.

Prudente, fiel, silencioso, laborioso y mortificado – una anécdota cuenta que ardiendo en fiebre salió a buscar un dinero para pagar a los trabajadores de Villa Tevere el jornal semanal- Obediente, dócil, estudioso, deportista – le gustaba el tenis- Don Álvaro vivió la vida entera entregado al llamado que el Señor le hizo en el Opus Dei en su primera juventud.

Ante el ejemplo de la vida de Don Álvaro del Portillo que hoy meditamos, reflexionemos sobre ¿cómo andamos en fidelidad a la vocación que el Señor te ha dado en el matrimonio o en el celibato? ¿Vives los detalles propios de tu estado en las cosas pequeñas y en las cosas más grandes que Dios te va pidiendo? Porque, “ningún cristiano está llamado a algo mediocre, sino a la perfección de la caridad y qué mayor caridad, amor, que la que debemos tener con el Señor  Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no creado de la misma naturaleza del Padre…” como dice el Credo.

Palabras de Don Álvaro

Don Alvaro del Portillo

Para terminar, te dejo unas palabras de Don Álvaro del Portillo muy oportunas para hacer oración.

“Si sois comprensivos, optimistas y constantes; Si seguís sembrando paz y alegría a vuestro alrededor, estad seguros que acabaréis venciendo las dificultades que se os presenten y alzaréis bien alto a Cristo en todas las actividades humanas” y desde acá agrego: ten humildad y espíritu de entrega y generosidad para cada día comenzar de nuevo y repetir con Don Álvaro “Señor gracias, perdón y ayúdame más”.


Escrito por

Cristina Balart

Chilena, Periodista. Editora del Blog de 10 Min con Jesús Al

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