Señor, qué maravilla, aquí estoy en el oratorio. Está vacío y por eso he querido venir a hacer este ratico de oración, a grabar esta meditación, que no es grabar es hacer mi oración en voz alta. Señor, qué bueno que podamos mirarnos; tú me miras, yo te miro.
Y me haces una pregunta hoy: ¿A quién pues compararé los hombres de esta generación, a quién son semejantes?
“En aquel tiempo, dijo el Señor: «¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?»”
(Lc 7,31-32).
Esa es la pregunta que nos haces hoy. Como si nos preguntaras, ustedes como generación ¿Por qué se caracterizan? ¿Cuál es la característica de ustedes como generación?
Y me gustaría, Señor, hablar de esta época como la época de las grandes gestas del ciclismo; acabamos de ver como un equipo ha conseguido el tricolor de las camisetas más importantes del ciclismo mundial. El rosado en el Giro, el amarillo en el Tour de Francia y ahora un corredor del mismo equipo ha conseguido el rojo de la Vuelta a España. O la época de las grandes gestas del tenis, Djokovic 24 Grand Slam, una cosa que quién sabe si se pueda repetir, y puede conseguir más.
GENERACIÓN DEL RELATIVISMO
Pero Jesús, tengo que contarte algo. Y es que desde chiquito, desde que estaba en el colegio, escucho que esta generación es la generación del Relativismo. Hay muchas cosas que pueden ser relativas y que son relativas. De hecho es verdad, el relativismo es cierto, es verdad muchas cosas, hay diferentes puntos de vista, bueno ya lo vamos a mirar…
Pero el relativismo peligroso, tramposo, es el relativismo moral que es un cáncer ideológico de este tiempo. Porque hay muchas cosas que demuestran que es un cáncer. Una de las cosas por ejemplo, es que todo lo que sea fidelidad a la verdad se le pone inmediatamente una etiqueta peyorativa: fundamentalismo, intransigencia, intolerancia.
Claro, todo vale, todo es relativo. Y no todo es relativo, no todo vale. Otra ley del relativismo: no hay verdades absolutas. Claro que hay verdades absolutas: el número π 3,1416. No, es que para mí es 8,2650 ; no, ese no es π. O para mí el agua es NH 3, no es H2O; no, NH 3 es amoniaco.
Y esto es indiscutible, hay muchas cosas indiscutibles en la vida. En la religión, Señor, hay muchas cosas indiscutibles, otras opinables. Cosas opinables: “0º es frío; para un escandinavo, para un polaco, 0º es calor porque se mantienen y hay temporadas de 20º bajo cero. Para ellos 0º es calor. Pero para una persona que viene del trópico, 0º es mucho frío”.
OTRA DE SUS TRAMPAS
Otra de las premisas del relativismo: depende de donde se miren las cosas; también, sí eso es una manera de mirar la trampa del relativismo. Otra, Señor: está bien vamos a quedarnos en la mitad entonces, término medio; y no siempre es así, porque una persona puede decir que la capital de Colombia no es Bogotá sino que es Tunja. “Ah pues muy sencillo vayamos al término medio, la capital de Colombia es Zipaquirá. Mejor dicho , más concretamente, Chocontá que está a 70.3, 73.5 km de Bogotá, Tunja está a 141 km de Bogotá la mitad más o menos 73.5; Chocontá es la capital de Colombia…”.
Y no, la verdad no siempre es el término medio. La verdad alguna vez está en un extremo. Y esa verdad muchas veces es absoluta y es indiscutible. Las verdades a medias, muchas veces son las peores mentiras.
Por ejemplo, aborto: interrupción del embarazo. Esto es verdad sí, porque efectivamente se interrumpe el embarazo. Pero el aborto también es el asesinato de un inocente. Y eso es una verdad. Todos los médicos saben que un ser humano comienza en el momento de la concepción. El nuevo ser humano tiene un código genético diferente al de sus padres desde el momento de la concepción, eso es indiscutible.
PREGUNTANDOLE A LUZIA
Basta preguntarle, por ejemplo, a la inteligencia artificial ¿en qué momento comienza la vida humana? Yo lo acabo de hacer preparando esta meditación con LuzIA de inteligencia artificial. Le pregunté (es un chat que hay en whatsapp) “LuzIA¿en qué momento comienza la vida humana? LuzIA me responde: la vida humana comienza en el momento de la concepción”. (Si quieres puedes hacer la prueba con cualquier motor que tengas de inteligencia artificial).
No es lícito condenar a muerte a un inocente nunca, jamás! “Señora, pero es que yo le sugiero que aborte porque lo que usted lleva en su seno es un monstruo” (ahí les dejo un titular en la página web de 10 min con Jesús)
Un titular que dice así: “Iba a ser un monstruo” Había que abortarla… Anna Valle fue Miss Italia y hoy triunfa como actriz.< Es un titular de un medio de comunicación del 25 de julio del 2020 a las 19:10 h de la noche. Imagínate una niña que el médico dijo que había que abortarla y después terminó siendo Miss Italia y concursando en Miss Universo. Sí era un aborto, pero de hermosura; era un monstruo pero de hermosura.
O por ejemplo Señor, la eutanasia: muerte dulce. Puede que sí, se muere sin darse cuenta, es verdad. Pero la realidad es que la eutanasia es el asesinato de un viejito inútil, que no sirve para nada ya, y así hay que llamar a las cosas también.
LA LEY HUMANA NO PUEDE CAMBIAR LA NATURALEZA
Señor, Tú pudiste haber redimido al mundo con una canción pero lo has querido redimir con el dolor. Por eso nosotros no somos quiénes para definir cuándo una persona tiene que morir, y no podemos huirle al dolor y escondernos del dolor y del sufrimiento porque es redentor.
El otro día escuché una frase, esas que a uno lo dejan pensando:
“Las espinas pinchan cuando se pisan no cuando se besan”
Qué belleza. El dolor cuando lo rechazó, cuando pataleo, sufro más; en cambio, si lo acepto con espíritu cristiano, incluso eso me ayuda a tener una esperanza diferente, es una virtud.
Nunca se puede matar a un enfermo si se le puede ayudar a bien morir naturalmente, con medicinas paliativas pero no lo puedo asesinar, eso es la eutanasia.
Señor, otra verdad a medias: la ampliación de los derechos matrimoniales. ¿A quiénes? A las parejas de homosexuales, por ejemplo, y no. No les podemos dar los mismos derechos que el matrimonio. No toda ampliación de derechos es justa. No se puede ampliar un derecho, por ejemplo, de que mi vecino utilice mi bicicleta; ampliemos los derechos y que utilicen mi bicicleta, no es justo.
Es injusto tratar de modo diferente dos cosas iguales, como tratar igual dos cosas diferentes. Dos hombres no pueden ser un matrimonio; es una unión pero no es un matrimonio y no pueden tener los mismos derechos de un matrimonio. La ley humana no puede cambiar la naturaleza
DERECHOS UNIVERSALES
Las leyes de los hombres sí quieren cambiar la naturaleza muchas veces y eso es injusto.
“Aunque la ley de los hombres pueda dar leyes para que los burros vuelen, a los burros no les salen alas”
Eso lo decía el padre Jorge Loring (de él he tomado algunas ideas para esta meditación).
“No, pero es que todos debemos tener los mismos derechos” Pues no, eso sería injusto. “Todos iguales” Pues no. Si yo soy un enano y un pequeñín y tengo una pierna atrofiada no puedo reclamar el derecho de ser el delantero centro de mi selección, de la selección Colombia, de jugar con James y con cuadrado; no puedo…
Hay muchos derechos que son universales pero hay otros derechos que no son universales. No se puede pedir un derecho que no me pertenece. “No, pero es que la Iglesia margina…” La iglesia nunca va a marginar a nadie. La Iglesia es una madre, y una madre por naturaleza, nunca margina a ningún hijo. La Iglesia te respeta como persona pero no puede aprobar una desviación moral.
La Iglesia lo que no puede es aprobar una conducta prohibida por la Biblia ni por la ley natural. “¿Pero entonces los homosexuales no pueden llegar a ser santos?” Claro que sí, como cualquier hombre si se domina y vive las virtudes. Así como el esposo, si le gusta la vecina, se tiene que aguantar y se tiene que dominar.
EXISTE EL BIEN Y EL MAL
Cuando nos apetece lo que es malo, nos tenemos que aguantar, nos tenemos que dominar y eso es virtud.
Señor, aquí estoy contigo. No es lo mismo la verdad que la mentira. No es lo mismo la fidelidad que la traición. No es lo mismo la honradez que la corrupción. Y las cosas no son todas iguales, ni todo vale. Los medios de comunicación muchas veces nos engañan.
Por ejemplo, una mentira que por ahí puede salir de vez en cuando en medios de comunicación, sobre todo en personas famosas: “Fulanita de tal ha iniciado un nuevo romance de amor “ Pero ningún medio de comunicación dice: “Fulanita de tal ha iniciado un adulterio”.
Señor, muchas veces me pregunto ¿Por qué no escribiste un libro con todas las cosas claritas? Para que nos facilitaran mejor la forma de saber que las cosas no son relativas, que existe el bien y el mal. ¿Pero qué hiciste Tú, Señor? Vivir.
Jesús vino para enseñarnos lo que es un hombre y cómo debe vivir un hombre. Por eso la verdad está en Ti, Tú eres la verdad. Jesucristo es la verdad. Jesús que te vea, que te conozca, que te trate, que te ame. Quiero imitarte, quiero ser otro Cristo. Gracias Señor por escucharme, por mirarme en este ratico de oración.