Corría el año de 1894, el mundo pasaba por muchas situaciones de conflictos, en especial Polonia que se encontraba bajo el dominio del Imperio Ruso. El 8 de enero de ese año nace Maximiliano, el segundo hijo del tejedor Julius Kolbe y María Dabrowska, en el seno de una familia amorosa.
¿Cómo escuchaba la voz de Dios?
El joven Maximiliano tenía un pequeño altar entre dos muebles donde se retiraba a hablar con Jesús y, sobre todo, con la Virgen María.
En ciertas ocasiones lloraba mientras rezaba, su madre al percatarse preguntó al niño qué sucedía y él con sencillez infantil le respondió que pedía en la Iglesia, y en la casa a nuestra Señora su ayuda para mejorar su carácter.
Se cuenta que esa solicitud fue no sólo escuchada, sino que la mismísima Virgen se le apareció y en sus manos tenía dos coronas: una blanca y otra roja. La blanca significaba que iba a perseverar en la pureza y la roja que sería mártir. Maximiliano aceptó las dos.La Madre de Dios, mirándolo con dulzura desapareció.
En este episodio del mártir del siglo XX, se cumple “Orad sin cesar. Dad gracias por todo, porque eso es lo que Dios quiere de vosotros en Cristo Jesús. No extingáis el Espíritu, ni despreciéis las profecías” (1 Tes 5:16-20).
Cuando realizamos la oración mental y vocal – igual que San Maximiliano de niño- tenemos que dejarnos sorprender por el Espíritu de Dios, escuchar en el silencio su voz, que guía nuestros pasos.
Darías la vida por tus amigos?
“Nadie tiene amor más grande que el de dar la vida por sus amigos” Juan 15:13
Maximiliano ingresó a la orden de los frailes franciscanos conventuales, donde realizó sus votos y empezó su misión de predicación para convertir a la gente, especialmente a quienes ofenden a la Iglesia.
Regresó a Polonia para oponerse a los planes comunistas de dicha época. Funda el periódico mensual llamado “Caballeros de la Inmaculada”, su apostolado se extiende hasta Asia, en especial China, Japón, India.
Antes de dormir el Padre Kolbe dejaba su reloj y las gafas cerca del cuadro de la Virgen para que ayude en sus pasos y a ver a los demás como Ella lo haría.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Kolbe permanecería en el monasterio, ahí, tuvo la oportunidad de añadirse a la lista de ciudadanos alemanes puesto que tenía descendencia, pero la rechazó y ayudó a refugiar a los judíos.
Tiempo después fue arrestado y llevado a un campo de concentración donde continuaba realizando actividades de sacerdote, por que recibió de burlas, hostigamientos y violencia, como un prisionero más.
Decidió donar su vida por la de un amigo que era esposo y padre, pasó varios días privado de agua y alimento, pero ayudaba a los demás realizando oración, rezaban el rosario y sobre todo cantaban a la Virgen.
Pasaron varios días, y solo Kolbe continuaba con vida por ello optaron por inyectarle Fenol, expiró 14 de agosto, al siguiente se celebraría la fiesta de la Asunción de la Virgen, por esa razón sus últimas palabras fueron: Ama a la Inmaculada, ama a la Inmaculada, ama a la Inmaculada.
Vida llena de renuncias
En el libro del Psiquiatra Enrique Rojas que se titula: “Todo lo que tienes que saber sobre la vida”, dedica un capítulo a la Educación de la Voluntad, que consiste en plantearse objetivos, y para alcanzarlos debes tener pequeñas renuncias que se convertirán en grandes éxitos.
Contrasto este mensaje con el comportamiento de San Maximiliano, su vida fue llena de renuncias para hacer el bien.
Franciszek Gajowniczek fue el hombre por el que Kolbe ofreció su vida. Este soldado se encontraba en el campo de concentración porque había participado en la defensa de Polonia contra las tropas nazis en 1939.
En 1944 fue trasladado de campo donde permaneció hasta su liberación por los aliados. Sus hijos habían fallecido en uno de los bombardeos sobre Polonia antes de que fuera liberado.
Sin embargo, pudo volver a reunirse con su mujer, y desde entonces se dedicó a dar a conocer la figura de Maximiliano Kolbe. Por este motivo participó tanto de la beatificación de éste como de su canonización, así como en una peregrinación a Auschwitz en acción de gracias en 1972.
Oración a San Maximiliano
San Maximiliano que tu corazón de Padre, Sacerdote y Amigo
abrace el nuestro, para que podamos responder a Jesús
en el llamado a la santidad.
Que, mirando tu vida, digamos que es posible vivir el Evangelio
hasta sus últimas consecuencias, dando todo sin guardarnos nada.
Y, ya que estás cerca de la Inmaculada, pídele que su manto nos cubra
e intentemos serle fiel a Dios.
Amén.
Maximiliano María Kolbe (1991) – Película Completa En Castellano
Para saber más de Maximiliano Kolbe te invitamos a oír esta meditación
Hermosa oración y testimonio de vida ,gracias por compartirla
Hermosa oración y testimonio de vida ,gracias por compartirla