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María es nuestra Madre

Ichtus

Inés es una influencer española que sigo hace muchísimo, que comparte fotos, videos y reflexiones sobre ser mamá de 6 niños, y haber perdido 2 embarazos.

Su último embarazo fue hace poco tiempo, y generó algunos problemas. Sin embargo, ya el bebé nació, se llama Tomás, y hasta donde sabemos por sus redes y las de su esposo Riqui, está muy bien y muy sano. De hecho, fue bautizado el 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima.

Es una familia muy linda y realmente se nota la dedicación de los padres. Ella es Directora Creativa de una agencia de publicidad (trabajo donde no sobra mucho el tiempo).

Durante las primeras semanas de embarazo, tuvo una hemorragia interna, donde ella la pasó muy mal y se puso en riesgo el embarazo. Muchas visitas al médico y varias semanas de reposo total (donde Inés no se levantó de la cama casi ningún día).

Ella hizo una publicación, que luego de leerla, para mí ha sido extraordinariamente transformadora en la forma de ver la maternidad y la relación entre una madre con sus hijos.

La dejo en este link, porque no tiene desperdicio.

Click me!

Creo que vale totalmente la pena citar algunos fragmentos en este artículo:

“Tengo dos hematomas grandes. He de hacer reposo…

La enfermera que me atiende, tiene cara de preocupación. Me tranquiliza y es muy cariñosa. Cuando me pregunta si es mi primer embarazo yo le respondo “no, es el octavo embarazo, pero será el sexto hijo (nacidos)”. Su gesto cambia, sus hombros se relajan, me acaricia el hombro y me dice con voz calmada “bueeeenoooo… La miro y le vuelvo a preguntar por mi hijo, que solo quiero saber si está bien. Necesito defender y proteger su vida más que la mía. No puedo con la angustia, el corazón se me sale por la boca, me duele el alma.

YO NO TENGO NÚMEROS DE HIJOS. TENGO HIJOS ÚNICOS. Y cada uno de ellos, aunque mida 1, 5 o 45cm, es una vida nueva, única e irrepetible. Y yo tengo el privilegio, la responsabilidad y el honor de tenerlo dentro de mí 9 meses para ayudarle a empezar su vida en este mundo, independientemente de mi misma”

Inés para mí, con lo poco que conozco de ella (es decir, lo que muestra en Instagram) y su vocación, es una madre ejemplar. Y me parecía que ella mostraba de una forma muy linda la idea central de este artículo.

María

María es nuestra Madre. Y es una realidad muy esencial para todos los cristianos. Esto no es un invento mío, sino que fue Cristo quien lo dijo mientras moría en la Cruz:

  1. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. (Jn 19, 25-27).

Le pregunté al Chat GPT cuántas personas aproximadamente han vivido en la historia de la humanidad y esta fue su respuesta: Se estima que desde el comienzo de la humanidad hace unos 200,000 años, hasta el año 2021, han vivido alrededor de 108 mil millones de personas. Es importante tener en cuenta que esta cifra es una estimación y no se puede conocer con precisión absoluta.

Entendiendo esto, quiero dejar muy clara la siguiente idea: María no es la Madre de un grupo de 108 mil millones de seres humanos, ella tiene 108 mil millones de hijos únicos.

Y esto quiero que te lo creas en serio: Tu vida, tu alma, tu corazón y tu ser es tan, pero tan importante para María, como si fueras su único hijo/a.

Este creo que es uno de los regalos más grandes que Dios nos dejó con su muerte en la Cruz, pero sólo existe gracias a María que dijo que sí. Su Maternidad con nosotros se crea a través de su sí: Su sí con el Ángel Gabriel, luego su sí en el templo cuando el niño se pierde, y todos los sí que dió en su vida, hasta su Asunción al cielo.

Madre en el cielo

Gracias a su obediencia amorosa, hoy todos tenemos una Madre en el cielo que nos mira y nos cuida, se preocupa por nosotros y nos ayuda en todo lo que necesitamos. Ella fue elegida por Dios para ocupar ese rol, y lo hace con un amor y una perfección extraordinaria.

Ella siempre correspondió al plan divino del Señor, desde que se le fue anunciada su misión hasta su Asunción. Y eso en realidad responde a su amor por Dios. María fue elegida por su pureza de corazón, y por el amor que le tenía a Dios.

Una vez leí una frase que lamentablemente no recuerdo textualmente, pero hacía referencia a algo parecido a: María fue capaz de engendrar a Jesús en su vientre porque antes había engendrado a Jesús en su corazón.

María tenía una confianza en el Señor, muy difícil de explicar con palabras. Pero su plenitud como Madre salvadora viene dada por esta confianza y obediencia. Entendiendo esto, ¿Por qué no imitamos a María en su correspondencia con el plan divino?

Confianza de tener una Madre

El que le confía a Dios su vida entera, suele vivir mucho más feliz, lleno y en paz. Suelo decir que hacer lo que Dios nos pide es lo más fácil y lo más difícil del mundo.

Lo más fácil porque no hay nada ni nadie que sepa mejor que Dios lo que es mejor para nosotros. Al ser Él quién creó nuestro corazón, nadie conoce mejor nuestros anhelos y nuestros deseos. Y lo más difícil, porque a veces es difícil conocer y discernir lo que realmente Dios nos pide en cada momento.

Y para poder seguir al Señor de este modo, es necesario primero querer serlo. Que ante la pregunta “¿amas a Dios sobre todas las cosas?”, la respuesta sea un rotundo y definitivo sí.

Y lo segundo que necesitamos es, ser capaces de engendrarlo en nuestro corazón, así como hizo María. Amarlo al extremo, ser capaces de dejarnos la piel por Él, renunciar completamente al pecado y prometernos a nosotros mismos que de verdad queremos ser Santos.

Esto va a traer consigo lucha, comenzar y recomenzar, dirección espiritual y largos ratos de oración. Pero la consecuencia va a ser un gozo y una gran felicidad. Leí en un libro una frase que dice: “Los Santos son los hombres más felices de la tierra”.

Misión del Cristiano

Ser cristiano y seguir a Dios es estar llamado a una vida llena de amor. Así lo vivió María, y no hay nada que Ella disfrute más que amarnos a nosotros, y amarnos al extremo. Estoy convencido de que Ella también sería capaz de morir por nosotros, como lo hizo su hijo. Aunque, no sé si para una madre, es más doloroso morir en una cruz, o ver a su hijo morir en una cruz. Sea una o la otra, María ha demostrado estar dispuesta a hacerla por nosotros.

Y recordemos siempre que, somos su hijo único. Nos ama como a un hijo único. Tengámoslo siempre presente en nuestras alegrías y tristezas, nuestros logros y nuestras luchas, porque “A Jesús se va y se vuelve por María”. ¡Confiemos en nuestra madre!

 

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