En el chat de mis amigos de la prepa, hace algunas semanas, uno le echaba la culpa al año 2020 y decía: “Sí, que ya se acabe este 2020” y es que en este año falleció el papá de uno de estos amigos y la mamá de otro de estos amigos. Ha sido un año duro, nadie lo puede negar. Hoy se acaba el año y se acabarán las desgracias. Quizás muchos quisieran que este año se borrara de la historia.
Leí que este año, YouTube cancelará su “rewind” video, porque este año pues no ha sido tan positivo. En este video, si te acordarás o sabes qué es; es un video resumen del año en el que YouTube pone cosas positivas. Es un video que suele ser optimista, un video bonito y, como este año ha sido diferente, pues no quieren hacer el video.
Podemos preguntarnos ahora en la presencia de Dios, si realmente es así. Este año, pues es innegable que ha traído muchas desgracias, pero ¿ha sido todo malo?
VER LO POSITIVO
Preguntaba una joven a sus padres y hermanos en la sobremesa: “si ustedes pudieran evitar la pandemia, ¿lo harían? Obviamente, todo mundo la volteó a ver con ojos inquisidores: ¿Qué te pasa? ¿A qué va tu pregunta? Por supuesto que la evitaríamos… no respondieron nada, pero como que sus miradas respondían en esa línea.
Pero ella, ante esas miradas, aclaró el sentido de su pregunta: obviamente ha habido muchas cosas malas, las muertes sobretodo. Si pudiéramos evitar las muertes, evitaríamos todo lo demás. Ha habido cosas buenas, yo he ganado mucho -decía ella- yo he aprendido mucho, he disfrutado de estar con ustedes más tiempo, de trabajar quizá desde la casa sin tener que estar yendo de un lado a otro, corriendo de aquí para allá… y así, continuaba la conversación después de la comida y en esa casa reflexionaron un poco más acerca de las cosas positivas que habían aprendido en estos meses.
Seguramente tú también has ganado muchas cosas positivas y yo también, hemos ganado en relaciones de mayor calidad con la gente que más queremos. Pienso que es el sentir de la mayoría de la gente. Muchos papás que se la pasaban fuera de la casa todo el día por el trabajo estresados y veían a sus hijos pocas horas el fin de semana y ahora están en su casa más tiempo, trabajando desde ahí y que pueden convivir más con su familia.
LOS MISTERIOS DE DIOS
Pero podemos preguntarnos ¿He ganado más en la relación con el Ser que más me quiere y a quien yo debo de querer más? O sea, con Dios. Estamos haciendo oración, nos ponemos en la presencia de Dios, nos imaginamos en estos días al Niño en el pesebre; a la Virgen a su lado mirándolo, contemplándolo, tomándolo en sus brazos, besándolo, mostrándolo a la gente que va, que acude al portal para adorarlo. San José pasmado, feliz ante este Misterio, habiendo sufrido también mucho, pues el viaje, las penurias, las dificultades de llegar al portal y encontrarlo sucio…
Hemos aprendido y hemos ganado en estos días, en estos meses, en estos años a hablar con Dios. Hemos mejorado seguramente también nuestra relación con Dios, que eso es fundamental, eso es importantísimo y si hemos ganado un poquito en amor a Dios en este año, ¡ya valió la pena! Ya es un año que tiene que quedarse en el registro de la historia, porque en este año aprendí un poquito mejor a hacer oración.
Este año entendí un poquito mejor los Misterios de Dios, la verdad de Dios, la verdad de la creación, la verdad de la redención, la verdad de que Dios me ha dado una Madre en el Cielo, que me ha dado a Su Madre como Madre mía, la verdad de los ángeles que nos acompañan, que nos guían; la verdad de los sacramentos, la presencia de Dios, la presencia salvadora de Dios en esos signos que Él ha dejado a la Iglesia. La verdad de las relaciones humanas de cómo yo puedo encontrar a Dios en las relaciones con las demás personas.
JESÚS SIEMPRE NOS PERDONA
Cómo puedo dar gloria a Dios a través de todas las cosas que hago, ante esas verdades maravillosas que he escuchado, que he meditado y que he descubierto o redescubierto en los ratos de oración. Todo eso es digno de conservarse en la historia, mi historia personal, en la historia de la humanidad, incluso si hay pecado, (pues que lo hay seguramente en mi vida, en este año ha habido pecado), pero ha habido el perdón de Dios y eso vale la pena.
Gracias Señor porque he descubierto nuevamente que Tú me perdonas siempre, que Tú estás siempre cerca. Quizá este año ha sido más difícil acudir a la confesión, pero ha habido oportunidad de interiorizar también, como nos animaba el Papa recién comenzó la pandemia, de cómo reconciliarnos con Dios, de cómo reconocer en la presencia de Dios que somos pecadores, que Él es nuestro Padre amoroso que siempre nos perdona y hacerse el propósito de rechazar el pecado y de acudir a la confesión sacramental en cuanto nos sea posible.
Pues ya con eso basta para que nuestra alma vuelva a la amistad con Dios. Gracias Señor por este año. Gracias Señor porque ha habido cosas buenas. Decía una lápida en un cementerio: terminus vitae non amoris (el fin de la vida, no del amor). Eso es lo importante, si aquí en este año hemos tenido dificultades, lo importante es que ahí encontremos el amor de Dios, que ahí crezcamos en amor de Dios porque eso es lo que realmente queda, eso es lo que realmente va a permanecer.
LOS TESOROS DEL HOMBRE
Hay un punto de camino que te voy a leer, en el que San Josemaría nos dice lo siguiente:
“Yo te voy a decir cuáles son los tesoros del hombre en la tierra para que no los desprecies: hambre, sed, calor, frío, dolor, deshonra, pobreza, soledad, traición, calumnia, cárcel…”
Así se expresan los santos, los santos encuentran a Dios en cualquier circunstancia, en circunstancias positivas lo encuentran y le dan gloria, le dan gracias. En las situaciones negativas también lo encuentran y dan gloria y le dan gracias porque les da la posibilidad de unirse a su Cruz redentora.
Este año hemos tenido enfermedad, muerte, escasez económica, aislamiento, incertidumbre… son realidades con las que nos hemos topado, pero eso de alguna manera nos ha unido más a Dios. Quizá inconscientemente porque hemos padecido la Cruz, pero sin darnos cuenta. Señor, ahora en este momento de oración, te ofrezco todo lo que yo he sufrido este año, te ofrezco todo lo que la humanidad ha sufrido este año y te pido que nos des más fe pera ver detrás de las adversidades Tu Cruz redentora.
AYUDAR AL PRÓJIMO
Te pido que me des más amor para abrazar estas circunstancias, abrazar al prójimo y poderles llevar consuelo en la medida que yo pueda. Te pido que nos des, más esperanza para enfrentar este nuevo año que nos das. Habrá desgracias el próximo año, pero si Tú estás cerca de nosotros Señor, cualquier circunstancia será una circunstancia feliz, una circunstancia digna para que se conserve en el video de nuestra vida, en la historia de la humanidad.
Como vemos en la vida de María, que ella conservaba todas las cosas en su corazón: las difíciles, las fáciles, las agradables, las que no eran tan agradables, tú lo conservas todo Madre porque veías una expresión del amor de Dios, de la sabiduría de Dios, de la providencia de Dios.
Madre nuestra, ayúdanos mañana que celebramos la gran solemnidad de tu Maternidad Divina, tú eres Madre nuestra también. Madre nuestra, ayúdanos a estar muy cerca de ti, ayúdanos a dejarnos guiar por ti para saber también guardar en nuestro corazón, todos esos sucesos que Dios permite y que, de alguna manera, también nos ayudan a crecer en amor a Él.