Cada año, cuando finaliza el año litúrgico, iniciamos uno nuevo, con la llegada del Adviento. Es un tiempo que precede a la Navidad, un tiempo especial, de preparación en el que la Iglesia celebra los principales acontecimientos de la vida de Jesús y de la historia de la salvación.
Es una costumbre muy importante en nuestros hogares cristianos, representar el nacimiento de Jesús, con un pesebre. Este es un momento de unión familiar, una oportunidad para enseñar e invitar a los más pequeños, un acontecimiento en el que todos pueden participar y conversar sobre lo que le regalarán al Niño Jesús este año; ¿qué personaje quisieran ser ellos en dicho pesebre? y el verdadero significado de la Navidad.
¿Qué significa y de dónde nace la costumbre del pesebre en Navidad?
El pesebre es la representación del “milagro del nacimiento de Jesús”. A través de él, recordamos el verdadero sentido de la celebración de la Navidad como tradición cristiana. Es el medio que tenemos para contemplar la esencia del amor de Dios, representada por la Sagrada Familia (José, María y el Niño Jesús).
Esta hermosa costumbre nació en la Nochebuena del año 1.223, cuando san Francisco de Asís, realizó el primer pesebre para celebrar la llegada de Jesús y celebró una misa con la representación simbólica de un pesebre.
Hay diferentes tipos de pesebres; siendo los más comunes los que incluyen figuras pequeñas para representar las escenas del nacimiento.
Los pesebres hechos en los hogares, pueden incluir un pequeño establo con animales, montañas, vegetación, lagos, a los Reyes Magos, pastores y a José, María y al Niño Jesús.
Todo esto depende de las costumbres de cada país y de la creatividad de quienes lo elaboran.
¿Cuál es el significado de los personajes y elementos del pesebre y cómo puedo parecerme a ellos?
Te facilito información sobre algunos personajes y elementos del pesebre, con la finalidad de que puedas conocerlos y que nos sirvan para adquirir una cualidad o virtud que nos acerque más a Jesús.
- La Virgen María: Siempre dispuesta a hacer la voluntad del Señor y preocupada por ayudar a los demás. Puedo pedirle a Ella, que me ayude a tener una actitud de escucha en la oración, para entender lo que Dios quiere de mí.
- San José: El esposo de la Virgen, fue generoso y demoró sus planes para hacer lo que Dios le pedía. Cuidó siempre de Ella y del Niño Jesús y con mucha discreción, cuidó de que nunca les faltara nada. Podemos pedirle ayuda para que sepamos siempre trabajar con entusiasmo; haciendo lo que debo, con puntualidad y sonriente.
- Los pastores: Eran personas sencillas y trabajadores. Cuando supieron del nacimiento del Niño Jesús, corrieron a verle. Durante este año, quiero tener una actitud de sencillez ante las personas y las cosas, pasaré desapercibido y me contentaré con lo que Dios me dé cada día.
- Los tres Reyes Magos: Viajaron desde Oriente, guiados por una estrella. Tuvieron fe en que Dios era quien los conducía a ver a su Hijo. Recordándolos, pediré a Dios que me aumente la fe y le regalaré a Jesús los talentos que me ha dado para servir a los demás.
- El buey: Este animal, bueno y trabajador, caminando a un paso lento ayudó a san José y la Virgen, a llegar al lugar destinado para el nacimiento del Niño Dios. Durante este año, trataré de aliviar la carga de los demás, ayudar en los trabajos más humildes, sin decir que estoy cansado o que no me corresponde y enseñaré a los que no saben.
- El burro: Este tímido y humilde animal, calentó con su aliento al Niño Jesús. Quiero imitar de este burrito su actitud para llevar una palabra de afecto, un comentario agradable y una actitud servicial a los demás, aunque me cueste.
- La Estrella de Belén: Iluminó el camino de los Reyes Magos y le dio luz a la oscuridad presente en la noche de Navidad. A través de la estrella deseo ser una persona alegre, que ilumine y llene de esperanza la vida de las personas que me rodean y me esforzaré por buscar, en cada situación difícil, la respuesta que Jesús habría dado, para alumbrar el camino de los que están tristes y desamparados.
- La cunita: Esta camita sin finas sábanas y con un poco de paja, acogió al Niño Jesús. Este año, quiero ser atento con los demás, escuchando sus problemas, dedicándoles tiempo y visitando a quienes están solos. Haré un esfuerzo para tener una palabra amable y ayudar a quienes me rodean.
¿Cómo rezar delante del pesebre, como un personaje más?
En nuestros hogares, el pesebre puede ser el retrato o fotografía que nos recuerde que esperamos el nacimiento del Niño Dios. Por medio de él, podemos hacer un rato de oración; utilizando el escenario para imaginar este acontecimiento y lo que tuvieron que pasar ellos, para que el Niño naciera en Belén.
Al mirarle y pensar en cómo sería san José con la Virgen y la actuación de los demás personajes, ya estás hablando con Dios. Aprovecha y contempla la vida de Jesús, su corazón misericordioso, la humildad y la obediencia para cumplir la voluntad de Su Padre.
Puedes hablarle con franqueza y decirle ¿cómo te sientes?, lo que piensas de eso, etc.
Debes estar atento porque el Señor nos habla en diferentes momentos del día a través de otros; caerás en cuenta que te está dando una respuesta o idea a lo que conversaste con Él.
Algunas ideas que puedes aprovechar en esta Navidad son:
- Sentarte frente al pesebre y considerar lo que ha sido tu vida en este año, todas las bendiciones y gracias que Dios te ha dado, los aprendizajes, las alegrías y los momentos de dificultad, comprendiendo que Dios lo ha permitido porque es lo mejor para ti.
- Piensa en algo que te cueste hacer y regálaselo al Niño Dios, de allí adquirirás una virtud y lo harás muy feliz. Un ejemplo de esto puede ser, arreglar tu habitación al levantarte. Adquirirás con esta acción, la virtud del orden.
- En algún momento del día, regalarle una mirada a la Sagrada Familia en el pesebre que has hecho en tu hogar o el que encuentres en tu camino.
- En la noche de Navidad invitar a los miembros de la familia a reunirse frente al pesebre para contemplar, agradecer y decir una oración al Niño Dios.
¿Qué significa para mí el pesebre y cómo lo aprovecho para rezar como un personaje más?
Con mucha ilusión cada diciembre conversamos en familia, sobre el lugar en dónde haremos nuestro pesebre, ubicamos las matas, buscamos palitos, piedras, arena y especies silvestres que podamos utilizar para ambientarlo, lo más natural posible.
Parte de nuestra decoración es colocar una pequeña vela para encenderla cada día, cuando nos sentamos a rezar frente a la Sagrada Familia. Trato de imaginarme allí, preparando la llegada del Niño que me recuerda que tengo que preparar mi corazón para que Él nazca en mí. Agradezco mucho a Dios por darnos a Su hijo y le pido a la Virgen que me ayude a ser como Ella, obediente para siempre decir que sí a lo que Dios quiere de mi.
Querido Niño Jesús, te pido que me ayudes a ver a los demás con tus ojos y que renueve mi corazón, para vivir cada día más cerca de Dios.