UN VIDEO: SEAMOS AMIGOS
En Internet hay vídeos buenos y extraordinarios. El otro día vi un video de esos que te cambian el día, de esos que te hacen el día; y la verdad, te lo quiero contar.
Es un video en el que los protagonistas son niños. Es un grupo de niños, e individualmente cada niño está solo y entra a una cafetería o a un lugar público y ubican a una persona que está sola… y empiezan con ellos un diálogo.
Entonces un pelao joven, que está con su gorra le llega un niño y le dice: —Oye, ¿por qué tienes gorra? Y la respuesta del joven es: —Oye, ¿estás aquí con tus padres?. Si, por ahí está mi madre.
Y otra que se acerca, una señora morenita, y le dice: —Oye, me parece que eres un poco tímida o algo así… Hay otra que está tomando el té y un niño le dice: —¿No es un poco aburrido tomar té o café tú sola?
Bueno, otra que directamente le dice: —Oye, ¿necesitas alguien con quien hablar?, ¿cuánto dinero tienes? Y le responde: —Bueno, la verdad, tengo una pensión de 600 £ al mes.
Hay una pequeñita que le dice un señor mayor: —¿Por qué tu cabello es blanco como los árboles en otoño?, ¿qué mascota te gustaría tener? Y un niño dice: —Pues yo tendría un perro, pero con casa y con piscina. —¿Tienes Netflix? No, no, no, solamente tengo una radio, porque claro, algunas son personas mayores.
Hay otra que ya coge confianza y como que está hablando con una niña y le dice: —Oye, vamos a ver, repite conmigo: —Tres tristes tigres comieron trigo durante tres días… (eso lo hace en inglés, porque en el video el acento es muy británico. Yo creo que eso es en Inglaterra, en Gran Bretaña).
SEAMOS NOSOTROS
Entonces así se va desarrollando el video. Hay otros que le dicen: —¿Dónde están tus amigos? Ahora la gran mayoría de mis amigos están en el extranjero. Yo nací en Jamaica, así que muchos de mis amigos están allí.
Claro, quizás estaban en Londres, porque uno, el pelao que tiene gorra, dice: —Soy nuevo en Londres.
El señor que tiene el pelo blanco le dice: —Yo tenía centenares y miles de amigos, pero en la actualidad solo tengo amigos en Facebook.
A medida que se va desarrollando el video, los niños se preguntan por qué todo el mundo no puede ser amigo. Y la de Jamaica le dice: —Eso es una buena pregunta. No es tan fácil eso, la verdad yo no puedo acercarme a nadie y pedirle que juegue conmigo. Eso sería muy raro.
Y otra pequeñita dice: —Yo pienso que todo el mundo debería hablar con todo el mundo.
En algún momento en el video, empiezan a ver gestos de abrazos. Se chocan el puño. Una señora que le dice “gracias, has hecho mi día”. Otra niña que dice “Hacer amigos es más fácil que comer chocolate”, ¡súper simpática!
Yo pienso que toda la gente del mundo debería tener una gran fiesta para convertirse en amigos.
Y el video termina con una campaña, con un hashtag, que dice: “Seamos más abiertos, estemos más juntos, seamos más nosotros”. Y lo repito varias veces: “seamos más nosotros”.
AMAR AL PRÓJIMO
Pues Jesús, ¿cuál es el tema de esta meditación? La amistad puede ser sermón, nosotros también, puede ser, buscar más maneras de ser más nosotros.
La verdad, Señor, he estado preparando esta meditación desde hace unos días. Y claro, digamos que lo fácil en esta meditación era irse por el lado de amar a los enemigos, porque hoy en el Evangelio, Jesús nos dice que tenemos que amarlos.
Y la verdad, tenía incluso ya una historia, una anécdota para comentar esto de amar a los enemigos.
«Has oído que se dijo: —Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: —Amad a vuestros enemigos».
Bueno, Señor, ese es el Evangelio de hoy.
Pero fíjate que más adelante, en ese mismo pasaje del Evangelio, Jesús dice:
«Si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos?
Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles?
Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto».
Señor, me hace gracia porque claro, ya por saludar a los demás, a los desconocidos, vamos a ser perfectos. Bueno, quizá no. Pero nos acercaremos un poquito a esa perfección.
El que se la pasa por ahí saludando a todo el mundo, es una persona especial y seguramente terminará con miles de amigos, con centenares y miles de amigos.
Pero el corazón, Señor, el corazón, ¿sabes qué pasa? El corazón algunas veces espera algo a cambio. Es un corazón que siempre espera algo a cambio de las personas.
CREAR LAZOS
Y por eso el corazón no se atreve a ser libre, a amar de verdad, a arriesgarse a tener amigos, por ejemplo, a conversar por ahí en la calle, en las cafeterías, con las personas con las que uno se cruza…
Qué bueno, Jesús, poder amar de espíritu, no con el corazón calculador, sino con el Espíritu que tú nos has dado. Amar sin esperar nada de nadie, porque todo lo recibimos de Ti, Señor.
Y por eso también, cuando damos lo que damos es tu amistad, es tu amor, crear lazos.
Me acordé también de una cita de “El Principito”, ese libro tan sencillo y tan sabio.
“–¿Qué significa domesticar?
–No eres de aquí –dijo el zorro al principito–. ¿Qué buscas?
–Busco amigos –dijo el principito–. ¿Qué significa “domesticar”?
–Es una cosa demasiada olvidada –dijo el zorro–. Significa “crear lazos”.
–¿Crear lazos?
–Sí –dijo el zorro–. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domésticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo”.
Este diálogo, una conversación simpática explica el crear lazos. Y domesticar, ¿qué es? Es crear lazos, eso es domesticar.
Pues, Señor, que yo quiera crear muchos lazos. Que yo quiera ser más yo. Ser más nosotros. Que seamos más abiertos. Estemos más juntos. Que tengamos más amigos y seamos más libres.
AMISTAD Y FELICIDAD
La semana pasada fueron los grados de bachilleres de las alumnas del colegio, y la verdad, no había estado en una ceremonia de grados en los últimos años porque siempre salía de la ciudad para atender alguna actividad de carácter social, algún campamento. Pero esta vez pude estar. Y la verdad fue una experiencia bonita.
Hace mucho no estaba en una ceremonia de grados y recuerdo que un papá de la promoción de una de las niñas, dio el discurso de grado, y mencionó muchas ideas; citó a muchas personas.
El discurso estuvo bien pero un poco cargado de ideas. A mí me cautivó una. De hecho, durante el discurso dije tengo que buscar esta cita ya, porque esto sí que me ha cambiado el día.
Era una cita de la Madre Teresa de Calcuta que dice así:
“Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse, se sienta un poco mejor y más feliz”.
La voy a volver a leer… Valdría la pena que tú pararas el audio y la meditarás, y la pusieras en el corazón, en la cabeza, en la mente y en el alma.
“Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz”.
Que seamos nosotros más abiertos, y que tengamos más amigos. Tengamos cada día una capacidad para amar más, para amar como Tú, Jesús. Y así seremos felices y haremos felices a muchos.