Cuando me pidieron escribir un artículo sobre la oración de intercesión enseguida pensé en el poder sanador que experimenté a través de la misma. También en el canasto de san José que me impulsó a practicar la oración de intercesión por mis intenciones personales y por la de amigos y familia.
El canasto de san José
A finales del 2020, tuve la dicha de tener en mi casa la visita de la Capillita de la Virgen de Fátima. Este apostolado lo realiza en Panamá la señora Yuya Verna. Enseguida congeniamos e incluso estuve por poco tiempo poniendo la Capillita a peregrinar por la casa de algunas amigas.
A inicios del 2021, Yuya me llamó para decirme que me tenía un regalo y que iba a pasar a dejármelo. Cuando llegó, vi que tenía en sus manos un pequeño canasto que me entregó con mucho cariño. Me dijo que era el canasto de san José y que estaba bendito. Con motivo del año de san José había querido propagar esta devoción en Panamá.
Las oraciones de intercesión a san José, me dijo Yuya, debían ser sobre cosas realmente importantes y difíciles de resolver. Que lo que tenía que hacer era anotarlas en unos papelitos, ponerlos dentro del canasto y todos los días rezarle una oración a san José. Así, poco a poco se irían cumpliendo mis peticiones. Esta es la oración:
Glorioso patriarca san José cuya intercesión sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo… a fin de que tengan una feliz solución. Mi bienaventurado Padre: toda mi confianza está puesta en ti y dado que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.
En ese momento no medí el alcance del obsequio que ella me estaba dando.
¿De dónde proviene el poder del canasto de san José?
En ese momento yo no era devota de este santo. Yuya me dijo que leyera la Carta Apostólica Patris Corde del Papa Francisco, con motivo de los 150 años de la declaración de san José como patrono de la Iglesia. Allí, el papa Francisco describe a san José de una manera tierna y conmovedora: Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra.
Así pude comprender lo que Yuya me había dicho, que el poder de canasto proviene del hecho de que el esposo de la Virgen María fue quien cuidó en la Tierra al hijo de Dios hecho hombre. Si no hubiera sido por José, Jesús no hubiera podido vivir. José lo libró de muchos peligros. Y esto fue así porque además acogió a María como su esposa. Pudo haberla rechazado y no lo hizo.
Por tanto, como José fue obediente al plan salvífico de acoger a María como su esposa y criar a Jesús como su hijo, todo lo que le pidamos a él con fe, Dios no nos lo puede negar.
Inspirada en todo lo que había leído, escribí en su momento un artículo del cual les dejo el link LEE AQUÍ
Yuya me cuenta que ha regalado 1700 canastos durante los últimos tres años. Los mismos los manda a hacer gracias a donaciones.
Igualmente, en otras partes del mundo ha ido propagándose esta devoción. Es común ver imágenes del padre terrenal de Jesús con un canasto y dos pichones que fueron los que él llevó a la presentación del Niño Jesús. Así, muchos comenzaron espontáneamente a escribirle cartas al santo Patriarca y ponerlas en el canasto.
La oración de intercesión al canasto de san José
Comencé a rezarle al canasto de san José cuando experimenté una situación muy difícil que estaba fuera de mis manos poder resolver. A pesar de que había intentado muchas cosas, no había logrado nada e incluso las había complicado más. Tuve que soltar y confiar en Dios. Decidí que mi intercesor sería el esposo de María a través de su canasto. Procedí entonces a escribir las peticiones y las coloqué dentro del mismo.
Esto me permitió seguir mi vida feliz, sabiendo que esas situaciones estaban en las mejores manos y que se resolverían en el momento que Dios considerara oportuno.
Si bien ya había incorporado en mis días tener un rato de oración, empecé a tomar el canasto en mis manos y rezarle con fervor su oración. En este tiempo han entrado y salido varias peticiones de mi canasto. Cada cierto tiempo lo reviso y compruebo con sorpresa cómo muchas se han ido cumpliendo. Otras permanecen allí esperando su momento, pero no por eso dejo de rezarle con fe.
Y fue durante ese momento de oración al canasto que empecé a rezar también por amigos y familia. Incluso mi esposo me pide alguna oración particular o por algún amigo. Sentí que no era posible solo rezarle al canasto del padre adoptivo de Jesús por mis intenciones personales, sino que además quería rezar por amigos y familia que lo necesitaran. Era una forma de regresar todas las bendiciones que yo había recibido en el año 2019 cuando fui diagnosticada con cáncer de ovario.
El poder sanador de la oración
Antes de esa difícil experiencia personal, si bien me encomendaba a Dios cuando tenía algún problema, lo hacía más bien de forma mecánica. ¡Dios mío, ayúdame!, decía. Pero lo pensaba o expresaba como en automático. Y mucho menos era perseverante en la oración.
Pero durante el tratamiento pude experimentar el poder sanador de la oración. Y esto fue así porque me abrí a los demás durante ese periodo. Muchas personas, ante una enfermedad, se encierran en sí mismas. No quieren que nadie las vea. Pero no fue así en mi caso.
Fue al abrirme a los demás cuando muchos amigos y familia me dijeron que rezaban por mí, pidiendo por mi sanación. Cada vez que me lo decían experimentaba mucha paz. Iba tranquila a recibir cada ciclo de quimioterapia. Incluso una amiga me dijo: Tere, piensa que cuando entra la quimioterapia a tu cuerpo, se trata de un elixir de vida y sanación.
Así que durante esos meses estuve rodeada y bendecida por las oraciones de muchas personas.
Aprender a rezar
También empecé a rezar por mí, pero de verdad. No en automático. Sentía la oración en lo más profundo de mi ser. Le pedía a Dios no morir. Fue casi como un grito desesperado que también hizo que me confesara después de mucho tiempo, ya que decía: si muero, quiero tener mi alma limpia y en paz para ir al Cielo. Fue el momento de mi real conversión y así sigo hasta ahora, bien agarrada a Dios.
De hecho, hablo de esta experiencia en el video de lanzamiento de Te ofrezco mis puertas, la crónica que escribí durante ese periodo. Les dejo el link por si quieren verlo Ver Aquí
Han pasado cinco años y todavía puedo recordar lo abrazada y llena de amor que estuve durante ese periodo. Aprendí lo que era la oración de intercesión: el poder que tiene que otros recen por mí.
Y fue esta enseñanza la que hizo que yo empezara a rezar por otros. Si había experimentado tanta paz en un momento tan difícil, entonces también yo quería hacerles el mismo regalo a amigos y familia que estuvieran pasando por una situación complicada. Pero ese momento llegaría de la mano del canasto de san José.
Yuya me dijo que el canasto de san José es un símbolo de esperanza, de ilusión y cuando concede una petición ya tiene un devoto más convertido.
Y definitivamente así es. Ahora yo soy devota del custodio de la Sagrada Familia.
Por eso espero que más personas puedan experimentar el poder sanador de la oración de intercesión, tanto a nivel personal como también rezando por conocidos y familia que lo necesiten. Ojalá sea de la mano del canasto de san José.