Icono del sitio Hablar con Jesús

SANTO TOMÁS DE AQUINO

santo Tomás

UN GRANDE

Celebramos la fiesta de Santo Tomás de Aquino. Hoy 28 de Enero. Lo primero que nos podemos preguntar es ¿por qué la celebramos? Si no es nuestro patrono, ni siquiera intercesor habitual, no hay unas preces o recomendaciones. Que nos hagan buscar su patrocinio.

De hecho, es una de las pocas fiestas que se celebra en muchos seminarios e institutos de teología.

¿Qué es lo que hay detrás de este santo?

Está el tema de la formación…

LA NECESIDAD DE FORMACIÓN

Debemos ser muy conscientes de la necesidad de formarnos muy bien.  Concretamente en nuestra formación doctrinal en la filosofía y en la Teología. Esta formación doctrinal  se fundamentan en la doctrina de Santo Tomás de Aquino, siguiendo la recomendación del Magisterio de la Iglesia y también en el Concilio Vaticano II.

Podemos encontrar, que siempre apuntan a este hombre…Santo Tomás de Aquino.

Esto es importante para todos.  Pero de modo especial, para los que tienen encargos de formación y de gobierno. Por eso hoy vamos a celebrar a esta fiesta, para pedirle a Santo Tomás, que nos guíe y nos dé su luz.

La fiesta de hoy nos hace considerar la necesidad de una sólida formación doctrinal-religiosa, que sea realmente sustento firme de la fe, de modo que siempre y en todo momento nuestra vida y nuestra actuación sean plenamente cristianas. Que todo sea cristiano.

LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO

Somos muy conscientes de que, la santidad es el seguimiento de Cristo. Hace cincuenta años, algunos teólogos –católicos y protestantes– se preguntaron cuál era la esencia del cristianismo: lo realmente específico, lo que engloba todo. Algunos sugirieron que era la fe, otros, decían que era la caridad, el amor…

Pero, algunos se dieron cuenta que la respuesta definitiva es: que el cristianismo no se puede reducir a una virtud. Y que la esencia del cristianismo es fundamentalmente, una persona: Jesucristo.

Conocer su enseñanza, conocer a Dios.

Si no le conocemos, no le podemos querer. ¡No podemos seguirle! Por eso tenemos que tener esa ansia por conocer más a Cristo. Ese Vultum tuum Dominem requidam. -Jesús, quiero ver tu rostro, Señor, quiero ver Tu rostro-.

Somos hijos de Dios, somos hijos pequeños y queremos ser piadosos…”piedad de niños y doctrina de teólogos”, Piadosos como niños, si… pero no ignorantes. Porque cada uno, hemos de esforzarnos en la medida de las posibilidades, en el estudio serio y científico de la fe y de todo lo que es la teología.

La doctrina que tiene un niño es insuficiente y necesitamos formarnos.
Debemos de pensar:

¿Qué haces tú, para formarte más?

Leer el catecismo de la Iglesia…

FORMACIÓN PARA LA PIEDAD Y EL APOSTOLADO

Y esta formación, es lo que intentamos hacer aquí, en estos 10 Min con Jesús. Intentar, ser una máquina apostólica y qué también, sirvan para que otras personas aprendan a hacer oración. ¡Si, esto es lo que nosotros buscamos!

Y para que todo esto tenga sentido, tenemos que tener formación; tenemos que intentar tener cada vez más formación. Intentar tener cada día más.

La primera virtud, que tenemos que buscar es: el amor por la verdad. Esta fue también una gran virtud de Santo Tomás de Aquino.

Dice San Josemaría: “no tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte”. Algo muy fuerte, pero muy cierto. Tiene sentido porque Jesús es la Verdad: Ego sum veritas! Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

Veritas… la Verdad.

Y la relación con la fe y la verdad es directa. Por eso quien te presenta la verdad, quien te lleva de la mano a la verdad, tienen que ser: maestros comprobados. Santo Tomás de Aquino, fue uno de ellos. Uno de los más importantes.

UNA SOLA VERDAD

Vivimos en una época de relativismo: lo vemos a nuestro alrededor, donde la verdad no está bien valorada, donde cada uno tiene su propia verdad. Y también, quizá se nos mete por ósmosis, como quien se contagia de COVID.

La gente tiene una razón débil, que piensa que no puede encontrar la verdad. Para nosotros los cristianos, es importante que nos esforcemos por entender las razones por las que creemos.

No podemos, dejarnos llevar por el sentimiento (tenemos corazón, con el que amamos al Señor y a los demás), pero no puede mandar el sentimiento. Tampoco es bueno que mande la pura voluntad (voluntad de hierro, que sin duda es muy importante) pero no basta hacer las cosas porque sí, si no, a veces nos cansamos, a veces parece que nos rompemos…

Tiene que mandar la inteligencia, esforzándonos por entender las razones, por convencernos –con humildad, también– de que eso es lo lógico, lo que la Iglesia nos dice, los mandamientos, tenemos que intentar profundizar, para luego poder infundir. Por eso tantas madres quisieran tener más conocimientos para poder ayudar a sus hijos a que no se equivoquen. estos son conocimientos que tenemos que sacar…

Tenemos que difundir la verdad con caridad, veritatem facientes in caritate. Saber expresar con palabras las verdades de fe, de manera que sean comprensibles y amables.

LA AMABILIDAD DE AMBROSIO

San Agustín cuenta en las confesiones su encuentro con S. Ambrosio de Milán. San Agustín no era cristiano, no conoce la verdad: (en su libro, dice) “En Milán encontré al obispo Ambrosio: aquel hombre de Dios me acogió como un padre. Yo comencé enseguida a quererlo, primero no ciertamente como maestro de verdad, porque no tenía ninguna esperanza de encontrarla dentro de tu Iglesia, sino como persona que me mostraba la benevolencia. La suavidad de su palabra me encantaba”. Esto fue lo que le fue moviendo y abriendo a la verdad.

Cuentan también de Santo Tomás de Aquino que era tan bueno con sus compañeros que a veces le tomaban del pelo y que a veces le decían que era “El buey mudo”. Y esto porque era un hombre grandote. Alguna vez le decían: Mira, Tomás: –Un burro volando-,  Tomás, se acercaba a la ventana… veía y les decía: – No, aquí no hay ningún burro- y los demás se ponían a reír. Y luego le decían –¡Que inocente eres Tomás! a lo que respondía: – Es que prefiero pensar que un burro vuela, a que un Fraile me mienta-.

Esto, nos da la idea de cómo puede ser la bondad, necesaria para transmitir con fuerza, la verdad.

Santo Tomás, nos ha dejado unos legados impresionantes. Los conoces seguramente, aunque tal vez no sabes su autoría, como: El Adorote Devote: es un himno Eucarístico, que es precioso; también algunas oraciones que rezamos al final de la Misa, para dar gracias a Dios, que son también de Santo Tomás; La Suma Teológica, que abarca un montón de cosas y que en Teología, es la base sobre la que se apoya muchísimos razonamientos y de las fórmulas para poder explicar las cosas sobrenaturales.

Santo Tomás es un GRANDE…. por eso estamos hoy de fiesta.

Y por eso pídele al Señor, que te ayude a ser más delicado para formarte más… que seas más puntual en tu círculo, en tus charlas de formación, en los retiros mensuales, que pidas libros y que tengas ansias de formarte para transmitir mejor la verdad.

Ponemos estas intenciones en las manos, de San José y también de la Virgen María.

Salir de la versión móvil