QUE TODOS SEAN UNOS NOS PIDE
En estos 10 minutos con Jesús, vamos a comenzar una antigua tradición del cristianismo que se llama: “Octavario por la unidad de los cristianos”, vamos a rezar durante ocho días por la unidad de los cristianos, en preparación de la fiesta de San Pablo.
Desde hace mucho tiempo, en torno a la fiesta de San Pablo, nos hemos propuesto los cristianos rezar por la unidad.
En estos 10 minutos con Jesús, no debemos de olvidar que son: un rato de oración; de relación con Jesús. Es importante recordarlo pues 10MCJ no es que sea una charla, no es una clase y tampoco es una reflexión doctrinal para aprender.
Es fundamentalmente un rato de oración personal con Jesús, un rato de relación como toda relación, que debemos fortalecer y que es lo que estamos haciendo. Haciéndola crecer todos los días, con pequeños palitos, con ramitas, con troncos, que forman un diálogo, que son el hablar con Jesús.
MINUTOS DE ORACIÓN Y DIÁLOGO CON JESÚS
Por eso es muy importante que cada uno de los que estamos escuchando, en este momento este Evangelio de hoy vayamos comentado, vayamos hablando con Jesús. Que le digamos: “Señor, estoy acá escuchándote y quiero, que esto… que se diga en el Evangelio, me llega al corazón. Decirle: “ayúdame, quiero ser un buen hijo tuyo, buen discípulo, quiero ser un testigo de tu amor, quiero ser un testigo de tu vida, quiero parecerme cada vez más a vos”.
Aunque a veces sea un signo de contradicción, como sucede en nuestra época y los demás no nos comprendan, aunque a veces nos traten mal o nos traten con palabras duras, como si fuéramos locos o necios.
Queremos seguirte Señor, cada uno de los que estamos escuchando, este Evangelio queremos parecernos más a vos.
Cada uno en su oración va a decirle a Jesús con sus palabras, esta misma idea: “Señor: Dame un corazón semejante al tuyo” y por eso recordando que Jesús dijo: “Sean todos uno con el padre, como tú y yo, somos uno”.
Jesucristo pide para sus discípulos, pide para sus testigos, pide para los cristianos y para cada uno de nosotros: esa unidad. ¡Que seamos uno!.
¿Porqué? Porque el sarmiento tiene que estar unido a la vid, porque si no, no puede dar fruto. Tenemos que estar unidos a Cristo. Sí no, no damos frutos.
DONDE HAY DIVISIÓN ESTÁ DETRÁS EL GRAN DIVISOR
El hecho de que los cristianos a lo largo de los siglos, nos hayamos peleado por cuestiones doctrinales, por cuestiones disciplinares, por cuestiones políticas, por cuestiones humanas muchas veces y a lo largo de la historia, es un verdadero escándalo para Jesucristo y un verdadero escándalo para el cristianismo.
Porque cristianos divididos, no son creíbles. ¡No pueden ser creíbles! Porque donde hay división está el maligno, que es el gran divisor. Aquel, que introduce la división entre los hombres, el que introduce la desconfianza. ¡El que está en todo!
Es el gran divisor el que tienta a Adan y a Eva diciéndoles, que iban a ser más que Dios… que Dios los había engañado… que Dios era un mentiroso, que Dios les está ocultando el principio de la sabiduría. Les dice, que si quieren ser realmente sabios y si querían ser realmente divinos, si querían tener el verdadero poder: “tienen que violar la confianza de Dios”.
Y tenían que hacer eso que Dios les había dicho que no podían hacer, que era: no comer del árbol del bien y del mal. Y que quizás era un árbol más de aquel Edén, pues esto no era importante, lo importante era la confianza. El hecho de confiar siempre en Dios. ¡Ese era el caso!
DIOS QUIERE QUE CONFIEMOS
Adan y Eva no confiaron y se introduce la división, se introduce el mal, se introduce el pecado. Esto, porque no hay unidad, no hay unión, no hay confianza. Por eso el gran divisor, siempre está detrás de todas las divisiones entre los cristianos, entre las familias. Entre los amigos y también entre los padres e hijos. Siempre que hay una división, el gran divisor está detrás.
Por eso, vamos a rezar por los cristianos juntos y decimos: “Jesús nos gustaría volver a ser uno”. Volver a ser uno, en Vos. Que nunca más, los sarmientos nos separemos de la vid, el tronco que es esa sola Iglesia.
Por eso los últimos pontífices y tanto pontífices en realidad, han recordado y han dicho de alguna manera u otra, que es un escándalo para el corazón del cristianismo la división entre los cristianos. La separación de cristianos ortodoxos, que se separan en el año 1000, como consecuencia de una serie de cuestiones doctrinales y políticas. Pero qué es un escándalo la separación de los cristianos ortodoxos a los cristianos católicos.
Luego, en 1517 aproximadamente se produce esa otra gran división de los cristianos protestantes. Y así conformamos estos tres grupos de cristianos: ortodoxos, protestantes y católicos.
UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
Los católicos tenemos muy claro que Dios subsiste en el cristianismo y que de alguna manera en la continuidad de la sucesión apostólica, y que esta es la verdadera Iglesia. Pero esta verdad no es un obstáculo para la unidad, realmente queremos esto, pues, si no no seríamos católicos.
Tenemos claro que, nos hemos mantenido fieles en la sucesión apostólica, a lo largo de los siglos y a pesar de los pesares. Esto muy a pesar de la indignidad de tantos pontífices, de tantos obispos, de tantos cristianos, que han sido poco ejemplares o muy poco ejemplares. O incluso, que han sido verdaderas piedras escándalos.
Pese a esto, los cristianos nos hemos mantenido unidos, porque entendemos que en la sucesión apostólica, en la unidad es donde nos vamos a encontrar con con Dios, a pesar de que a veces los postores sean auténticos lobos cubiertos con piel de oveja.
Por eso le pedimos a Jesús, que nos ayude hacer uno en Jesús, a que tengamos el mismo corazón, la misma alma, la misma fe y la misma caridad, que todos nos unamos.
Por esto, buscamos los puntos en común, y estamos con la iniciativa de cristianos de los tres grandes grupos. Buscando esta unidad, buscando esas cosas que nos unen.
CARIDAD Y MARTIRIO, IMPULSO PARA LA UNIDAD
Un ejemplo de esto es el martirio, que ha sido una de las cosas que nos ha unido, pues tanto los mártires protestantes, como los mártires ortodoxos y los mártires católicos, tienen en común, que todos se han dado la vida por Cristo, y esto es un motivo de unidad enorme y fuerte.
Otro ejemplo, es también la caridad en acción. Existen muchos hermanos protestantes, hermanos ortodoxos, que junto a los católicos ayudan en tanto continentes, como África Asia, América.
Los testimonios de la caridad en acción y los testimonios del martirio son probablemente un gran impulso para esta unidad, para que volvamos a la unidad. Se han dado pasos muy buenos para volver a la unidad entre ortodoxos protestantes y católicos. Cada vez los pasos se han agigantado y están cada vez más cerca de la plena unidad.
LA UNIDAD COMO ANTÍDOTO
La unidad plena, es un gran antídoto para las descristianización de la sociedad. Es por esto que es muy importante que recemos, que le pidamos ahora a Jesús, en este rato de oración, que nos ayude a ser devuelta, una sola Iglesia. A que todos vivamos con un solo corazón, una sola fe, un solo bautismo.
Que seamos Uno, como el Padre, es uno con Jesús y el Espíritu Santo. Como la Trinidad es una. Y que también los cristianos estamos llamados a ser uno. Y que nunca más nos volvamos a dividir, a lo largo de la historia, por los motivos que fueren y sin importar cual fuera el caso.
Por eso, en nuestra oración de hoy, le pedimos al Señor y ponemos en sus manos la unidad. Y nosotros nos comprometemos a rezar a lo largo de estos ocho días, por la unidad de todos los cristianos.