Su nombre era Karol Józef Wojtyła, pero desde su elección fue conocido como Juan Pablo II. Su papado se caracterizó por su acción evangelizadora que lo llevó a realizar 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 dentro de Italia durante sus 27 años de Pontificado.
Juan Pablo II, un Papa con misión
Juan Pablo II tuvo un afán apostólico que lo llevo atrabajar intensamente en la nueva evangelización del mundo, oponerse a la Teología de la Liberación, crear puentes para fortalecer el ecumenismo y trabajar rotundamente para impedir que las filosofías marxistas afecten a la Iglesia.
Su compromiso ético y social, lo hizo defender con fuerza la dignidad de la persona y los derechos humanos: “Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.” repetía.
Juan Pablo II planteaba que “el respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad”.
Para él la familia era “una experiencia de camino, una aventura rica en sorpresas” en donde “amar es esencialmente entregarse a los demás…” y es “es lo contrario de utilizar”. Como Juan Pablo II decía “el amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el más fuerte de todos”. ¿Cómo no estar de acuerdo con él, cuando nos damos cuenta que el egoísmo solo nos trae malas consecuencias? ¿Tienes experiencia de esto?
Los pobres no pueden esperar
Su llamado a la justicia social, con palabras como “La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos”; “los pobres no pueden esperar” y “la espiral de la violencia solo la frena el milagro del perdón” hacen actual el mensaje de Juan Pablo II.
Valiente manera de plantear el perdón, pues el orgullo nos hace ser defendidos y no ser justos cuando miramos nuestra realidad. ¿Es posible que en las circunstancias personales de cada uno podamos ayudar solidariamente a los demás? Quizás pagando salarios más justos, quizás regalando lo que no usamos, quizás entregando tiempo para una de las tantas iniciativas que existen en nuestra sociedad para ayudar a los más vulnerables. ¿Dónde puedes aportar tú?
Juan Pablo II y el Dios de la Misericordia
“Ningún pecado del hombre puede cancelar la misericordia de Dios” escribía Juan Pablo II, porque como decía esperanzadoramente “Dios no es un ser indiferente o lejano, por lo que no estamos abandonados a nosotros mismos.” “En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios”. San Juan Pablo II, hablaba de un Dios cercano, amigo, paciente y amoroso que “se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso”.
¿Cómo dejarnos encontrar por Cristo? El mismo Juan Pablo II nos lo enseñaba cuando explicaba la importancia de la oración en la vida de todo cristiano “la pureza de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la oración”.
¡Qué buena invitación y hoja de ruta para conocer a Dios! Rezar. Rezar con constancia y determinación. ¿Cómo? Abriendo con confianza nuestro corazón a Dios, reflexionando con las palabras evangélicas contenidas en las Sagradas Escrituras o como nos invitaba Juan Pablo II orar no significa solo que podemos decir a Dios todo lo que nos agobia. Orar significa también callar y escuchar lo que Dios nos quiere decir.
Propongámonos tener unos minutos de silencio solo para Dios en el transcurso del día no solo para hablarle sino para lo más importante… escucharle.
Consejos de Juan Pablo II para la vida espiritual
Fueron 27 años de papado. El magisterio de la Iglesia se vio enriquecido con la infinidad de cartas apostólicas, encíclicas, discursos, homilías, exhortaciones apostólicas etc. que dejó Juan Pablo II. Por eso les dejamos algunas frases de San Juan Pablo II que pueden ayudarles en su vida espiritual.
– “A través de la oración, Dios se revela en primer lugar como Misericordia, es decir, como Amor que va al encuentro del hombre que sufre. Amor que sostiene, que levanta, que invita a la confianza”.
– “El que ama, desea darse a sí mismo”.
– “Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre”.
– “Porque todos creo que hemos tenido algún pequeño acto de misericordia para otros, y sobre todo, hemos sido objeto de misericordia: Si Dios nos hubiera tenido misericordia cuando caímos en tantas culpas, dónde estuviéramos… Si Dios no tuviera misericordia de perdonamos antes de morir, ¿a dónde iríamos? Y tal vez en la relación humana, hemos tenido muchos gestos de misericordia dados por nosotros, o recibidos también por nosotros. Dichoso aquel que puede contar en su vida muchos actos de misericordia. ¡Eso es lo que quiere Dios!”.
– “Con dolor la pobreza de muchos, en contraste con la opulencia de algunos”.
-“Ningún pecado del hombre puede cancelar la misericordia de Dios”.
-“La familia está llamada a ser templo, casa de oración: una oración sencilla. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración”.
Más frases de San Juan Pablo II
-“Lo mismo en la época de las lanzas y las espadas que en la era de los cohetes nucleares: la primera víctima es el corazón del hombre”.
-“Debemos perdonar siempre, recordando que nosotros mismos hemos necesitado el perdón. Tenemos necesidad de ser perdonados mucho más a menudo que de perdonar”.
-“Hoy más que nunca la Iglesia necesita sacerdotes santos cuyo ejemplo diario de conversión, inspire en los demás el deseo de buscar la santidad”.
-“La fe, además de conocerla, hay que vivirla”.
-“La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón”.
-“El hombre tiene una necesidad profunda, un hambre que es mayor que aquella que el pan puede saciar: es el hambre que posee el corazón humano de la inmensidad de Dios”.
– “María es ejemplo de amor sin fronteras”.
