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SAXUM

Don Alvaro del Portillo
ESTAMPA DEL BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO

Hoy tuve una entrevista virtual con unos papás del colegio, del cual soy capellán, una conversación muy amable, muy distendida y resulta que la señora me contó la siguiente anécdota:

Padre, imagínese que estaba rezando el otro día en una capilla del Santísimo en una iglesia en Bogotá, habían otras dos o tres señoras también, pero en el sitio en que yo estaba, en el piso había una estampita, cuando la recogí me di cuenta que era la estampa del Beato Álvaro del Portillo, vi su rostro amable y sencillo e inmediatamente empecé a hablar con él y recé la oración que traía la estampa.

Le encomendé una intención…que mi esposo consiga un trabajo más cerca, porque actualmente vive en los Emiratos Árabes, y ahí quedó la cosa.

“EL SANTO DE LA ESTAMPA”

Unos días después estaba yo en mi casa  viendo videos de youtube  y me topé con el testimonio de un jóven ateo, en algún momento este joven habla del beato Álvaro del Portillo, y pensé cabal “es mi santo”, el que aparece en la estampa.

Y le pregunté:- ¿Tú sabes quién es Álvaro del Portillo?

me contestó: -No sé quién es.

Y tú sabes  -¿Quién es san Josemaría Escrivá de Balaguer?

-Si, es el fundador del Opus Dei, el que inspiró el colegio en el que mi hija estudia y en el que usted trabaja.

PRIMER SUCESOR DE SAN JOSEMARÍA

Pues te quiero contar que Álvaro del Portillo fue el primer sucesor de san Josemaría, es de la familia.

Me dijo: Padre ayúdeme a encomendar para que mi esposo consiga un trabajo más cerquita, porque está lejos de la casa.

Entonces le dije: vamos a encomendar a don Álvaro esa intención especial.

DON ÁLVARO CAMINO A LOS ALTARES

Te cuento esta historia porque hoy es la fiesta del beato Álvaro del Portillo, y vamos a conversar con Jesús de este beato que está en proceso de canonización, camino a los altares.

A DON ÁLVARO LO ELIGIÓ DIOS

En una entrevista le preguntaron a Mons. Javier Echevarría, que fue el segundo sucesor de san Josemaría, sucesor del don Álvaro del Portillo, era entonces Prelado del Opus Dei, le preguntaron:

“¿Es cierto que Monseñor Escrivá, fundador del Opus Dei, tenía predilección por usted?

– ¿Por mí?… ¡No, no!… Eso no. Quizá, conmigo y con otros que vivíamos cerca de él tenía más confianza.

Pero nunca tuvo hijos predilectos.

De haber tenido alguno, sería don Álvaro, porque era un instrumento muy valioso para la Iglesia y para el Opus Dei.

Y hay que recordar que el fundador solía decir: “A don Álvaro no lo elegí yo: fue Dios quien lo puso a mi lado”.

INSTRUMENTOS VALIOSOS

«Señor, preparando este rato de oración y mirando el Evangelio, veía que Tú tienes algunos instrumentos a los que eliges y llamas para una misión muy concreta.»

Dice el Evangelio de san Juan, de la misa de hoy:

“Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:

En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido”.

(Jn 13, 16-20)

 INSTRUMENTO PARA QUE SAN JOSEMARÍA FUERA SANTO

Entonces pensé aquí está la conexión con el Evangelio:

“Yo sé bien a quienes he elegido”.

Y don Álvaro del Portillo efectivamente fue instrumento elegido por Dios para secundar los deseos de santidad de san Josemaría, para que san Josemaría fuera santo, porque el Señor se lo pidió.

San Josemaría fundador del Opus Dei.

Don Álvaro del Portillo fue su confesor, su amigo, lo corregía en todo.  Hay muchas anécdotas donde san Josemaría dice que don Álvaro no le deja pasar una, claro cómo le iba a dejar pasar una si lo que Dios quería era que san Josemaría fuera santo, y don Álvaro era instrumento para animarlo, para sostenerlo en el camino, en esa lucha por la santidad.

DON ÁLVARO DEL PORTILLO Y DIEZ DE SOLLANO

Pero quién era don Álvaro del Portillo y Díez de Sollano?

Nació en Madrid en 1914 en una familia numerosa

Estudió bastante en su época universitaria: se doctoró de Ingeniero de Caminos, Filosofía (sección historia) y Derecho Canónico.  Se ve que tenía una mente privilegiada.

En 1935 recibió la vocación al Opus Dei

En 1944 fue ordenado sacerdote

En 1975 es elegido primer sucesor de san Josemaría.   San Josemaría muere ese año.

En 1991 recibió la Ordenación episcopal de manos de san Juan Pablo II, de quien fue muy buen amigo.  Cuando murió don Álvaro, san Juan Pablo II se dirigió a la Iglesia donde velaban los restos mortales de don Álvaro y ahí estuvo rezando delante de los restos de su amigo.

Muere el 23 de marzo de 1944.

Fue beatificado el 27 de septiembre del 2014 en Madrid, yo tuve la fortuna de estar ahí, ¡Maravilloso!

«Pero bueno, Jesús, estamos haciendo oración. Solo quería hacer un pequeño semblante de este hombre que Tu quisiste sobre todo, para secundar el deseo de santidad de san Josemaría y después de todas las personas del Opus Dei, porque fue su primer sucesor.»

SAXUM: ROCA

En algunas cartas el Fundador del Opus Dei se refería a don Álvaro como Saxum, que significa: Roca.

«¡Saxum!: confío en la fortaleza de mi roca».

«Jesús te me guarde, Saxum. Y sé que lo eres. Veo que el Señor te presta fortaleza, y hace operativa mi palabra: Saxum! Agradéceselo y sedle fiel».

La elección de este apelativo —Saxum, roca— revela que san Josemaría veía que ese joven ingeniero sería un fuerte apoyo, y le ayudaría a consolidar y desarrollar el Opus Dei.  Labor que tuvo que hacer hasta que fallece en 1994, desde 1975, muchos años.

«HAZ DE TRABAJAR POR AMOR CON ABNEGACIÓN»

Hay muchas anécdotas del beato Álvaro del Portillo pero a mí la que más me ha impresionado es la que él mismo cuenta:

“Durante aquellas semanas  (la granja 1935) , Álvaro pasó un momento de dificultad de este tipo que, con la debida prudencia y discreción, san Josemaría dejó reflejado en Camino. (Libro de 1000 puntos con reflexiones breves para meditar)

El punto 994 dice así: «“Se me ha pasado el entusiasmo”, me has escrito. —Tú no has de trabajar por entusiasmo, sino por Amor: con conciencia del deber, que es abnegación».

Años más tarde, Mons. Del Portillo explicó quién era el autor de esas letras: «Vamos ahora al punto de Camino…: recoge la carta de un hombre un poco inconsciente que, al pedir la admisión en el Opus Dei, se llenó de entusiasmo. No tenía mérito en seguir ese camino, porque Dios Nuestro Señor le daba tanta gracia.

Después, cuando estuvo un poco más formado, su Padre Dios le quitó el entusiasmo, y le decía: basta que actúes con la cabeza y con el amor al Señor que ya tienes. Y se quedó un poco apesadumbrado aquel hombre: ¡qué pena! —se decía, ahora tengo que ir un poco a contrapelo. Y lo confió al Padre. El que escribió esa frase un poco tonta, fui yo”.

DON ÁLVARO SU HIJO MÁS FIEL

¿Y por qué me impresiona esta anécdota?, porque don Álvaro del Portillo recibió la llamada de Dios al Opus Dei en 1935, el mismo año en que escribe a san Josemaría que se le pasó el entusiasmo.

San Josemaría decía que don Álvaro había sido su hijo más fiel y así lo sabemos todos en el Opus Dei.

CORRESPONDIENDO CON AMOR A LO QUE DIOS LE PEDÍA

Don Álvaro fue el hijo más fiel de ese santo querido por Dios para que en 1928 fundara el Opus Dei, por eso el beato Álvaro del Portillo toda su vida vivió sin entusiasmo solamente correspondiendo por amor a lo que Dios le pedía.

«Eso, Señor, es lo que yo te quiero pedir hoy para mi vida y para mi lucha por la santidad, que así no tenga ningún tipo de entusiasmo, ningún tipo de recompensa, que me mantenga en el propósito de buscar la santidad.    Sabiendo que Dios me da su gracia también.»

¡Qué maravilla! que podamos mirar en este ejemplo de vida también la llamada que nosotros tenemos a ser santos en medio del mundo!

Confiamos esto en las manos de Nuestra Madre Santa María, en este mes de mayo.

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