< Regresar a Meditaciones

P. Juan Manuel

6 min

ESCUCHA LA MEDITACIÓN

MELCHOR Y MELCHORA

Hemos visto su estrella en oriente y venimos a adorarlo» (Mt 2, 1-2)”. ¿Qué convenció a los Magos de que aquel niño era «el rey de los judíos» y el rey de los pueblos? Ciertamente los persuadió la señal de la estrella, que habían visto «al salir», y que se había parado precisamente encima de donde estaba el Niño. Pero tampoco habría bastado la estrella, si los Magos no hubieran sido personas íntimamente abiertas a la verdad. La misma inquietud de los Reyes Magos nos puede seguir ayudando para adorar al Niño Jesús siguiendo nuestra propia vocación.

VER ESTRELLAS

“Melchor y Melchora eran un matrimonio feliz. Pero resulta que Melchor pasaba largas noches mirando una estrella. Horas y horas viendo la misma estrella y siempre justificándose de la misma manera a su esposa. 

Pero una cierta noche, Melchor llegó muy, muy tarde y Melchora lo estaba esperando con una escoba; y le preguntó: —¿Dónde estuviste? ¿Con quién estuviste?…” Basta de historias. 

Me contaba esta historia un sacerdote español. Y la historia termina muy bien, porque de hecho, Melchora le dice: «Decime con quien estuviste, si no con esta escoba te voy a hacer ver muchas estrellas…” 

Podría seguir así la historia. De hecho, la historia termina muy bien, porque gracias a que Melchor, Gaspar y Baltazar, que celebramos hoy en la fiesta de la Epifanía, nos recuerdan también que seguir la estrella, dejarnos llevar por esa estrella, nos lleva a Jesús. 

Estos tres Reyes Magos que celebramos hoy, pero en algunas partes donde no se celebra el día 6 por ser domingo; hoy domingo 5, celebramos especialmente la historia de la Epifanía del Señor. 

La manifestación de Jesús, esa estrella que siguieron, que siguió Melchor gracias a que Melchora lo dejó ir. Gaspar y Baltazar, también nos muestran el camino para que nosotros seamos felices.  

REYES MAGOS

En aquel pueblo en Belén, no habían visto tantos personajes, tantos dromedarios, tantos sirvientes, tantos perfumes, tantas cosas perdidas en lo que parecía ese pueblo. Eran tres hombres vestidos raros, que la verdad llamarían la atención de la gente.

Sus turbantes, sus zapatos, y pienso yo también, cómo la riqueza se le manifestaba. Pero el tema es que se pusieron de rodillas ante un niño. No solamente venían con una misión de buscar una estrella, sino que venían a buscar un niño. 

Tres hombres hechos y derechos, ricos, sabios, con una vida cómoda, tranquila, que podrían haberse quedado ahí en Oriente, y que dejaron a Melchora, dejaron tantas cosas, tantos proyectos, para seguir a Jesús, para encontrar al Mesías.

María y José descubrirán también una gran admiración ante esa adoración de los Reyes Magos. Ellos buscaban un rey, y encuentran un recién nacido, buscaban un palacio y encuentran un establo. Buscaban una corte y encontraron unos animales. 

Comienza a cambiar su concepto de Dios, su idea de lo que pensaban. Y este es el sentido que Dios tiene también para ellos. 

estrella

REY DE REYES

¿Quieren adorar a Dios? … Descúbranlo en la humildad, en los humildes. Descúbranlo, no en los grandes tesoros, ni en las grandes riquezas, sino que, si quieren ver al Rey de Reyes, tienen que buscarlo ahí en el humilde pesebre. 

Estos días de Navidad, hemos buscado orar a Jesús. Hemos meditado también a la Sagrada Familia y hoy queremos fijarnos especialmente en la Epifanía de nuestro Señor Jesucristo y en la adoración de los Reyes Magos. 

Este nuevo año, será cargado de esperanza por el Jubileo que recorreremos. Nos anima también a buscar con esperanza esa estrella que Dios nos ha mostrado. 

¿Qué hacen los Reyes Magos? Le dejan todo lo que tenían. Como dice la oración de 

«Oh Señora mía... en una palabra, todo mi ser”. 

Le dejamos el oro, el incienso y la mirra que tenemos, para que sean para Él. ¿Vos le puedes regalar algo, Jesús? ¿Vos querés regalarle algo más a Jesús? 

Estos tres Reyes Magos comprendieron básicamente que Dios quería todo lo que tenían. Se encontraban con un viaje peligroso, se encontraban con dificultades y no les importaba. 

HOMBRES AVENTUREROS

Cuenta Ernest Shackleton que cuando fue a la Antártida, fue buscando personajes aventureros que quisieran ir con él. Y solamente consiguió veintiséis hombres para acompañarlo en la travesía en la Antártida.

La mayor proeza de la exploración polar. Había dificultades, sí, pero había reconocimiento en caso de éxito. Y así fueron. 

En el caso de los Reyes Magos, no tuvieron ningún reconocimiento, ningún honor, salvo que los recordemos hoy. Pero la verdad es que fue una historia bastante descabellada o sin sentido, como diría también Melchora, porque no tenía sentido seguir una estrella cualquiera. 

¿Vos te animás a seguirlo a Jesús? Quizás ya lo seguís a Jesús de mil maneras, pero es una manera linda también ahora en esta fiesta, ver cómo estamos entendiendo lo que es seguir a Jesús. ¡No es una locura cualquiera!

Lo decía san Josemaría:

“Hijo mío, también nosotros hemos visto una gran estrella. También en nuestra alma se encendió una gran luz, la gracia soberana de la vocación. Los magos vieron una estrella y la siguieron. 

ESTRELLA

CONFIAR

Vos, ¿te animás a seguirlo? ¿Te animás a estar con Jesús?” Puede venir un poco de miedo a veces, porque es verdad. No es fácil a veces cambiar de planes, o no es fácil encontrar dificultades y a veces sortearlas. Dios no juega con nosotros. 

Pero sí te pide también que muchas veces confíes en Él, que no te desanimes en tu camino, que aproveches también para descubrirlo. 

Ahora también, en este rato oración, es que Dios escondido sale a tu encuentro. Que ese niño pequeño recostado con su madre, en esa oscura cueva, en esa ciudad insignificante llamada Belén, allá en Judea, te pide también a vos que no te escondas, que camines con Él adelante. 

Quiero que te acerques. Adelante. Estoy con vos. Ese niño sale a estar con vos… te dejas llevar por él. Quizás no ves la estrella cómo le habrá pasado también a estos Reyes Magos. Pero vos querés estar con Él, quieres vivir con Jesús?

¿Te animas también a hacerte cargo de esa preocupación que tenían de servir a ese niño pequeño desde que lo conocieron? … y no hicieron otra cosa… le dejaron todo.

Siguieron la estrella y cuando llegaron le contaron lo que había pasado. Que tenían que esquivar a Herodes para evitar que los encuentren y que quieran matarlos. 

SEGUIR A JESÚS CON ILUSIÓN

Y también lo mismo pasó con aquellos santos inocentes que murieron en defensa de Jesús, en honor del Niño y salvaron su vida, podríamos decir. Y es que el Niño ha nacido. ¿Vos te animas a buscar a Jesús? 

Tenemos que agradecerle con ese compromiso verdadero, con esa ilusión también de ser conscientes de que Dios te pide un gran sentido de tu vida.

Está esa historia famosa de lo que es el compromiso.

A veces, algunos desayunan un poco de huevos, de jamón cocido. Y contaba un famoso locutor, que hay una gran diferencia entre comprometerse a algo y simplemente, estar. Porque a veces, es como los huevos fritos de la gallina. La gallina no se implica, pero para comer jamón hace falta dar la vida. El lechón tiene que morir. 

Bueno, nosotros ¿nos animamos a dar nuestra vida? Nos animamos a agradecerte, Señor, también ahora, en esta fiesta, con la ilusión de que Dios está con Vos. De que sin embargo, aunque otros no quieran seguirte, vos tenés la posibilidad y la ilusión también de reconocerlo a Él, de ver esa señal de la estrella y seguirlo …

No es una ilusión utópica. La estrella que siguieron Melchor, Gaspar y Baltazar, que hoy celebramos, nos anima a que nosotros también sigamos caminando; a que pasemos esa puerta de la esperanza, como nos pide el Papa. 

Y que en este Jubileo de la Esperanza demos también mucho sentido a nuestra vida. Pero, ¿cómo lo haremos si no es con la adoración al Niño? ¿Cómo lo haremos si no es con la adoración al Niño Jesús? 

¿Te animas también en este tiempo a recorrer muy pegado a Jesús, María y José? 

Que la Sagrada Familia sea para vos, también en tu caminar, aquellos que te guíen, aquellos que te muestren el camino…


Citas Utilizadas

Is 60, 1-6

Sal 71

Ef 3, 2-3. 5-6

Mt 2, 1-12

Reflexiones

Señor, quiero este año apegarme a Ti, caminar de la mano de tu madre la Virgen María y con el consejo de San José.

Predicado por:

P. Juan Manuel

¿TE GUSTARÍA RECIBIR NUESTRAS MEDITACIONES?

¡Suscríbete a nuestros canales!

¿QUÉ OPINAS SOBRE LA MEDITACIÓN?

Déjanos un comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


COMENTARIOS

Regresar al Blog
Únete
¿Quiéres Ayudar?¿Quiéres Ayudar?