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P. Manuel

5 min

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NECESITO DESCANSAR

Jesús quiere que descansemos y nos da las claves para que ese tiempo sea realmente provechoso.

Estamos en los primeros días de febrero y al menos donde vivo yo en el hemisferio sur, es verano y la gente se toma vacaciones en estos meses.

Hoy el Evangelio de la misa, trata precisamente sobre las vacaciones, sobre el descanso.

Dice el texto de san Marcos:

«En aquel tiempo los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado él les dijo: venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco, porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer»

(Mc 6, 30-34).

Está hablando después de la misión, después del envío que hace Jesús de ellos a predicar por diversos pueblos y ciudades, nos dice san Marcos que se fueron en barca, a solas, a un lugar desierto.

En primer lugar el Evangelio sigue, pero podemos ver cómo Jesús se preocupa del descanso de sus discípulos y por esos que han trabajado por Él, para extender el reino.

PARA TRABAJAR BIEN TENEMOS QUE DESCANSAR

NECESITO DESCANSAR

Por eso quizás podemos pensar en primer lugar en el Señor y agradecerle:

¡Gracias Jesús por tus desvelos de Buen Pastor!.

Porque así Jesús no está siempre exigiéndonos, pidiéndonos más, también el Señor nos comprende, nos mira, se preocupa por nosotros y quiere que descansemos. Quizá en ese sentido es bueno que pensemos que Dios quiere nuestro descanso.

A veces  podemos tener la idea equivocada de que Dios lo que quiere de nosotros es que trabajemos mucho y sí, en cierto sentido eso es verdad, tenemos que trabajar y mucho.

Pero Dios sabe que para rendir de verdad, para trabajar bien tenemos que descansar.

Sin descanso no podemos trabajar bien, necesitamos descansar porque somos seres con cuerpo, con psiquis y tanto la mente como el cuerpo necesitan relajarse alguna vez.

Y así es Dios, Él quiere que descansemos y nos anima a descansar.

A veces no es fácil descansar porque tenemos muchas obligaciones.

Pero tenemos que también buscar este tiempo, buscar esos lugares para cambiar de ocupación, para pensar en otras cosas, para divertirnos y distraernos. Bueno para cada persona todo esto en concreto significa algo distinto, cada uno tendrá sus modos de descansar y divertirse.

Pero pienso que el Evangelio nos da una clave que sirve para todos, porque Jesús no les dice váyanse y descansen cada uno como pueda, no, les dice:

“Venid vosotros a solas, a un lugar desierto a descansar un poco”

(Mc 6, 31).

Les dice venid conmigo y además venid en familia, al Señor no le gusta ese descanso egoísta, podríamos decir,  yo me pongo mis audífonos y que nadie me moleste y tampoco le gusta ese descanso desligado de Dios.

SALIR DE VACACIONES CON JESÚS

San Josemaría decía que así como de Satanás no se toma vacaciones, tampoco nosotros podemos tomarnos vacaciones de nuestro trato con Dios, hemos de descansar con Jesús.

Hemos de salir de vacaciones con Jesús. De Él no podemos tomarnos vacaciones, porque Él es el que nos ayuda a descansar de verdad.

Él es el que calma nuestro espíritu, el que nos da paz, nos da alegría y nos hace vivir el descanso de forma plena.

De hecho el Evangelio sigue y lo que sigue a continuación quizá nos da otra luz más potente todavía sobre el modo de descansar, porque es verdad dice el texto:

“Se fueron en barca a solas a un lugar desierto”

(Mc 6, 30).

Donde no hubiera gente, donde no hubieran cosas que hacer, porque estaban todo el día preocupándose de la gente y necesitaban un poquito más de soledad, de tranquilidad.

MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y PECES

CARIDAD SIEMPRE EN PRIMER LUGAR

Pero no dice san Marcos que:

«Muchos los vieron marcharse y los reconocieron, entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra aquel sitio y se le adelantaron,

al desembarcar Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor y se puso a enseñarles muchas cosas»

(Mc 6, 32-34).

Y esta es la otra gran enseñanza del Evangelio sobre el tiempo de vacaciones, sobre el descanso, que quizá en resumen se podría decir así: el criterio de nuestras vacaciones tiene que ser el mismo criterio que nuestros tiempos de trabajo, es decir, la caridad en primer lugar.

Ya lo decíamos las vacaciones no pueden ser un lugar egoísta, de encerrarse, pero sobre todo, más que negativo, pensar lo que no puede ser,  lo que tiene que ser las vacaciones es un lugar de servir a los demás, siempre la caridad.

Y de alguna manera el Señor lo que nos estará diciendo: —Eso es lo que te hará descansar mejor, preocuparte por los demás, eso es lo que te dará paz y lo que te dará alegría.

PREOCUPARME POR LOS DEMÁS

A veces, en algún caso puede suceder que en verdad estemos siempre preocupándonos de los demás o quizá tenemos que cuidar alguna persona mayor, alguna persona enferma.

Claro, nuestras vacaciones deberían ser no cuidarla, dejarla a cargo de otra persona, de otro familiar para también descansar un poco de ese cuidado.

Y efectivamente es bueno hacerlo, pero en ese descanso, no podemos dejar de vivir la caridad con otras personas.

O quizá rezando por esa persona la que cuidamos habitualmente, por esa otra que quizá no cuidamos pero con la que convivimos y quizá nos cae tan bien quizá, nos cuesta el trato con ella.

Las vacaciones, aunque estemos alejados de esa persona, es un buen tiempo para rezar por ella, para no dejar de tener misericordia con las personas que lo necesitan.

Tener como Jesús esa compasión de ver a las muchedumbres, a las multitudes y compadecerse de ellos, porque andan como ovejas que no tienen pastor.

Nosotros en estas vacaciones nos dice el Señor no podemos dejar de ser pastores. Quizá de un modo distinto a como lo somos durante el año habitualmente, pero siempre con ese corazón de Cristo.

 TIEMPO DE DESCANSO PARA CRECER EN AMOR

Podemos en ese sentido afrontar este tiempo de vacaciones, si es que lo tenemos en estos días y pedirle a Jesús, le podemos pedir ahora:

Señor ayúdame a descansar como Tú quieres que descanse. Que este tiempo de vacaciones sea un tiempo de crecimiento en el amor. Tiempo de preocuparme por los demás. Un tiempo de no caer en el egoísmo, sino vivir para Ti y para los demás.

La Virgen Santísima Nuestra Madre, como toda madre de familia nunca se separa de su familia ni en tiempos de trabajo ni en tiempos de descanso.

Madre mía, te pido que me ayudes a vivir siempre así, tanto en tiempo de trabajo como descanso, vivir la caridad de Cristo, para así descansar con Él y poder dar frutos que me lleven y lleven a tantas almas a la vida eterna.


Citas Utilizadas

Hebreos 13, 15-17. 20-21

Salmo 22

Marcos 6, 30-34

Reflexiones

Señor que mi tiempo de descanso sea tiempo de crecer en el amor, de imitarte y vivir para Ti y para los demás.

Predicado por:

P. Manuel

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