JESÚS Y LAS AMBICIONES HUMANAS

En estos 10 minutos con Jesús vamos a procurar como siempre hacer esa oración, muy centrados en lo que Jesús nos pide, establecer este diálogo, esta conversación con el Señor para que lo podamos escuchar, para que lo podamos percibir y para que esté cercano a nosotros.

AYÚDAME SEÑOR A TENER ESE DIÁLOGO CONTIGO

Y para eso le pedimos, le decimos:

«Señor quiero hacer oración, he venido a hacer oración, a estar en comunión con Vos. ¡Ayúdame!

Me he hecho un rato, un hueco, ya sea porque estoy manejando antes de ir a la oficina, o estoy sentado tomando un café y me he hecho un hueco, para poder establecer un rato de conversación con Vos. ¡Ayúdame!»

«No quiero quedarme simplemente en escuchar lo que diga el sacerdote de turno, sino me gustaría establecer un diálogo con Vos Señor. ¡Por favor ayúdame!»

Siempre que comenzamos a hacer estos ratos de oración, estos 10 minutos con Jesús, tenemos que pedirle su asistencia, que el Espíritu Santo nos ayude.

Que Jesús nos ayude a establecer este diálogo, a que el corazón se nos vaya a Él, para que le podamos pedir, que le digamos qué necesitamos. Cuáles son nuestras prioridades, qué es lo que necesita nuestra alma y nuestro corazón.

Por eso se lo decimos siempre con esta claridad:

¡Señor ayúdame!

QUIEN QUIERA SER EL PRIMERO, QUE SEA EL ÚLTIMO

En este Evangelio del día de hoy, el Señor nos pone delante un suceso, en el cual aparecen Santiago y Juan pidiéndole a Jesús una cosa.

Le dicen:

«Señor, te queremos pedir una cosa. ¿Qué quieren? – Sentarnos uno a tu derecha y otro de izquierda en tu Reino.

Y Jesús, con infinita confianza les dice que ese no es el proceder, les dice que:

«Van a beber el cáliz que yo he de beber,  pero sentarse a la derecha o a la izquierda del Reino, eso no está en Mí concederles, sino en mi Padre».

Además les aclara:

«Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños, los poderosos las oprimen, pero no debe ser así entre ustedes».

«Al contrario el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor y el que quiera ser el primero que sea el último de todos. Así como el Hijo del Hombre que no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida por la redención de todos»

(Mt 20, 20-28).

LA LÓGICA DE DIOS

Jesús es enormemente claro y con muchísima paciencia, forma a los apóstoles, les dice que entiende que tengan esas expectativas humanas, pero que esa no es la lógica de Dios.

La lógica de Dios no es ejercer el poder como lo ejercen los poderosos en la tierra.

EJEMPLO DE UN BUEN LÍDER

Es algo que vemos de continuo, cuál es el modo de ejercer el poder: más poder, más dinero y el poder para sí mismo.

Tenemos  pocos líderes, pocas personas que nos sirvan de punto de referencia, que digamos esta persona vino a gobernar. Entró con X cantidad de plata y se  fue con menos, incluso, siguió viviendo la vida que tenía.

Creo que Angela Merkel, en Alemania por lo que se ve, por lo que se cuenta, por lo que se lee en los medios, es una persona que siguió viviendo la misma vida que tenía antes.

Siguió viviendo en el mismo departamento, sin tener una empleada. Ella  y su marido hacían las compras, la comida y la limpieza.

Una mujer que durante muchos años ha servido a Alemania como canciller y jamás se aprovechó de eso para su beneficio personal.

No obtuvo de eso beneficios propios, siguió siendo su propia empleada doméstica para empezar, una cosa llamativa. Pero líderes así hay muy poquitos.

NO OPRIMIR, NO APROVECHARSE DE LOS DEMÁS

La mayoría se beneficia enormemente de la autoridad y realmente es como dice el Señor en el Evangelio, los oprimen primero, porque se quedan con el dinero de otros y a veces de muy mala manera.

O porque se meten en el narcotráfico y también porque hacen negocios que implican que muchísimas personas sufran. 

Uno lo ve en tantos países de África o de América Latina, la misma Europa, Asia ni hablar. Esto que lo vemos en tantos sitios.

Hasta en el mundo de las criptomonedas, eso es lo que llaman las grandes ballenas que se van beneficiando de los ahorristas.

SER SERVIDOR DE TODOS

La lógica del mundo es esa: aprovecharse de los demás. Y Jesús le dice a los apóstoles: – Ustedes no pueden ir jamás con esa lógica.

El que quiera ser el primero que sea el último de todos, que sea el servidor de todos.

El liderazgo que yo les planteo, la manera de servir, la manera de gobernar podríamos decir, es a través del servicio, a través de abajarse, a través de hacerse el último.

ABAJARNOS

De manera que cuando estamos en una comida, estamos pendientes completamente de todos los que nos rodean, para ver si tienen agua, pan, si tienen cerca las fuentes, si no quieren comer más de un plato o de otro.

Recogemos los platos si hay que recoger, somos los primeros en levantarnos y, si hay que lavar, somos los primeros en lavar, sin que nadie se dé cuenta, sin que nadie nos lo pida y sin que nadie nos aplauda.

Y así con todo, cuando suena el timbre, cuando suena el teléfono, todas cosas que son ingratas, cuando suena el timbre en mi casa, a veces hay que bajar dos, tres pisos para atender la puerta, uno dice: bueno espero que haya alguien más cerca…

Jesús te dice no, baja vos, sé el último, abajate hasta materialmente, anda y atendé la puerta…

QUE LOS DEMÁS ESTÉN MEJOR, LIDERAZGO CRISTIANO

Y lo mismo con todo, en los viajes, el lugar más incómodo. Cuando sacan una bandeja llena de milanesas, me como la más sequita, siempre estar como pendientes de abajarnos, hacer lo que sea necesario para que los demás estén más cómodos. Para que los demás estén mejor.

Ese es el liderazgo que nos pide Jesús, es el liderazgo cristiano.

QUIERO SABER QUÉ HACER

Por eso pidamosle a Jesús, la gracia de tener esta lucidez, está sabiduría de saber siempre, en todo momento, qué es lo que hay que hacer.

No aprovecharnos de los demás, ni siquiera eso para ir en el lugar más cómodo del auto, con la mejor vista, o «safar» de hacer esos trabajos manuales que a veces nos toca hacer.

CRECER

Hace poco estuvimos en una casa de retiro y al irnos hay que cerrar todas las persianas y dejar mullidos de vuelta a los almohadones.

Hay que arreglar todo. Uno se puede hacer el tonto, porque éramos casi treinta y decir bueno, alguien lo va a hacer por mí.

Y no, Jesús te dice: no es problema de que lo hagan o no lo hagan, el problema es que vos crezcas o no crezcas.

Porque si no lo haces, tu corazón empezará a buscarse a sí mismo, vas a empezar a ser una persona que oprime a los demás, que usa a los demás, que ya no son un fin en sí mismo, sino medios para conseguir su propio beneficio.

BUSCAR SIEMPRE CRECER ESPIRITUALMENTE

Por eso tenemos ese peligro, ese riesgo siempre ahí. Esto lo vivieron los apóstoles que estaban permanentemente junto a Jesús.

Uno puede pensar cómo se les cruza por la cabeza estos dos salames: pedirle a Jesús ser sus primeros ministros, ocupar un cargo de relevancia en su Reino. No entendieron nada y estaban con Jesús todo el tiempo.

Jesús estuvo hablando siempre de un Reino espiritual. Jesús estaba hablando de un Reino en otros términos, cómo puede ser que no entendieran, que estuvieran tan despistados como para pedir una una cosa semejante, un poder temporal.

Pedirle a Jesús poder temporal, era como pedirle a Jesús plata. Jesús me prestas un millón de dólares porque quiero irme de vacaciones. Es más absurdo todavía que eso. Sin embargo, se lo piden.

Y ahí los vemos a san Juan y a Santiago Apóstol. Dos divinos, dos tipos increíbles, geniales, que se le están pidiendo a Jesús una tremenda barbaridad, es un riesgo que corremos todos.

EL PRIMERO EN EL SERVICIO

Por eso pidamos la Jesús que nos ayude a tener  sabiduría en el corazón  para servir.

Que este sea nuestro objetivo, hacernos el último de todos, hacernos el primero en el servicio.