¿Papa sabes qué significa? El término “Papa” procede del griego “Pappas” o “Papas” y significa “papá” o “padre”. El término se hizo común en oriente como signo de afecto y respeto y el Papa Gregorio XI (1073-1085) prescribió de modo formal que el título se aplicará definitivamente a los sucesores de Pedro.

El Papa un padre para todos

San León Magno, recibió ese nombre debido a su grandeza y nobleza de espíritu. Elegido Papa en el año 440, ocupó el sillón del papado durante más de 20 años. El Papa León cuidó a la Iglesia de su tiempo y luchó fuertemente con los enemigos que trataban de engañar a los católicos con errores y herejías. Pero su principal reto fue parar la invasión que buscaba destruir la Iglesia. 

En el año 452 d.C. los hunos invadieron el norte de Italia arrasando poblaciones. De la mano de Atila los hunos hicieron destrozos inimaginables, saquearon varias ciudades de Italia, entre ellas las poderosas Milán y Aquilea. Atila fue conocido como “Flagellum Dei” que quiere decir “el azote de Dios”. Era considerado el símbolo de la maldad en su época y uno de los conquistadores más exitosos. Sin embargo, tras su encuentro con el Papa León, Atila inició la retirada de su ejército.

Hoy, nuestro Papa Francisco también es padre y con sus palabras busca orientarnos frente a quienes continúan tratando de engañarnos con errores. “Vivimos en una época de escepticismo respecto a la Verdad”, nos dice. “La tendencia a creer que nada es definitivo y que la verdad viene dada por el consenso y por lo que creemos.” La “VERDAD”, “es una persona con la que nos encontramos. Cristo es la Verdad, que se ha hecho carne y el Espíritu Santo hace posible que le reconozcamos y lo confesemos como Señor.” 

Amor al Papa

La misión del Papa sigue intacta desde Pedro. Enseñarnos, guiarnos para que como nos explica “El Espíritu Santo, nos lleve a la inteligencia de la Verdad completa”. Si deseas acercarte a Jesús, escucha al Papa, lee sus escritos (acaba de publicar una nueva encíclica: Fratelli Tutti), ¿Qué me quiere decir Dios a mí con las palabras del Papa? ¿Conozco sus mensajes? 

El Papa León Magno dejó 144 cartas y 96 sermones que se conservan. El Papa Francisco también nos ha escrito muchas cosas. ¿Las has leído?

Meditar sobre el amor al Papa con San Josemaría

Aquí te dejamos 10 puntos de San Josemaría para amar más al Santo Padre, para que las lleves a la oración personal:

1.El amor al Romano Pontífice ha de ser en nosotros una hermosa pasión, porque en él vemos a Cristo. (Amar a la Iglesia, 30).

2.Tu más grande amor, tu mayor estima, tu más honda veneración, tu obediencia más rendida, tu mayor afecto ha de ser también para el Vice–Cristo en la tierra, para el Papa. -Hemos de pensar los católicos que, después de Dios y de nuestra Madre la Virgen Santísima, en la jerarquía del amor y de la autoridad, viene el Santo Padre. (Forja, 135).

Gracias, Dios mío, por el amor al Papa que has puesto en mi corazón. (Camino, 573).

4.Católico, Apostólico, ¡Romano! -Me gusta que seas muy romano. Y que tengas deseos de hacer tu “romería”, videre Petrum, para ver a Pedro. (Camino, 520).

5.Cada día has de crecer en lealtad a la Iglesia, al Papa, a la Santa Sede… Con un amor siempre más ¡teológico! (Surco, 353).

Acoge la palabra del Papa, con una adhesión religiosa, humilde, interna y eficaz: ¡hazle eco!

(Forja, 133)

7.La fidelidad al Romano Pontífice implica una obligación clara y determinada: la de conocer el pensamiento del Papa, manifestado en Encíclicas o en otros documentos, haciendo cuanto esté de nuestra parte para que todos los católicos atiendan al magisterio del Padre Santo, y acomoden a esas enseñanzas su actuación en la vida. (Forja, 633).

8.Al colaborar tú en esa expansión, por el orbe entero, lleva la periferia al Papa, para que la tierra toda sea un solo rebaño y un solo Pastor: ¡un solo apostolado! Nuestra Santa Madre la Iglesia, en magnífica extensión de amor, va esparciendo la semilla del Evangelio por todo el mundo. Desde Roma a la periferia. Al colaborar tú en esa expansión, por el orbe entero, lleva la periferia al Papa, para que la tierra toda sea un solo rebaño y un solo Pastor: ¡un solo apostolado! (Forja, 638).

9.Ofrece la oración, la expiación y la acción por esta finalidad: «ut sint unum!» –para que todos los cristianos tengamos una misma voluntad, un mismo corazón, un mismo espíritu: para que «omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!» –que todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús, por María. (Forja, 647).

10.María edifica continuamente la Iglesia, la aúna, la mantiene compacta. Es difícil tener una auténtica devoción a la Virgen, y no sentirse más vinculados a los demás miembros del Cuerpo Místico, más unidos también a su cabeza visible, el Papa. Por eso me gusta repetir: omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!, ¡todos, con Pedro, a Jesús por María! Y, al reconocernos parte de la Iglesia e invitados a sentirnos hermanos en la fe, descubrimos con mayor hondura la fraternidad que nos une a la humanidad entera: porque la Iglesia ha sido enviada por Cristo a todas las gentes y a todos los pueblos. (Es Cristo que Pasa, 139).

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