Estoy leyendo un libro de Robert Barron, the Bishop Barron, quien es un gran evangelizador muy conocido. El libro se llama “Encender fuego en la tierra”. No tiene ningún reparo en contar sus grandes aficiones, es gran aficionado al béisbol, al golf, a Bob Dylan.
Explica cómo desarrolló con esas aficiones una convicción de que el mejor modo de exponer una idea nueva, ante alguien, es comenzar por lo que la hace hermosa. Tratando de mostrar la belleza, presentar la belleza de eso de que está hablando. Después, sí, hablar de las estructuras o de las normas que hacen posible vivir así.
Hay un capítulo en este libro que se titula así: La teoría de la belleza. Y dice que la belleza es la clave de todo, porque la belleza lleva a la bondad y a la verdad. Va teniendo varias citas de autores conocidos, por ejemplo, una del cardenal John Henry Newman, que dice que la belleza o el sentido de la belleza es la capacidad natural que tiene el hombre de darse cuenta de que está en presencia de algo grande, inspirador, ennoblecedor; en una palabra, hermoso o bello.
Más adelante da un ejemplo, dice que, muchas veces, recurren a él jóvenes y además en su canal de YouTube lo ven centenares de jóvenes. Entonces, hay veces que tienen que hablar de temas difíciles. Temas en donde no es tan fácil ver la belleza o la luz. ¿Verdad?
ARGUMENTOS Y RAZONES
Dice que cuando habla del aborto, normalmente, se ha servido de la película Juno. Porque allí hay una manera muy bonita, delicada de hablar de la belleza. Cuenta cómo la protagonista va a una clínica para abortar y ahí se encuentra con un manifestante, que resulta ser una compañera de clase, y que le dijo: Oye, ¿qué estás haciendo acá?… Solamente le dice una cosa: Mira, tu bebé tiene uñas.
Solamente le dice: “Tu bebé tiene uñas.” Y en la siguiente escena se ve gente en la sala de espera, mordiéndose las uñas, limpiándose las uñas, examinándose las uñas…
Entonces Juno decide no abortar y se marcha de repente. Dice el Bishop Barron, el Obispo Robert Barron, que ahí está lo que dice Newman: hay argumentos y razones. Pero, entonces, aparece la chica que dice que el bebé tiene uñas y eso es lo que lleva a Juno a aceptar la propuesta de no abortar.
Algo similar ocurre con el catolicismo. Tenemos el baúl de los recuerdos con su petate de liturgia, canciones, santos, oraciones, procesiones, manifestaciones, argumentos y demás… Y tenemos que ser flexibles y creativos en su uso.
¿Por qué te cuento todo esto? Porque hoy en el evangelio hay unos personajes que son bastante inoportunos, empiezan a decirle a Jesús: Oye, esto no lo puedes hacer en sábado…
Incluso como es el evangelio de san Lucas, en el capítulo 6 hay dos escenas que son simultáneas, una detrás de la otra. Primero, Jesús en el evangelio de Lucas los fariseos le dicen: ¿Por qué tus discípulos y tus apóstoles están cogiendo espigas en sábado?
Después, la siguiente escena, Jesús cura a un hombre de una mano saca y también le dicen, por qué hace esto en sábado. Esto no se puede hacer en sábado.
LO QUE NOS DEBE LLEVAR A ACTUAR ES LA BELLEZA
“En la época tuya, Jesús, existía una clasificación de treinta y nueve especies de trabajos prohibidos.” ¡Increíble! Tremendo, ¿no?
Aquí es importante darnos cuenta cuál es la razón para hacer las cosas. ¿Qué es lo que nos lleva a hacer las cosas, las reglas, la ley, las normas?
En la serie The Chosen, probablemente la has visto, precisamente el capítulo en el que los apóstoles cogen espigas es muy simpático, porque no son los fariseos los que indagan a Jesús. No son los fariseos que aparecen inmediatamente a decirle: Oye, ¿qué están haciendo? Oye, eso no se puede hacer… No. Si no, que los que indagan a Jesús son los mismos apóstoles.
La escena es al revés, han curado un hombre de una mano seca, ha habido una gran discusión, es sábado, no se puede… Y salen los apóstoles de la Sinagoga y se ve que Pedro tiene hambre, empieza a coger espigas, a arrancarlas -creo que tiene que frotarlas- y empieza a comer espigas.
En ese momento es cuando los apóstoles miran a Jesús, miran a Pedro y dicen: Uyyyy, acaba de hacer algo que no se puede hacer en sábado.
Me pareció muy interesante esta interpretación o está explicación del autor The Chosen, porque no son los fariseos insoportables, si no son los mismos discípulos los que indagan a Jesús y miran a ver qué va a decir.
Entonces, Jesús les dice: Hagan lo que quieran, cojan espigas, adelante. Si tienen hambre, pues adelante… Todos se detienen y esperan a ver qué va a decir Jesús.
“Señor, a mí me parece muy bonita esta manera de vivir: No ir a las normas. Tenemos que saber los mandamientos, conocer los mandamientos, formarnos, conocer la doctrina, pero lo que nos debe a llevar a actuar es la belleza. No son las normas, es la belleza.” Que Jesús esté contento.
QUE JESÚS ESTÉ CONTENTO
Es a ver qué le parece a Jesús, sin preguntarle, sin pedirle cita, ¿no? Simplemente con una mirada. “Señor, que así sea todo en mi vida. Sentir tu mirada, en Ti.”
Muchas veces, pues tendré que detenerme y decir: Uy, creo que lo que estoy haciendo no está bien. ¿Señor, qué piensas Tú? ¿Cómo me estás mirando Tu? ¿Será que tengo que echar reversa? Ahí está la clave: ¿Qué dice Jesús? ¿Qué piensa Jesús?
Hay una frase que en estos días me está sonando mucho. La estoy meditando, que es: “Nadie va al Padre, sino es por mí.”
Tú, Jesús, eres el encargado de llevarme al Padre y no lo haces por la fuerza, no lo haces aburriéndome, no te presentas para decirme cuáles son los treinta y nueve preceptos.
¿Cuál es, Señor, tu estrategia? ¿Lo sabemos? El amor, el amor. Que yo pueda hacer las cosas por amor, que pueda descubrir la belleza de las cosas por amor.
Para eso, los discípulos tuvieron la experiencia. Tuvieron la experiencia de vivir junto a Cristo la libertad interior, la libertad del espíritu. A Jesús no lo llamaban Maestro porque todo el tiempo estuviera dando lecciones o qué sé yo… dando clases de teología moral o de o de ética, no, no.
EL MAESTRO
Lo llamaban Maestro porque veían en Él un modelo de vida. Apreciaban su estilo de vida, su modo de mirar, de asimilar el cansancio, de tratar a los inoportunos, de rezar -eso les llamaba poderosamente la atención- de tratar a las mujeres, por ejemplo.
Señor, Tú vas caminando, Tú vas de aldea en aldea y vas enseñando, así es como enseñas. Por eso, yo te sugiero que leamos más el evangelio, porque ahí descubriremos esas miradas. Ahí entenderemos mejor cómo se comprende en el catolicismo el tema de la ley y los mandamientos, las reglas.
“A veces, nos pueden, Señor, entender mal. Que somos los rigoristas, fanáticos, súper radicales y no. Todo eso está anclado en Jesús y Jesús no es así, Tú no eres así, Señor.”
Señor, que vaya descubriendo lo que a Ti te agrada. Que vaya en busca de la belleza, de la verdad y del bien, porque están unidos. Pero, sobre todo, Señor de tu mirada.
Madre mía Inmaculada, ayúdame a descubrir el valor de la libertad interior, para que yo pueda hacer lo que quiera, siempre; pero, buscando agradar a Jesús, buscando la mirada de Jesús. Esperando que Jesús me diga con su mirada: -Hágale, tranquilo, hágale, coma todas las espigas que quiera…