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P. Juan Carlos

7 min

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FE ES CREER EN JESÚS

Hay señales de tener fe, creer en Jesucristo es lo fundamental. Si falta trato con Jesús es que algo no está funcionando bien en nuestra fe

Hoy en el Evangelio que nos propone la Iglesia -no lo voy a leer todo- sale una idea que me gustaría, conversarla contigo el Señor. Cuando termina la multiplicación de los panes, Jesucristo se va con los discípulos y el pueblo le busca y dice que al encontrarlo en la otra orilla le preguntaron:

“-Maestro, ¿cuándo llegaste?” (Jn 6, 25)

Jesús responde algo que parece que no tiene nada que ver…:

“Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos -los milagros-, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la vida eterna, el que les dará el Hijo del Hombre; porque es él a quien Dios, el padre marcó con su sello. Y ellos le preguntaron: -¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios? Jesús le respondió: – La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado.” (Jn 6, 26-29).

“Señor Jesús, tenemos claro cuáles son nuestros deberes como cristianos: creer en Ti, creer en aquel que Dios Padre nos ha enviado.” A veces, nos desviamos pensamos que tener fe es pensar que Dios va a concederme los favores necesarios para no sufrir o para que no me vaya mal en el mundo. Cuando tener fe es creer en Jesucristo y acercarse a Él, tratarle como persona. Hay algunos signos de esto.

SIGNOS DE CIVILIZACIÓN EN LA CULTURA

Recuerdo que contaban de una Universidad, en que se le preguntó a una gran antropóloga, cuál era el signo antiguo de civilización en una cultura. La estudiante pensaba que le iba a hablar de la presencia de herramientas, de lanzas, de ollas, de arcilla, de piedras de moler…

Pero la antropóloga, famosa, respondió que el primer signo de civilización de una cultura antigua era un fémur que había sido roto y luego curado. Porque en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres.

No puedes huir del peligro, ir al río, ir a beber o a buscar comida. Eres una presa fácil para los depredadores, para los saqueadores. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso se cure.

En cambio, un fémur roto y curado es evidencia de que alguien se dio el trabajo de quedarse con quién se lo rompió; de apretar la herida, de llevarle a un lugar seguro, de ayudar a recuperarse.

La antropóloga estaba súper convencida, que ayudar a alguien necesitado es donde comienza la civilización en nuestra especie. Esta idea me parece súper bonita.

¿Cómo es que sabemos que empieza la civilización en los hombres? Bueno, porque nos curamos. El que acompaña al enfermo a curarse, ¿no? En este caso, un fémur roto, una pierna rota…

Pero… ¿y en la vida espiritual? ¿Cómo podríamos decir que hay vida espiritual? Pues, desde que aparece la fe. Ese es el signo y la fe es algo que tenemos que cultivar. Es ese anhelo que tenemos todos en el corazón, pero es ese trato también de Jesucristo: que Jesucristo realmente vivió y que vive actualmente, también, en todos los sagrarios, que podemos hablar con Él cuando hacemos oración y que es el que Dios ha enviado para salvarnos. Estas son las condiciones de nuestra fe.

ANCLAR NUESTRA FE A CRISTO

Contaban una historieta de que, durante las vacaciones de una familia, había en esa playa una gran tempestad. Se podían ver esas olas que subían enormes y unos vientos fuertísimos que sacudían las embarcaciones, esos barquitos que estaban amarrados al muelle. Y un niño de doce años que miraba desde la ventana, se fijó que solo la boya flotaba serenamente en aquel turbulento mar.

Esa era la única, que se mantenía en su lugar a pesar de los fuertes vientos. El niño comentó con los demás, que la boya era la única cosa que había allí fuera que parecía no tener miedo; porque, aunque se hundía de vez en cuando, siempre volvía a subir sin daño al mismo lugar.

Entonces, el papá les explicó a toda la familia que la boya se mantenía firme a pesar del viento fuerte, porque estaba amarrada a un ancla en el fondo del mar.

Y agregó, que también así es nuestra vida, cuando nuestra fe está anclada en Cristo, podemos enfrentarnos sin temor y con calma cualquier viento contra la vida, no existe nada que pueda tumbarlo. Porque si tenemos esa confianza en el Señor, esa fe en Jesucristo, entonces por más fuertes que sean los vientos o más terrible que sea la tempestad, siempre flotaremos y siempre estaremos por encima.

¿Cuáles son, entonces, esos signos de creer en Jesús? Pues esa necesidad de trato: tratarle. La fe implica que nos esforcemos por tratarle. ¿Cómo podemos tratar a Jesús? Sobre todo, en la oración.

Por eso en 10minconjesus.net intentamos tener estos estos audios y facilitar para que la gente pueda hablar con Jesús. Están todos enfocados en esto: en buscar la amistad con Jesús, hacernos reflexionar, contarnos historias, hacer que ese raciocinio vaya en el sentido de la necesidad de establecer este contacto con Él, con el Señor.

SEGUIR A JESÚS

“Señor Jesús, a Ti me dirijo ahora y, te pido que nos ayudes a todos a mejorar nuestra comunicación, que te veamos realmente como persona y te sigamos en todas partes.

Que no nos dejemos nunca cautivar por la tontería que puede venir, por la falta de fe, por la falta de ese contacto más íntimo contigo. A veces, nos puede parecer que si no nos va bien o que si las cosas no funcionan como nos gustarían, entonces no estás presente, cuando es, al contrario: Tú estás presente siempre en nuestra vida Señor, más en los momentos difíciles que nos ayudan a confirmar nuestra fe en Ti.”

No es que cuando te va mal en las cosas es que Dios se ha olvidado de TI, al contrario, muchas veces es así la forma en la que te busca.

Hace pocos días estuve con un enfermo de cáncer, que estaba en el hospital, un chico joven, me decía esto concretamente, después de conversar: -Esta es la forma en que Dios me busca. Si no, no le habría parado bola. Me decía en el sentido de que, tal vez, si no era así, él estaba metido en sus propias cosas.

Y ahora, claro, con esta enfermedad, pues pone toda su esperanza, su confianza en el Señor o está intentando hacerlo…

Tú y yo tenemos que seguir ese mismo camino… volver a poner nuestra esperanza en el Señor. Nos podríamos preguntar ahora: ¿Cómo creo en Jesús, realmente crees que está presente, al lado tuyo? ¿Tienes ese diario espacio para tratarle como persona, para dirigirle oraciones, para darle gracias por lo que te sucede, pedirle perdón cuando te despistas?

Cuándo tienes la oportunidad de ir a verle en la eucaristía, ¿le dedicas tiempo para adorarle? ¿Qué haces después de comulgar? Por ejemplo, dedicas unos minutos a quedarte recogido para dar acción de gracias, hacer una acción de gracias por ese increíble milagro de recibirle en tu corazón.

¿Cómo son las ocasiones que tienes oportunidad de confesarte, de vivir en gracia? ¿Te esfuerzas, porque siempre estés encendido para que el Señor viva en tu alma, también? Cuando estás en gracia es el Espíritu Santo el que obra ahí.

MANIFESTACIONES DE FE

Bueno son manifestaciones concretas de nuestra fe. Fe en Jesucristo, porque cuando uno cree realmente en Jesucristo intenta hacer las cosas que me van a acercar más a Él: vivir en gracia, fundamental, acercarse a los sacramentos fundamental.

Si por a, b, c… no se puede, porque vives una situación en la que no puedes acceder a los sacramentos, pues bueno, hay que asistir a la Iglesia, a adorar al Señor presente en la Eucaristía, intentar pedirle que te ayude a corresponder mejor a su presencia, a tener ese esa amistad con Él, más profunda. Aunque, a veces no se puedan acceder a los mismos sacramentos.

“Señor Jesús, nos pides, en este evangelio, que creamos en ti. La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que Él ha enviado. Queremos creer en ti, que seas nuestra ancla, aunque haya problemas, siempre flote nuestra fe. Siempre estemos hacia arriba, que no nos dejemos asustar por los vientos, por las tempestades ni ningún tipo de problemática.

Que estemos siempre flotando para darte más gloria a Ti. Te pedimos que sepamos también transmitir esa fuerza de la fe, de creer en Ti, Señor, a todas nuestras amistades, nuestra familia, a la gente que está a nuestro alrededor. Y que ellos mismos se sientan atraídos a Ti por la delicadeza en el trato, por nuestro esfuerzo diario por ser mejores personas. Ponemos estas intenciones en manos de nuestra madre, la Virgen.


Citas Utilizadas

Is 58, 6-11 o Ef 3, 14-19

Sal 111

Mt 25, 31-46

Jn 6, 22-29

Reflexiones

“Señor Jesús, te pido que nos ayudes a mejorar nuestra comunicación contigo, que te veamos realmente como persona. Que te sigamos en todas partes. Ayúdanos a aumentar nuestra fe.”

Predicado por:

P. Juan Carlos

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