ESCUCHA LA MEDITACIÓN

ILUMINAR EL CORAZÓN

Iluminados por Jesucristo, miremos nuestro corazón, para ver qué podemos cambiar en nuestra vida.

Hoy en el evangelio leemos un pasaje que es de esos que nos muestran una especie de radiografía del Corazón de Jesús. Nos muestra la misericordia, el amor, la bondad que tiene Jesús en lo profundo de su corazón. Esa caridad o ese amor tan profundo que le tiene a cada persona en el evangelio y que nos tiene también a cada uno de nosotros.

Nos cuenta el evangelio que está Jesús y le traen una mujer que ha sido encontrada en pecado. Los jefes de los judíos con su corazón duro van donde Jesús y le dicen:

“-Señor, ¿qué hacemos con esta mujer? La ley nos dice que tenemos que apedrearla”

(cfr Jn 8, 1-11).

Jesús, en vez de responderles directamente, se agacha y en el suelo empieza a escribir o a dibujar. Empieza a hacer unos signos o unos dibujos en el suelo y la gente se empieza a poner un poco nerviosa… ¿Qué quiere hacer el Señor con eso, con ese gesto?

Y le preguntan: ¿Qué hacemos, Señor? Y Jesús sin mirarlos mucho sigue escribiendo y dice:

“El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.”

(Jn 8, 7).

Poco a poco, comenzando por los más ancianos, se van yendo uno a uno, hasta que queda sólo Jesús y la mujer. Entonces Jesús le dice:

“(…) ¿Ninguno te ha condenado?”

Esta mujer le responde:

“No, Señor, nadie me ha condenado.” (Jn 8, 10-11).

Jesús le dice, Yo tampoco te condeno -aunque Él está libre de pecado- le dice:

“Yo tampoco te condeno, anda y en adelante no peques más.”

(Jn 8, 11).

Nos llama la atención está esta frase: “(…) el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, Jesús se enfrenta con la dureza del corazón de estos. No quiere condenar a nadie ni a la mujer adúltera ni a los hombres de corazón duro. Quiere que todos se conviertan.

JESÚS QUIERE AYUDAR A CADA PERSONA

siervos

En distintos momentos del evangelio aparece esto, que Jesús lo que quiere es que la gente, los que lo escuchan, se conviertan. Dice que viene a recoger a las ovejas perdidas de la casa de Israel, que quiere ayudar a cada persona a cambiar de vida:

“Yo no quiero la condenación del hombre, sino que cambie su vida, que se convierta.”

(cfr. Ez 33,11).

Que cada uno pueda encontrar el buen camino.

Quiere ayudar a cada persona, porque le interesa a cada persona. Le interesa el corazón de cada uno, le interesa dejar amor en cada corazón.

Para hacerlo en este momento invita, tanto a la mujer como a cada uno de los que estaban ahí, a mirarse hacia adentro, a mirarse un poco, a mirar su interior. A no actuar apresuradamente.

No quiere que la gente actúe con impulsividad, sino reflexionando, mirando en su interior y viendo qué es lo que tenemos cada uno en nuestro corazón. Porque cuando uno se mira hacia adentro, descubre muchas cosas. Descubre que en el corazón hay luces y hay sombras, hay virtudes y defectos.

Nos hace bien hacer examen y fijarnos en nuestros defectos, en nuestras fallas, en nuestros pecados. Es verdad, es mucho más importante hacer el bien. Un autor decía que no quería pasarse la vida denunciando el pecado, que era mucho más motivante, mucho más positivo fomentar el bien. Y es verdad.

Vale la pena dejarse la vida por el bien, no simplemente por evitar el mal. Pero también es verdad, que para hacer el bien es necesario poseerlo, nadie da lo que no tiene y por eso es importante mirarse por dentro y ver qué hay ahí. ¿Qué tenemos en nuestro corazón?

REVISAR NUESTRO CORAZÓN

oRACION UN HABITO

Seguramente, como decíamos antes, encontraremos cosas muy buenas y positivas. Es importante reconocer todas esas capacidades que nos ha dado el Señor, todas las virtudes que hemos ido trabajando durante nuestra vida, todos esos regalos que nos ha ido dando Dios: la gracia, los sacramentos, esas capacidades buenas, esas oportunidades que tenemos.

Pero también, es importante descubrir esas cosas que no están bien. Si miramos hacia adentro, descubriremos que, junto con esos lugares de luz, también hay algunos rincones que están más oscuros. Rincones que quizá no nos atrevemos mucho a enfrentar.

Algunos defectos que no hemos querido mirar de frente, odios y rencores que hemos guardado con el tiempo, quizás alguna herida, alguna impureza, algún pecado que nos cuesta reconocer, que vienen de nuestra soberbia, de nuestro orgullo.

Son esos rincones que no nos gustan tanto y quizás, por eso, tratamos de hacer como que no están ahí. Pero es importante enfrentarlos para que en esos lugares también haya luz.

Es bonito mirarnos hacia adentro sabiendo que esta aventura, de mirar hacia adentro, no lo hacemos solos. Vamos siempre acompañados por la mejor luz, por el que ilumina mejor que es al Señor.

Jesús con su luz nos va mostrando esos rincones que están más oscuros, nos dice: -Ponlos ahí, mira ahí. Eso, vale la pena analizarlo, para poder cambiar.

Cuando hacemos examen acompañados por Jesús, vamos como un aventurero que se adentra por una selva con una linterna muy poderosa y con una protección enorme, es Jesús el que ilumina Jesús, el que nos protege.

Podemos ir curando esas heridas que va dejando el pecado, no con nuestras propias fuerzas, sino con el amor del Señor, con la gracia de Dios. Porqué esa es la mejor medicina, la única medicina eficaz, la gracia que Dios nos va transmitiendo a través de los sacramentos, especialmente de la confesión y la Eucaristía, y a través de la oración.

SER COMPRENSIVOS

Vale la pena mirarnos por dentro. Además, este examen no sólo nos permite iluminar, curar, sino que también nos cambia nuestra visión hacia afuera, nos hace más comprensivos.

Cuando los que atacan a la mujer pecadora comienzan a darse cuenta de lo que tenían en su interior, se van mirando hacia adentro y ven que su corazón también tenía lugares oscuros. Entonces comprenden: Oye, yo no puedo condenar, porque yo también tengo oscuridad en mi corazón.

Cuando yo vaya echando luz en mi interior, podré también echar luz hacia afuera. La invitación de Jesús es a mirar hacia adentro, para darse cuenta de que Dios nos quiere, no por nuestras acciones nos quiere a pesar de nuestros pecados, o incluso luchando con nuestros pecados.

Jesús nos comprende, Jesús nos dice yo entiendo que en tu corazón conviven esas luces y esas sombras, y si tú vas luchando por hacer que esa luz vaya creciendo, vas a poder estar más feliz. Si tú te apoyas en mí, vas a poder ir haciendo crecer esa luz.

También vas a poder ver que los demás apoyados en ti, porque tú les vas a poner mi amor, mi gracia, van a poder ir también cambiando.

La luz del Señor nos hace comprender mejor a los demás, nos ayuda a mirar y a comprender mejor a los demás.

En estos días, en que estamos preparándonos para la Semana Santa, podemos ir echando luz en nuestro interior para poder mirar hacia afuera con esa comprensión.

JESÚS NOS HA SALVADO

También podemos mirar, en estos días de la Semana Santa, con ese contexto podemos decir: Mira, mi pecado no tiene la última palabra, mi pecado no es el final de la historia. Yo he sido redimido. Dios se ha hecho hombre. Jesús ha muerto por mí. Y eso, me ayuda a que toda mi vida pueda tener luz. No instantáneamente, de a poco. Pero todos podemos iluminar, podemos llenar de luz nuestro interior.

Terminamos este rato de oración acudiendo a Nuestra Madre del Cielo, pidiéndole que ella también nos ayude a iluminar. En la noche, cuando no está el sol, ¿quién nos da la luz? La Luna. Muchas veces se ha comparado a la Virgen con la Luna, que refleja la luz del sol.

Le pedimos a ella que vaya iluminando nuestro interior y que nos ayude a mirar nuestro corazón con la luz del Señor. Santa María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.


Citas Utilizadas

Is 43, 16.21

Sal 125

Fl 3, 7-14

Jn 8, 1-11

Reflexiones

Señor, te pedimos que ilumines nuestro corazón, para que podamos saber qué tenemos que cambiar de nuestra vida y así poder estar más cerca de ti.

Predicado por:

P. Felipe

¿TE GUSTARÍA RECIBIR NUESTRAS MEDITACIONES?

¡Suscríbete a nuestros canales!

¿QUÉ OPINAS SOBRE LA MEDITACIÓN?

Déjanos un comentario!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


COMENTARIOS

Regresar al Blog
Únete
¿Quiéres Ayudar?¿Quiéres Ayudar?