Hoy celebramos el “Bautismo del Señor” y con esta fiesta se acaba el tiempo de Navidad. La liturgia nos propone ese pasaje de san Lucas, donde se ve como el pueblo pensaba que san Juan Bautista era el Mesías, y él tenía que decir que no lo era.
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Y dice el texto:
««Yo los bautizo con agua; pero viene uno que es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias. Él los bautizará en Espíritu Santo y en el fuego. »»
(Lc 3, 16)
Y sigue el texto, dice:
««Cuando todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús y mientras estaba orando, se abrió el cielo, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal como una paloma; y se oyó entonces una voz del cielo: «Tú eres mi hijo; muy querido en quien tengo puesta toda mi predilección.»»
(Lc 3, 21-22)
“¡Se abrió el Cielo!”, Cristo deja conocerse a través de una presentación sobrenatural, de una “teofanía”, se presenta Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, que dan testimonio del mismo Cristo.
¡Cristo se revela!, y debemos dejarnos iluminar con Él. Cristo se hace bautizar; descendamos al mismo tiempo que Él, para ascender con Él.
JESUCRISTO ES EL ÚNICO
Juan está bautizando y Cristo se acerca, tal vez, para santificar al mismo tiempo a aquel quién va a ser bautizado y, sin duda, para sepultar en las aguas a todo el viejo Adán.
Estas palabras de san Gregorio Nacianceno, del 360, eran muy cercanas a Cristo, nos hacen dar cuenta de la fuerza que tenía ya desde los primeros años, la conciencia de las herramientas que usa el Señor para cumplir su misión.
Jesucristo es el único, es del centro, es la raíz, pero utiliza herramientas, en este caso usa a san Juan Bautista, que la gente pensaba que era el Mesías.
Después, en este momento ya empieza a cambiar la tendencia y Jesús empieza a mostrar su poder, y la gente poco a poco se da cuenta que san Juan fue el que le prepara el camino a Jesús, que solo había hablado de esa necesidad de la conversión, pero que el que realmente lleva todo, es Cristo.
INSTRUMENTOS DE CRISTO
A lo largo de la historia, Cristo siempre ha utilizado como instrumentos a personas que son sus apóstoles, sus misioneros, gente que llevan este mensaje con claridad, pero que todos reconducen a Él.
Creo que todos estamos de acuerdo, -de los que escuchamos este audio-, que la Virgen María, en este ámbito, ocupa un lugar súper importante, porque la Virgen también nos lleva siempre a Cristo.
-De hecho-, una de las pocas palabras que guarda el Evangelio de la Virgen María es:
«Haced lo que Él os diga.»
(Jn 2,5)
Refiriéndose a los servidores, que sigan lo que Cristo dice y que hemos reflexionado en estos minutos, “hablando contigo, Señor”.
Hoy se cumplen 120 años del nacimiento de otro instrumento fabuloso, que has querido utilizar aquí en la tierra, Jesús, y del cual te queremos dar gracias.
120 AÑOS DE SAN JOSEMARÍA
“Igual que te damos gracias por nuestra madre la Virgen, igual te damos gracias por san Juan Bautista, por todos los apóstoles, por todos esos misioneros que a lo largo del tiempo han servido como un altavoz o como instrumentos para que Tú llegues a muchos más corazones.”
Estamos hablando de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que justamente hoy se celebran los 120 años de su nacimiento. Y estamos especialmente agradecidos con nuestro Señor Jesucristo, porque ha escogido un instrumento bastante válido.
San Josemaría ha abierto en la Iglesia un camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano. Esta es la situación en que se encuentra la inmensa mayoría de los cristianos. San Josemaría insistía en que hemos de dar a conocer a todas las almas el amor de Dios y decirles que se han abierto los caminos divinos de la tierra.
(Es Cristo que pasa, 21).
OPUS DEI
Y a mí me conmueve cada vez que lo leo. “¡Se han abierto todos los caminos divinos de la tierra!”
En mi vida personal san Josemaría ha sido fundamental, yo sigo su espiritualidad desde pequeño, y para mí ha sido siempre como un ejemplo y un padre.
-De hecho-, en el Opus Dei le llamamos así: “nuestro padre”, porque nos lleva a Jesús y nos hace limpio ese camino, nos lo ha facilitado.
La fe está llena de claroscuros, de cosas que a veces no se entienden tan bien, de que algunas veces aparecen como súper claras y otras veces se oscurecen un poco.
Hablo con una chica a la que aprecio mucho y que ahora está pasando por una de estas crisis de fe y -yo estoy rezando mucho por ella-, pero también sé que esto es algo normal, porque hay momentos en los que uno tiene esa claridad y otros en los que no se tiene mucha claridad.
Por eso, para mí, en mi caso concreto, san Josemaría ha sido alguien que me ayudado en tener esa claridad, en tener esa confianza, en seguir dando pasos, aunque a veces “no sienta”, aunque a veces “no vea”, aunque a veces “no lo toque directamente …».
ME SIENTO COMO EN MI CASA
Pero él me da confianza y me da confianza por los libros que ha escrito, por la forma de comportarse, por el cuidado con que nos ha enseñado a cuidar la Eucaristía, por la forma de rezar, la forma de dirigirnos a nuestra madre la Virgen, es una cantidad de cosas que a mí personalmente me dan paz, tranquilidad, me siento como en mi casa, es mi espíritu.
Cada uno tiene que ir buscando su propio espíritu, pero hoy es un excelente día para agradecer, especialmente los que seguimos esta espiritualidad concreta del Opus Dei, porque Dios ha estado grande con nosotros, porque nos ha dado un ejemplo increíble.
Te quiero poner un audio brevísimo, de una explicación de san Josemaría, de qué hay que hacer cuando uno no tiene tantas ganas de hacer las cosas, que a mí me sirve de vez en cuando, para seguir adelante:
“Y yo, ganas tengo muy pocas veces, ¡Hay que hacer las cosas cuando no se tienen ganas! Entonces, como están fundamentadas en el sacrificio, en la contradicción, son mucho más fecundas, valen mucho más delante de Dios, brillan como los luceros de la noche.”
(Audio de san Josemaría Escrivá de Balaguer)
QUE LA VOLUNTAD QUIERA
Y, aunque esto parezca un poco voluntarista o sea que simplemente se hacen las cosas porque “se tienen que hacer”, en realidad tiene una dimensión de “el amor real”, que la inteligencia hace que la voluntad quiera.
Hacer las cosas, aunque no tengo ganas; hacer las cosas, aunque no me resultan tan atractivas, es una manifestación de que uno hace las cosas porque quiere amar. Y cuando uno quiere amar tiene que escoger, tiene que aprender a ser libre en eso que escoge. ¡Escojo, porque me da la gana!
Y por eso, san Josemaría decía, que es la razón más sobrenatural para hacer las cosas: ¡Porque me da la gana!
¡Amamos a Dios porque nos da la gana! Y hacemos eso, no porque nos ven o porque ya nos hemos comprometido antes o porque así voy a ganar puntos de alguna forma… ¡No! Lo hago porque así manifiesto mi amor a Dios.
Aunque a veces no sienta esto, aunque a veces me resulte un poco difícil, aunque a veces no haga más que luchar a brazo partido…
LA SANTIDAD
Decía Álvaro del Portillo, -qué tal vez es la persona que más conoció a san Josemaría-:
La vida santa de San Josemaría “sólo puede explicarse y entenderse en el ámbito de un designio divino que, al atravesar toda su existencia, le configura como instrumento de Dios, escogido precisamente para recordar a la Humanidad lo que, en su misma alma, Dios fue grabando de modo inequívoco.”
(Álvaro del Portillo, Una vida para Dios: Reflexiones en torno a la figura de Josemaría Escrivá de Balaguer, Rialp, 1992, p. 19).
La santidad personal, esa santidad que tú y yo tenemos que buscar en el día a día y que, gracias a este instrumento de Dios, que es san Josemaría podemos también disfrutar a través de estos audios.
DEMOS GRACIAS A SAN JOSEMARÍA
Porque, en definitiva, todos los sacerdotes que hacemos parte de esta iniciativa somos del Opus Dei y nos hemos beneficiado de este espíritu, que nos lleva a buscar ser mejores apóstoles, a buscar la santidad en medio del mundo, a través de las obligaciones ordinarias del día a día.
Y por eso nos esforzamos por hacer bien estos audios y la calidad técnica y todos los detalles… porque es una manifestación de vivir el espíritu que hemos aprendido.
Damos hoy gracias de san Josemaría por tantas cosas y, le damos gracias sobre todo a Dios, por darnos este instrumento fabuloso, que igual que san Juan Bautista, lo que hace es amplificar la voz de Cristo en nuestras vidas.