Tere Domínguez O., escritora de nuestro blog, en esta ocasión nos comparte lo que ha significado para ella conocer sobre la vida de Santa Teresita del Niño Jesús, también conocida como Santa Teresita de Lisieux.
Alma de niño
Como ha nacido en mí el deseo de conocer sobre la vida de los santos, quise rendirle honor a mi santa, Santa Teresita del Niño Jesús, en su día y me dispuse a leer sobre ella. Me recomendaron Historia de un alma (1898), memorias autobiográficas de Santa Teresita del Niño Jesús, cuya primera edición se publicó un año después de su muerte.
Al adentrarme en su lectura repetidamente venía a mi mente Stellita, la hermana menor de mi esposo con Síndrome de Down. Santa Teresita del Niño Jesús insiste una y otra vez, en sus memorias, que ante Dios debemos tener el corazón confiado y un alma de niño.
Decía que el camino para llegar a Dios era el de las cosas pequeñas y que para poder confiar en Él debíamos tener un alma infantil. Si no volvemos a ser como niños, no podremos alcanzar el reino de los Cielos. Y es que Stellita es un alma de una eterna niña y todo lo que toca, todo lo que ella rodea, lo transforma con el amor que silenciosamente. Les prometo que próximamente publicaré el escrito: «Stellita, siempre niña».
Historia de un alma
Desde pequeña, la naturaleza ha sido parte de mi vida: el mar, el cielo, los árboles, las flores fueron los que inspiraron mis primeros escritos: poemas que escribí a partir de los 14 años. Así que al descubrir que desde niña Santa Teresita de Niño Jesús veía a Dios en las cosas más sencillas de la vida, me sentí completamente identificada.
Se refería a ella misma como la “florecita de Jesús”. Y con qué sinceridad cuenta su vida, sus rabietas, sus sorpresas. Así podemos conocer como de tener un carácter de una sensibilidad enfermiza, Dios la tornó una persona madura, sin dependencia de sus estados de ánimo. Hablaba con diminutivos. Santa Teresita del Niño Jesús explicaba que se llegaba a Dios con pequeños detalles, que no era necesario hacer grandes cosas para agradarle.
Los deseos que Dios pone en mi corazón
Una de las frases de Santa Teresita de Niño Jesús que me caló hondo al leer Historia de un alma es: “A pesar de mi pequeñez puedo aspirar a la santidad. Dios no puede inducirnos a aspirar deseos irrealizables”. Esto se traduce en que si yo deseo ser mejor persona, es porque Dios así lo quiere. No hay algo que yo desee que Dios no me lo vaya a conceder. Solo falta que yo lo quiera con toda mi alma.
Al entender esto sentí tanta paz, ya que en mi deseo de buscar la santidad en la tierra para lograr ir al Cielo, fue el propósito que me hice a partir del año pasado, cuando los doctores me diagnosticaron cáncer. Desde entonces me preocupo mucho del nivel de mi formación espiritual. Algunas veces siento el peso de mis imperfecciones, pero al leer este libro de lenguaje tan sencillo entendí que lo importante es querer ser mejor, desearlo desde lo más profundo de mi ser. Si lo deseo así es porque es algo que Dios quiere para mí. Por algo Teresita del Niño Jesús dice “Dios no puede aspirar deseos irrealizables”.
El caminito al Cielo
Santa Teresita del Niño Jesús afirma que Dios nos ama tal y como somos. Hay debilidades de las que Dios nos libra, pero hay otras que no, precisamente para seguir siendo pequeños y pobres para depender de su gracia. Porque si nos sintiéramos perfectos entonces no lo buscaríamos. Pero no podemos hacer drama de las imperfecciones ya que de lo contrario perdemos mucho tiempo en eso. Por algo ella decía “…quiero buscar la forma de ir al Cielo por un caminito muy recto y muy corto, por un caminito totalmente nuevo”.
Pero para lograr andar en ese caminito no podemos desanimarnos ante las propias faltas, debemos ser como los niños que se caen y por allí mismo se levantan. Como son pequeños no se lastiman. Además, no piensan sino en que sus padres los perdonen, los abracen para seguir en sus juegos. En cambio, el adulto, al caer, al cometer una falta, pierde a veces tiempo buscando excusas o recriminándose, cuando lo que tiene que hacer es buscar el perdón de Dios y seguir en el camino de la santidad en la tierra, en el caminito muy recto y muy corto al Cielo, como decía Santa Teresita del Niño Jesús.
Llegué a pensar durante la lectura si la santa intuía que su caminito en la vida terrenal sería así de corto.El legado que dejó a través de sus escritos tiene una profundidad de una persona mucho más adulta y que le mereció ser canonizada en 1927 y, en 2010, proclamada doctora de la Iglesia por san Juan Pablo II.
¿Qué significa confiar en Dios?
Durante este último mes, también leí La confianza en Dios, del sacerdote y escritor Jacques Philippe, que explora el caminito de Teresita del Niño Jesús y cómo la confianza en Dios es la clave para alcanzar la santidad en la tierra.
“Yo quisiera encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, pues soy muy pequeña para subir la dura escalera de la perfección. Este ascensor que ha de elevarme hasta el Cielo son tus brazos, Jesús”.
Esta frase resume lo que es la confianza en Dios de Santa Teresita del Niño Jesús. Ser pequeño y mantenernos pequeños nos hará llegar a la cima del amor de Dios. La confianza en Dios es esperarlo todo de Él, como un niño lo espera todo de su padre, es no preocuparse por nada.
¿Cuál es la fórmula para hacerlo? Depositar la confianza plena en Dios. Si lo hacemos, seremos como un niño: que se cae, sabe pedir perdón a su padre Dios para seguir por el caminito de Santa Teresita del Niño Jesús, en la búsqueda rápida de la santidad. Sin perder tiempo en orgullos.
Actos de Confianza en Dios
Además, la confianza en Dios significa actos de confianza. Son como las semillas. Darán sus frutos a su debido tiempo. Entender esto también ha significado un cambio en mi vida.
Mi acto de confianza ha sido pedirle a Dios que actúe dentro de mí porque Él es quien de verdad me conoce y sabe lo que tengo que cambiar. Y a partir de que empecé a pedirlo en mis oraciones diarias me he sentido más tranquila. Siento que por primera vez he depositado realmente mi confianza en Dios.
Sé que me falta mucho por recorrer del caminito de Santa Teresita, la florecita de Jesús, pero leer sobre esta santa, sobre mi santa, me ha ayudado a entender más la historia de mi alma y que la única forma de acercarme realmente a Dios es depositando mi confianza en Él, pero con actos de fe.
Y tú,
¿qué parte del caminito de Santa Teresita del Niño Jesús te animas a explorar?
¿Te atreves a emprender un caminito totalmente nuevo de confianza y amor?