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P. Ricardo

5 min

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CRISTIANISMO LIGHT

La solemnidad de todos los santos nos recuerda que estamos llamados a la santidad, pasando por la cruz de Cristo y dejando que la misericordia de Dios actúe en nosotros.

Hoy es un día de mucha alegría en la iglesia y por tanto para todos nosotros, porque celebramos la solemnidad de todos los santos.

Y es una gran alegría porque esta fiestas nos recuerda una llamada universal a la santidad, de que tú y yo debemos ser santos, que no tenemos más remedio que ser santos y nos puede servir meditar en este rato de oración, estos 10 minutos contigo Jesús, esa oración que escucharemos en la santa misa dice:

“Dios todopoderoso y eterno que nos has otorgado venerar en una misma celebración los méritos de todos los santos, concédenos por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia”

ABUNDANCIA DE TU MISERICORDIA

Jesús misericordioso

La deseada abundancia de tu misericordia, esta misericordia que es capaz de borrar nuestros pecados, de lavarnos, de curarnos.

Necesitamos de la misericordia de Dios y solo a través de ella llegaremos a la ansiada vida eterna, ese gozar de Dios, de su presencia.

Aunque esto nos pueda parecer muy lejano es realmente nuestra esperanza, es lo que nos debe mover en este caminar por este mundo; la abundancia de la misericordia de Dios.

También esto me recuerda un pasaje del Evangelio en que al Señor le preguntan que si son muchos los que se salvan y por tanto si son pocos los que se condenan.

El Señor nos presenta la parábola de aquel banquete que hace un señor que invitó a mucha gente, pero esos convidados no asistieron porque empezaron a presentar alguna excusa; porque uno había comprado un campo nuevo y tenía que ir a verlo, otro había comprado unos bueyes y había que probarlos, otro se iba a casar, pues cada uno de ellos tenía motivos, excusas, justificaciones válidas y no fueron al banquete.

Y entonces este señor le dice a sus criados que vayan a buscar a más personas que estén en la calle, en las plazas, tal vez a diferencia de esos otros convidados, no necesariamente gente noble,  que se esperaría que deberían ir a este banquete importante. Y como ve que no van a ir entonces vamos a llamar a todo el mundo y es así que entran muchos convidados a este banquete del señor.

NUESTRA VOCACIÓN ES SER SANTOS

rey

¿Qué nos dice aquí Jesús?

Por una parte vemos que las puertas del cielo, gracias a la pasión, muerte y resurrección de Cristo están abiertas, que todos estamos llamados a ser santos, que no tenemos más remedio que ser santos, es nuestra vocación, sin embargo, ahí están las excusas, nos lleva esto a pensar:

¿Tú y yo, cómo nos esforzamos para alcanzar el cielo?

el cielo que Dios nos ha prometido en ese tiempo de vida con el que tienes viviendo tu fe como católico,

¿Pones excusas a Dios?

¿Cuáles son mis excusas? así como estos convidados: el campo, una yunta de bueyes, se va a casar.

¿Dónde ponemos las excusas? en las cosas que tenemos, en el trabajo, en los placeres, o a veces simplemente que no tenemos tiempo, no tengo tiempo para Dios. Hay unas aplicaciones ya sea en el celular android o iphone que nos dicen cómo aprovechamos el tiempo, o en que lo utilizamos.

Pues sería interesante que echemos un vistazo en ese reporte semanal o diario y decir a ver ¿cuánto tiempo he gastado en redes sociales o en aplicaciones de streaming? y ahí nos daremos cuenta si tenemos o no tenemos tiempo para Dios.

Porque esto  nos conecta a la fiesta de hoy, san Juan en el libro del apocalipsis, nos cuenta que ve una multitud que nadie podía contar, el cielo abierto y esos son los santos y esto nos podría llevar a pensar que llegar al cielo es fácil, que ser católico es fácil, un catolicismo light, “zero” como la coca cola zero,  pues hay un cristianismo zero, sin azúcar.

LLEVAR LA CRUZ DE CRISTO

Y esto es un peligro muy grande porque ser cristiano, seguir a Cristo no es fácil, tú Señor nos has dicho que tenemos que cargar con una cruz, así que de lleno si tú no estás dispuesto a cargar con la cruz de Cristo, entonces estarías perdiendo el tiempo.

Necesitamos llevar la cruz de Cristo, porque un cristianismo sin cruz no es cristianismo y ese cristianismo no es para sufrir, es para alcanzar el cielo, la felicidad eterna

Y es que quienes buscan un cristianismo sin cruz, son aquellos que más bien han puesto su felicidad, su corazón en las cosas de este mundo.

Y Señor nosotros no queremos eso, porque nos damos cuenta que este mundo pasa.

Es curioso ver en esas culturas precolombinas como cuando moría alguien importante, era enterrado con todas sus cosas, sus posesiones.

Recientemente veía en un noticiero aquí en Perú, que habían descubierto una una enterramiento de alguien bastante importante y ahí estaban todos sus bienes, incluso sus animales y es curioso porque pues piensan de que todo eso lo llevan.

Y es mentira porque eso simplemente sirve para algo que aquí en Perú decimos: “guaqueros” personas que se dedican a saquear estas guacas, donde hay vasijas de barro, elementos de oro y solamente sirve para eso.

Aquel gran hombre, aquel gran señor de la cultura precolombina pues pensó que se iba a llevar sus grandes alhajas de oro, sus grandes vasijas a la otra vida, que ya es algo positivo que creyese en la otra vida, sin embargo, sus alhajas de oro y sus vasijas sirvieron únicamente para los guaqueros.

¿DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN?

¿Dónde está nuestro corazón? y ¿Cómo nos esforzamos? porque aunque en efecto Señor, no es fácil ser cristiano, no es fácil seguirte, no es imposible y para eso está esa misericordia tan esperada, tan ansiada misericordia, como leemos en esta oración de misa de hoy.

¿Deseas tú la misericordia de Dios? por tanto, Nos esforzamos cada día para alcanzar esa misericordia con obras; en primer lugar, Dios necesita de nuestra humildad, de esa contrición, de ser rectificar muchas veces, para eso será importante ser un buen examen de conciencia todos los días y luego estar muy unidos a Él en la oración, como estamos haciendo tú y yo.

Luego en los sacramentos y así vamos pensando en esas prácticas de piedad que nos ayudan a estar muy unidos a Dios.

Pero el Señor necesita de tí, “el Señor que te creó sin ti, no te puede salvar sin tí” dice san Agustín.

Necesita de nosotros, porque respeta nuestra libertad, solo así llegaremos a ese cielo a esa vida eterna.

Por eso no nos dejemos llevar por un cristianismo light, quien te ofrece un cristianismo light te está mintiendo, es una mentira, a veces escuchamos de unas personas que quieren que la Iglesia cambie algunas cosas, del dogma, de la moral, porque quieren un cristianismo light y te están mintiendo.

Vamos a pedirle a María Santísima, Ella Santa, no únicamente porque recibió esos privilegios de la Inmaculada Concepción, de ser Madre de Dios sino sobre todo porque supo agradar a Dios, y ¿Cómo supo agradar a Dios? buscando en todo momento hacer la voluntad  de ese Padre que la eligió como Madre.

Te pedimos que nos ayudes a hacer la voluntad de Dios que es nuestra santidad, nuestra felicidad.


Citas Utilizadas

Ap 7, 2-4. 9-14

Sal 23

1 Jn 3, 1-3

Mt 5, 1-12

Reflexiones

Señor Jesús, ten misericordia de mí, que sepa llevar la Cruz de cada día y sepa rectificar con humildad las veces que haga falta, porque mi vocación es la santidad y llegar al Cielo.

 

Predicado por:

P. Ricardo

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