Vale la pena leerlo todos los días. Así como se nos recomienda respirar y tomar agua.
Hay un evangelio que nos narra Marcos, que tiene 3 puntos fundamentales que pueden describirnos perfectamente nuestra vida como cristianos.
Leánlo despacio. Sin apuro. Como si fuera lo único que van a hacer en el día.
Un Evangelio que Nos Enseña la Vida Cristiana
Después de varios días, Jesús regresó al pueblo de Cafarnaúm. Apenas se supo que Jesús estaba en casa, mucha gente fue a verlo. Era tanta la gente que ya no cabía nadie más frente a la entrada. Entonces Jesús comenzó a anunciarles las buenas noticias.
De pronto, llegaron a la casa cuatro personas. Llevaban en una camilla a un hombre que nunca había podido caminar. Como había tanta gente, subieron al techo y abrieron un agujero. Por allí bajaron al enfermo en la camilla donde estaba acostado.
Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados».
Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos maestros de la Ley que allí estaban pensaron: «¿Cómo se atreve éste a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados».
Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les dijo: «¿Por qué piensan así? Díganme, ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo? Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados».
Entonces le dijo al que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Nunca habíamos visto nada como esto!».
En 2006 se estrenó High School Musical. Podemos debatir sobre su calidad cinematográfica. Pero hay algo en lo que estamos todos de acuerdo: Fue tendencia. Logró penetrar los hogares de todos los adolescentes de la época.
Confieso que aún lo sigo escuchando.
Pero ese no es el punto. El punto es que, un profesor de comunicación muy serio que tuve, me enseñó que las cosas que se hacen tendencia y son populares hay que estudiarlas. Porque algo hicieron bien.
Así empieza este Evangelio: “Era tanta la gente que ya no cabía nadie más frente a la entrada”.
Porque era gente que le creía a Jesús. Porque sus enseñanzas se sentían como reales. Por eso tenía seguidores de verdad.
No era un predicador más de la época. Era Él. Por eso tanta gente lo seguía. Había mucha verdad en lo que predicaba.
Luego, el Evangelio no lo aclara, pero yo pienso que las cuatro personas que lo llevaban, eran los mejores amigos del paralítico.
Jesús da mucha importancia a la amistad. “Nadie da un Amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Y Él fue y dio la vida por sus amigos.
Y dejó a cargo de la salvación a un grupo de 12 amigos. Porque la amistad es muy valiosa.
La escena es tremenda. Solo imagínense por un segundo en el lugar: Un hogar repleto de personas. Miles y miles. Y tú y tus amigos están empeñados en que hay que llegar a Jesús. Pase lo que pase. Porque tienen la Fe de que si llegan, su amigo paralítico será curado.
Uno de los 4 dice “¿Y si vamos por el techo?”. Se miran todos. Mirada cómplice. Sonrisas. Emoción.
Empiezan a andar, y llegan.
¡Eso es tener Fe!
Si llego al supermercado y hay mucha fila, yo me voy. Total, puedo ir a otro y me ahorro la fila.
Ah, pero si está Dios ahí, y sé que tengo un 1% de chance de llegar a Él con mis amigos, me salto todas las filas que haya que saltarse. Le pago a quien sea. Pero yo llego. Porque tengo Fe.
Y esto es lo que estos 4 amigos tenían: Fe. La fe de que Jesús iba a curarlo. Que gracias a un encuentro corto con Él, la vida entera iba a cambiar.
Pocas cosas te cambian la vida.
Graduarte de la universidad, ser papá. Y encontrarte con Cristo.
El evangelio sigue y obviamente empiezan a criticar a Jesús. Porque todos los buenos en esta vida tienen haters.
Pero el cuestionamiento que le hacen es muy válido para que nosotros podamos entender la naturaleza de nuestra relación con Dios:
“¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados”.
Equivocados no están del todo. Sólo Dios puede perdonar los pecados.
Su error fue no entender que Jesús es Dios. Por eso dudan.
Y cuando Jesús pregunta: “¿Qué es más fácil, decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate, y anda»” (Lc 5), la verdad que se esconde detrás es que: Para Dios es más fácil decir levántate y anda.
Dios es omnipotente. Puede hacer cualquier cosa. Puede convertirnos a todos en ardillas y cambiar de color el cielo. Porque es todopoderoso.
Entonces es sencillo para Él curar al paralítico
Lo que no puede hacer cualquiera es perdonar los pecados.
Porque eso sólo lo puede hacer un Padre. Un Padre cuyo amor es más grande que su omnipotencia. O del mismo tamaño. No me quiero poner muy teológico.
Pero nos ama con Amor de Padre. Por eso nos perdona.
Y de hecho, nos enseña con este Evangelio, que es más importante que nuestros pecados sean perdonados al hecho de que podamos caminar.
Sino, le hubiera curado primero y después le perdonaba los pecados.
- Ojalá seamos seguidores de Jesús y estemos dispuestos a saltar paredes para escucharlo.
- Ojalá estemos dispuestos a romper un techo para llevar a nuestros amigos al encuentro con Jesús.
- Ojalá aprovechemos la misericordia del Señor para que nos perdone los pecados con frecuencia.
- Y sobre todo, ojalá confiemos en Él ciegamente.
Deja una respuesta