Hemos llegado al último día de este año litúrgico, mañana comienza el nuevo año con el primer domingo de Adviento y nos prepararemos para tu venida Señor, para la Navidad.
Y qué nos dice el Evangelio este último día cuando se acaba el año litúrgico.
Es un llamado más a la vigilancia y digo uno más, porque tantas veces Señor y de modo especial, en estos últimos días, nos lo presentaba la liturgia, Vos nos pones delante ese momento en que nos presentaremos delante Tuyo para rendir cuentas, para mostrarte lo que hemos hecho con nuestros talentos o con las 100 monedas de plata, que aparecía en el Evangelio que recibieron unos servidores.
Algunos las hicieron multiplicarse porque invirtieron bien o aquellos otros que tenían los talentos. En la fiesta de Cristo Rey, el pasado domingo, que se presenta ese rey y pone a todos delante, los separa según sus obras.
LLAMADOS A LA VIGILANCIA
Todos llamados a la vigilancia y ¿Por qué el Señor nos repite tantas veces lo mismo? será porque nos es fácil distraernos, que nos pase lo que hoy nos advertís en el Evangelio de la misa:
“que no se emboten los corazones de ustedes con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida”.
Y entonces se les echa encima el día que será como un lazo que cae sobre los habitantes de la tierra.
Que no se nos embote el corazón Señor, que no quede como embotado, quiere decir, como poco atento, que está poco lucido, que no consigue discernir bien y eso ¿Por qué? por la juerga.
Podemos pensar en que nos puede hacer embotar el corazón.
PINOCHO
A mí está esta advertencia tuya Señor me recuerda a aquellos cuentos de Pinocho, por ejemplo, que tenía que ir a al colegio, tenía algo concreto que hacer y en el camino, en varios de los pasajes que cuenta el escritor, se distrae, o se entretiene con malas compañías, o en vez de gastar la plata para los útiles del colegio, la usa para ir a ver un espectáculo.
Y todo se va a complicando porque no va derecho a lo que tenía que hacer.
Y puede ser a veces por la juerga que estemos demasiado preocupados por lo social, actividades sociales o como quedamos, por encima de para qué estamos, qué es lo importante.
La borrachera decis Vos también Jesús, que podría ser estar muy pendientes de la satisfacción de gustos o la evasión, a veces hay gente que se emborracha porque quiere evadir, le cansa su realidad, le pesa mucho.
Podría no ser con el alcohol, sino con internet, con series que uno se evade, se quiere olvidar de todo, entonces se dedica a darse gustos y así también puede embotarse el corazón.
ESTAR PARA LOS DEMÁS
Por último mencionas Vos Señor, las inquietudes de la vida, que seguro que no te sorprende Señor que tengamos inquietudes, que sean cosas que nos estresen un poco; tantas preocupaciones, cosas por las que tenemos que velar, cosas del futuro quizá, que no tenemos resueltas.
Y sin embargo, Vos nos decís que eso también puede ser motivo de que el corazón se embote, que no esté atento, conectado con lo que tiene que estar incluso por cosas buenas, si andamos demasiado pendientes de responsabilidades y nadie puede contar conmigo, no me puedo detener ante nadie, no tengo tiempo, tengo tantas cosas.
Puede ser que a mi lado hay alguien que en ese momento me necesita, pero voy a las corridas, ni siquiera me doy cuenta, las inquietudes de la vida, mucho menos tengo tiempo quizá para Dios, porque estoy tan ocupado.
Nos pueden pasar estas cosas Señor, que me desvío, que se me embota el corazón, que no conecto con mi verdadero fin y a Vos Señor en cambio, te veo en el Evangelio, que nada te desvía de tu misión.
Ni la gente, ni siquiera las necesidades, porque te vemos dedicado a cumplir la voluntad del Padre y cuando Tú tenés que ir a otro pueblo, te vas y a veces pasas hambre y te limitas a hacer la voluntad del Padre.
Incluso ante lo que cuesta cuando Pedro quiere disuadirte de la Cruz, le dices:
“Apártate de mí Satanás”.
SAN JOSEMARÍA, EJEMPLO DE OBEDIENCIA
Me acordé también de San Josemaría, de ejemplos en su vida en que no se dejaba distraer de su misión, una época que la pasó mal porque estaba en Madrid.
Como no estaba incardinado en esa diócesis, era difícil, tenía que tener algún cargo que justificara su presencia allí y a él le interesaba estar en Madrid porque pensaba que era el lugar donde podía desarrollar su misión, ya conocía se gente y cumplir lo que Dios le pedía, que era hacer el Opus Dei y le consiguió su madre algún cargo que le traía ciertas ventajas, pero él dijo y esto resuelve mi situación, o es solo algún título, de fondo algo que lo iba a distraer y no lo aceptó.
Otra vez en una situación poco más dura en que lo criticaban, había como una campaña difamatoria en su contra y él se fue al Sagrario: “Señor si Tú no quieres mi honra, yo para que la quiero”.
Esa conciencia de bueno al final qué es lo que importa, no dejaba que se le embote el corazón.
ESTAR DESPIERTOS, ATENTOS
¿Qué nos decís Jesús a cambio de ese desviarse? decís estén despiertos todo el tiempo, manténganse en pie ante el Hijo del Hombre.
Pienso una manera de estar despiertos y mantenernos en pie delante Tuyo Señor, es este diálogo que tenemos con Vos, es estar como consciente, no renunciar a estar conscientes de qué es lo que busco, qué es lo que yo quiero en el fondo, no renunciar a estar conscientes de las consecuencias de mis actos, por ejemplo, a veces uno dice ay no me di cuenta, uy no lo había pensado y bueno nos puede suceder, pero que nuestra voluntad sí darnos cuenta, estar lúcidos, ponderar las situaciones con Vos Señor, estar de pie delante Tuyo.
A veces tenemos por ahí la tentación de mirar a otro lado, bueno esto mejor ni me complico, pienso lo hago, no sé si está bien, si está mal, estar vigilantes, sabiendo que la verdad nos hace libres.
Que podemos ser fieles en todas las situaciones.
Vamos a pedirle a Nuestra Madre, ella que no no se distrajo, es lo que valía la pena a lo largo de su vida, todo la ayudaba a acercarse más a Dios, a servir a los demás y eso no hizo de su vida algo tirante, agobiante, amargo, no, de daba mucha paz, tenía mucha unidad de vida.
Ayúdanos también a nosotros, Madre Nuestra a permanecer así, de pie despiertos, siempre en conexión con tu Hijo.