PARTE FINAL
En esta parte se ponen las últimas piedras y se dan las palabras de despedida. Acabamos de comulgar y por ende, estamos recogidos en oración. Acabamos con un «gran final».
ANÉCDOTA:
Don Federico nos contará cómo san Felipe Neri logra de manera muy especial, enseñar la importancia de guardar la acción de gracias, a una distinguida y siempre de prisa, baronesa.
REFLEXIÓN
«¡Señor!, le asegurabas, me gusta ser agradecido; quiero serlo siempre con todos. —Pues, mira: no eres una piedra…, ni un alcornoque…, ni un mulo. No perteneces a esos seres, que cumplen su fin aquí abajo. Y esto, porque Dios quiso hacerte hombre o mujer —hijo suyo—…, y te ama «in caritate perpetua» —con amor eterno. —¿Te gusta ser agradecido?: ¿vas a hacer una excepción con el Señor? —Procura que tu hacimiento de gracias, diario, salga impetuoso de tu corazón». (Forja 866)
«El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.»(Jn 6,54-56)
PROPÓSITOS
- Procura buscar una oración que te guste y llévala contigo, ya sea en el móvil (celular) o impresa y léela despacio.
- Aprovecha al final de la misa agradecer, pedir con palabras propias. No tengas miedo, sé muy creativo.
- Quédate guardando un tiempo prudente, ofrece una postura de recogimiento, erguida pero cómoda, que represente un esfuerzo extra que puedas ofrecer.
- No permitas que tu mente se aleje de este privilegiado lugar. Y, si se va… no importa, hazla pronto regresar.
- Aprovecha a tener una plática amena con Dios. Ríe y «hazle reír». ¡No hay mayor placer que reír con quien se ama!
Buenos días, grandioso aporte, donde puedo encontrar las 11 clases anteriores? saludos
La publicaremos en breve
Buenos días, grandioso aporte, donde puedo encontrar las 11 clases anteriores? saludos
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