< Regresar a Blog

Panameña. Periodista. Autora de varios libros. Instagram: teredominguezo www.teredominguez.com

6 min

¿Cómo está tu maquinaria?

¿No creen que el ser humano necesita una renovación constante? ¿Un overhaul completo como se les hace a las maquinarias para que todas sus partes sigan funcionando coordinadamente?

Mi suegro decía cuando tenía alguna dolencia: «La maquinaria 1916 necesita engrase«.

Esa expresión la usamos mucho en la familia a manera de broma cuando tenemos alguna situación de salud. La maquinaria necesita engrase… o, hay que hacerle cambio de bujías, de frenos. En fin, nos reímos mucho de una situación que en ciertos casos puede ser delicada.

El ser humano es como una maquinaria compuesta por diversas partes que necesitan constante mantenimiento. Estas son el cuerpo, la mente y el alma.

Pamela Egas, en su reciente artículo en este blog, Reto 2025: Crecimiento integral, dice que: «Somos seres bio-psico-espirituales, estas tres dimensiones están completamente interrelacionadas, son inseparables y hacen de nosotros algo único; por lo que no podemos dedicarnos exclusivamente a fortalecer tan solo una de ellas«.

Al iniciar el año vale la pena reflexionar sobre el cuidado que le estamos dando a nuestra maquinaria. Por ello quiero contarles cómo cuido la mía sabiendo que esto no es algo a lo que se le ponga un gancho verde y ya está. Es algo que se logra día a día.

crecimiento - cuerpo maquinaria

¿Cómo cuido mi cuerpo?

Para serles sincera, hace unos años estaba más enfocada en mi cuerpo, pero no en cuidarlo de forma integral, sino en hacer ejercicios para lucir delgada y firme.

Crecí en contacto con la naturaleza: nadando, corriendo, montando bicicleta, patinando. Hasta acampé varias veces y dormí viendo el cielo oscuro repleto de estrellas. Esto hizo que siempre fuera delgada.

Me casé con un hombre que creció igual que yo, en contacto con la naturaleza, pero no solo por diversión sino por trabajo familiar. Con esa cercanía a la naturaleza y nuestra actividad física formamos nuestra familia.

En el año 2016 tuve un accidente que me paralizó por un año. Por primera vez mi cuerpo interrumpió su ritmo de actividad. Necesité quién me ayudara a bañar, a vestir, a comer. La recuperación significó terapias por más de un año a las que me dediqué con ímpetu.

En algunos momentos recuerdo que bromeábamos diciendo que mi maquinaria se había estrellado contra un árbol y que iba a necesitar de mucha chapistería y pintura para poder circular nuevamente.

Al terminar la terapia, poco a poco retomé los ejercicios, pero teniendo cuidado en no lastimarme las áreas que habían sido afectadas. Así estuve hasta que, tres años después, sobrevino el cáncer de ovario. Durante la quimioterapia, cada ciclo me dejaba agotada, por lo que procuraba descansar. Suficiente tenía mi cuerpo con la batalla interna que libraba. La quimioterapia afecta a todas las membranas del cuerpo, así que tenía que comer cosas que no me inflamaran.

Gradualmente, con las situaciones que viví, empecé a cuidar mi cuerpo, pensando en mi salud e implementé lo siguiente:

  • Sigo un plan de alimentación guiada por un nutricionista.
  • No consumo azúcar refinada.
  • Dejé los carbohidratos compuestos y los productos lácteos que inflaman el cuerpo.
  • Tomo mucha agua para mantener todas las partes del cuerpo humectadas.
  • Como lo más natural posible.
  • Incorporé los suplementos para prevenir la recurrencia del cáncer y para mantener mis huesos y demás órganos saludables.
  • Cuido incluso los productos que entran en contacto con mi piel.
  • Sigo haciendo ejercicio, pero no solo pensando en la apariencia física, sino en que me ayudarán botar toxinas, prevenir infartos, evitar el desgaste de los huesos, entre otros cuidados.

¿Cómo cuido mi mente?

Durante los momentos en que estuve inactiva, me dediqué a ocupar mi mente en algo que me hiciera feliz. De lo contrario, pensaba, mi mente se fundiría, así como pasa con las cadenas de tiempo que al romperse hacen que la maquinaria deje de funcionar en forma permanente.

Lo que entiendo ahora es que, al no poder ejercitar mi cuerpo, surgió la necesidad de ejercitar mi mente, no pensando propiamente en cuidarla, sino en mantenerla ocupada para no pensar en lo que vivía a nivel físico. De esa forma evité un colapso emocional, la depresión o la ansiedad. Tengo el ejemplo de un primo que, al ser diagnosticado con una enfermedad muy grave, se quitó la vida.

Durante el accidente, como me costaba sostener y pasar las páginas de los libros, leía en el iPad. Hasta ese momento prefería los libros físicos. Además, para recuperar la movilidad de la mano derecha comencé a pintar y dibujar. Me inscribí en cursos de escritura. En eso estaba cuando sobrevino el cáncer. En medio de la inactividad, en los ratos que me sentía bien entre una quimio y la otra, me dediqué a escribir y surgieron algunos de mis libros.

Ahora bien, con el paso de los años he comprendido que escribiendo y leyendo cuido mi mente, ya que la mantengo engrasada. Haciendo esto lograré que la cadena de tiempo de mi maquinaria no colapse.

Le pido a Dios envejecer con mi mente clara, aunque mi cuerpo presente cada vez más fallas, y a mi maquinaria se le comiencen a desinflar las llantas con mayor frecuencia.

tere y su rincon de oración como cuida la maquinari

¿Cómo cuido mi alma?

Si bien durante el accidente busqué a Dios, no pensé en cuidar mi alma. Fue algo instintivo sentir que necesitaba a Dios para confortarme y tuve personas a mi alrededor que me ayudaron en este reencuentro. Fue a raíz del diagnóstico de cáncer que pensé en mi alma: la sentía manchada por cosas que había hecho.

Pensé que iba a morir ya que la tasa de sobrevivencia de ese cáncer es del 15 %. Es un cáncer muy agresivo. Y me decía, Dios, no podré entrar al cielo así.

Fue entonces cuando empecé a ocuparme de mi alma para lograr borrar las manchas que tenía y que tanto daño me hacían.

La lectura ha sido clave en este cuidado: empecé a leer libros de fe, de santos, algo que nunca había pensado hacer. También, escribí sobre mi acercamiento a Dios, las vivencias en ese caminar y la cúspide fue cuando me invitaron a escribir en este blog. Cada vez que me piden escribir un artículo me acerco más a Dios, mi alma se nutre, se cuestiona cómo está.

Ángeles a mi alrededor me invitaron a asistir a medios de formación en la fe. Ahora los ratos de conversación diarios con Dios son parte indispensable en mi vida.

Cada vez me siento más feliz al sentir que cuido de mi alma. Es algo que se va construyendo día a día. Es abrirse al saber que Dios es el camino para lograr ese engrase constante del alma. Han pasado cinco años y estoy sana. Cada día le doy gracias a Dios por este regalo.

En mi primer libro, Te ofrezco mis puertas, comparto las puertas que abrí en el período del cáncer, entre esas, la puerta de la alimentación, la puerta de mi acercamiento a Dios que me llevó a cuidar mi alma y también la puerta del cuidado corporal a raíz del accidente que sufrí.

Cantar: un medio para renovarse

Algo que me gusta mucho es cantar. No soy muy afinada, pero lo disfrutó. Muchos de mis cumpleaños los he celebrado con karaokes. Uno de mis sueños es poder participar de un coro en una iglesia.

Estando en este camino de cuidar mi alma, conocí a algunos cantantes modernos de música católica y empecé a hacer una playlist. Son todas canciones alegres, con letras hermosas que logran que se haga oración mientras se las escucha. Usualmente las pongo mientras conduzco y las canto. Mi maquinaria pasa todo el día en sintonía con Dios y nutro aún más mi alma.

Pablo martinez y Jesús Cabello

Hay dos cantantes que me gustan mucho, Pablo Martínez y Jesús Cabello, y tuve la oportunidad de asistir a un concierto en Panamá el año pasado donde ambos se presentaron.

Ese día cantaron juntos la canción Llama escondida, que es parte del álbum de Jesús: Tu amor primero.

En una de sus estrofas, dice:

Renuévalo todo
como si fuera la primera vez.
Cierra mis oídos
como la noche del amanecer.
Derrama tu gracia que alumbre mis dudas
y devuelva a mis ojos la fe.

¿No creen entonces que el ser humano necesita una renovación constante? ¿Un overhaul completo como se les hace a las maquinarias para que sigan funcionando coordinadamente?

Dios mío, permite que todos podamos seguir renovándonos como seres humanos, como si fuera la primera vez, como si fuéramos un bebé recién nacido que necesita que lo cuiden siempre.

Dios mío, derrama tu gracia sobre nuestras maquinarias para que siempre funcionen coordinadamente.

Que sea uno de los propósitos de este año cuidar por igual nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma.


Escrito por

Tere Domínguez

Panameña. Periodista. Autora de varios libros. Instagram: teredominguezo www.teredominguez.com

¿TE GUSTARÍA RECIBIR NUESTRAS MEDITACIONES?

¡Suscríbete a nuestros canales!

¿QUÉ OPINAS SOBRE EL ARTÍCULO?

Déjanos un comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


COMENTARIOS

  1. Gloria a Dios Tere que ya son 5 años sana! Cada día de vida es un milagro para todos pero sanos es una gran bendición. Nuestro cuerpo es una maravilla, una obra de arte fisiológica, un gran regalo divino, el recipiente de nuestra alma. La mejor manera de agradecer este gran regalo es cuidarlo, tal cual tú has hecho siempre.

  2. No hay duda Tere que eres un ejemplo de vida para mi y sobre todo un milagro viviente. A medida que leo tus escritos me gustan y me hacen reflexionar cada vez más.

  3. Mi querida amiga Tere lindo artículo indicas podemos estar en la situación más difícil pero si tomamos la mano de Dios salimos adelante . 🙏

  4. Myriam Beatriz Lemos Navarro dice:

    Mi querida amiga Tere lindo artículo indicas podemos estar en la situación más difícil pero si tomamos la mano de Dios salimos adelante . 🙏

  5. Maribel Ventura dice:

    No hay duda Tere que eres un ejemplo de vida para mi y sobre todo un milagro viviente. A medida que leo tus escritos me gustan y me hacen reflexionar cada vez más.

  6. Angela Healy dice:

    Gloria a Dios Tere que ya son 5 años sana! Cada día de vida es un milagro para todos pero sanos es una gran bendición. Nuestro cuerpo es una maravilla, una obra de arte fisiológica, un gran regalo divino, el recipiente de nuestra alma. La mejor manera de agradecer este gran regalo es cuidarlo, tal cual tú has hecho siempre.

Regresar al Blog
Únete
¿Quiéres Ayudar?¿Quiéres Ayudar?