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Ana María Larrea y Nils Lilliegren,  “Oración y generosidad que Dios no se deja ganar” 

Oración y generosidad

Además de vivir en Ecuador, han vivido en Chile y  actualmente en Perú. Ana María es de Ambato, de familia católica no practicante, siempre ha destacado en los estudios y trabajos; ha trabajado siempre hasta que se trasladaron a vivir a Perú. Se dice mamá malabarista por todas las ocupaciones que le toca afrontar.

Nils nacido en Guayaquil, católico pero alejado de su fe, diez años mayor a Ana María, la conoce en Quito y quedó prendado de ella hasta el día de hoy y que tras una larga travesía  forman una familia como Dios manda y con la principal misión de transmitir la fe a sus hijos.

Ana María nos confiesa que su relación con Nils inició de una manera desordenada sin convicciones de credo religioso ni de vida matrimonial civil,  pero sí con temor de  Dios, tanto que solían ir a Misa y le rezaban a Dios en las noches, sobretodo Ana María.

Coincidentemente siempre por donde vivían había una iglesia cerca proactiva en actividades catequistas y los solían invitar, pero los pretextos nunca faltaban hasta que un día Ana María sintió en su corazón deseos de aceptar la invitación de formarse, Nils para acompañarla acepta asistir a las reuniones de catequesis y engancharon sus vidas en un proceso intermitente y lento de formación y conversión a la iglesia. Mientras los hijos comenzaban a llegar uno tras otro.

Nils por su parte consciente de su situación irregular y de lo que él veía como incoherencia la asistencia a estas charlas, decide hablar con un sacerdote para conversar sobre su “vida escandalosa”, afirma Nils, y se encuentra con la apertura de un sacerdote que le habla de un Dios Padre misericordioso, que lo hace reflexionar y continuar en este paso de no estar lejos de Dios pese a su vida irregular… “Todo en la vida pasa menos Dios”

El propósito de Cambio

Pasaron varios años hasta que con apoyo e insistencia  de los catequistas instructores, Nils y Ana María asistieron a un retiro espiritual y ellos continuaban avanzando en cuestionamientos en deseos de acercarse más a la doctrina pero siempre lento, sin que los de la parroquia desistan. Cada vez que asistían a la Iglesia, sintieron una acogida esperanzadora. Y Dios con generosidad siempre facilitando las oportunidades y los medios.

Nils comienza a plantearse objetivos para ordenar su vida; como concluir el proceso civil de su matrimonio anterior e iniciar causales de nulidad eclesiástica, con la posibilidad de contraer un matrimonio religioso con Ana María. Empezó a enfocar su trabajo con prudencia y pasar más tiempo en casa, orar para conectar con Dios y proponerse educar a sus hijos en la fe.

Más adelante se le presentó una enfermedad que lo hizo agarrarse más de Dios, buscar con más constancia al sacerdote, sanar heridas de perdón hasta entender que sin Dios no iría a ningún lado y le entrega su corazón y así paralelamente su vida empieza a ordenarse en todo sentido.

En Ana María, Dios obraba de otra manera, en los detalles ordinarios de lo que le iba ocurriendo, veía siempre la voluntad de Dios y en las situaciones adversas, sentía que Dios le pedía humildad y confianza en Él. Así se queda sin trabajo, luego en Dirección espiritual el sacerdote les habla de ofrecer la castidad a Dios hasta que se regularice su situación, le va impactando escuchar  testimonios de conversión de familias con dificultades graves; hacen otro retiro; un viaje a la JMJ (Jornada mundial de la juventud); se presenta un distanciamiento conyugal, luego  reconciliación y finalmente termina saliendo el trámite de nulidad eclesial. Mostrándose como siempre generoso con ellos.

Nils y Ana María actualmente tienen su vida ordenada cara a Dios, han aprendido a conocerlo y amarlo entre brincos pero siendo generosos en el Camino del Catecumenado, vocación familiar, Ahora ellos son parte de los testimonios para atraer a otros a la fe.

Nils y Ana María  han visto que Dios no se deja ganar en generosidad, que ha sido y es  un Dios misericordioso en sus vidas, ante lo poco y lento que ellos daban, razón por la que ahora quieren como prioridad traspasar la fe y aligerar ese camino para sus hijos desde pequeños. Mantienen vida de piedad juntos, rezan el rosario, en ocasiones el Laudes explicado por papá, bendicen alimentos y van a Misa.

Finalmente  nos recomiendan Nils y Ana María que, quienes  ya tenemos y practicamos la fe, debemos ser generosos para transmitirla y compartirla con los que Dios pone cerca, no dudar en ser generosos con Él porque nunca se deja ganar dándonos sabiduría y discernimiento para seguir el camino del bien.

Preguntas para el diálogo

1.  “Señor ¿A quien iremos?”

Cuántas veces nos planteamos el propósito de querer caminar al paso que necesita la iglesia, cumplir con los deberes de estado; pero  las preocupaciones del mundo nos distraen y nos desalientan, olvidando que la mies es mucha y los obreros pocos.

2.  ¿Has considerado que  en muchos lugares la palabra de Dios no tiene cabida, los jóvenes no conocen el ideal cristiano, han privado a los niños de la infancia espiritual y los matrimonios no se sienten acompañados por sus pastores?  ¿Cómo puedes animar a otros al encuentro con Dios?

Ninguna felicidad verdadera es barata, sin embargo hay quienes te ofrecen la felicidad a bajo precio, y muchos otros la buscan en  sucedáneos como el alcohol, la vida loca, el ruido y todo tipo de escapes psicológicos. Pocos ven la felicidad en Dios.

3.  ¿Transmites tu fe con optimismo; procuras buscar espacios donde puedas aportar con criterio y principios cristianos?

“Acompañar, discernir e integrar a cada persona con amor”; nos propone el Santo Padre para toda persona que se sienta confundida o esté viviendo de manera irregular.

4.  ¿Procuras mejorar tu formación humana, moral  y psicológica para poder comprender y/o ayudar en las carencias y dificultades de las personas que sufren diversas condiciones familiares adversas?

Ana María y Nils actualmente son un testimonio del amor misericordioso de Dios y han descubierto la importancia de transmitir la fe a sus hijos desde pequeños.

5.  ¿Tienes presente la oportunidad de poder colaborar en tu parroquia con catequesis para niños?

Propuestas de Acción

1.  En la historia de re-conversión de Ana María y Nils, hubieron personas que les ofrecieron una acogida esperanzadora hasta que lograron poner su corazón en Dios sin quedarse en el pasado turbio.

Dios sabe que todos tenemos nuestras miserias y no se asusta de ellas; por eso tu forma de amar y servir a los demás, te reta a que salgas de tu comodidad y abras tu corazón con coherencia cristiana, con corazón misericordioso para acompañar a quienes están alejados del amor de Dios y con paciencia encaminarlos al encuentro con Él.

2.  ¡Sólo Dios nos puede dar la fuerza para dejar nuestra autosuficiencia y nuestro egoísmo!

La felicidad que Cristo nos ofrece, se la encuentra primero en el silencio y luego sale en todo lo que vivimos.  Normalmente lo ruidoso y luminoso; el protagonismo y el amor propio atraen más, pero duran poco.

3.  Mientras que la felicidad con Cristo que a primera instancia es algo que cuesta, a larga es la única felicidad que te llena y te da paz, porque Él carga con tus miserias y tus pesos. Y aunque siempre te va a pedir más, te pide lo que te va a hacer más feliz.  .  Ana María y Nils tuvieron la oportunidad de encontrarse con personas que les ofrecieron asistir a un retiro espiritual y así comenzaron a dar sus primeros pasos de re-encuentro con Dios.

“Sólo tú tienes palabras de vida eterna”, sin tu palabra y sin tu presencia Eucarística estamos perdidos.

4.  Jesucristo nos invita a ir con Él, los que estamos cansados y agobiados, sin importar nuestras miserias. De la misma manera debes estar preparado para vivir la caridad con los demás, sin escrúpulos de ningún tipo.

Con mansedumbre y humildad Ana María y Nils encontraron el amor de Dios. Sin estas dos cualidades, el acompañamiento a los demás es incomprensible. Fuimos creados por Dios para amar y ser amados y nuestro camino se ensancha cuando acompañamos al que sufre a ese encuentro con el corazón manso y humilde de Jesucristo.

5.  Los niños tienen una manera especial de captar lo religioso.  Ana María y Nils incluyen a sus hijos desde pequeños en el rezo y explicación del Laudes.

Es responsabilidad de los padres, iniciar la fe en los niños, de la misma manera que se les enseña a caminar, leer, etc. Y por supuesto Fray ejemplo es el mejor predicador. Es importante aprovechar las edades tempranas para explicar lo que más se pueda, ya que a mayor edad el raciocinio suele ser impedimento para practicarla.

Meditar con la Sagrada Escritura

1.  Juan 6, 60 – 69 ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”

Queremos comprometernos contigo Señor, no podemos vivir sin ti y estamos dispuestos a seguir tu ejemplo y tus mandamientos.

2.  Juan 8, 1 – 11 “……  Pero como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra”. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.”

Por tanto Jesús siempre está dispuesto a sanar heridas abiertas.

3.  Mateo 11, 28 – 30  «En aquel tiempo Jesús dijo: «Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera”

Enséñame a ser caritativo Jesús con los demás, porque en ellos hallaré mi descanso a tu lado.

4.  Lucas 10, 17 – 24  “¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!

Dios nos quiere no por nuestros éxitos, sino porque nuestros nombres están escritos en el cielo.

Meditar con el Papa Francisco

Exhortación  Apostólica Amoris Laetitia

El acompañamiento pastoral que pide la Exhortación Apostólica Amoris laetitia significa, por tanto, “ponerse del lado del que sufre, hacerse cargo de sus anhelos, de su ruptura, de su situación” (AL, 268). Por otro lado, el acompañamiento pastoral requiere un acompañamiento evangélico: “Conocer bien la historia y las condiciones de cada persona, incluyendo las circunstancias atenuantes” (AL, 222). Así como no marginar, ni condenar a la persona en situación irregular o difícil (AL, 296).

El acompañamiento pastoral es también comprender las carencias y dificultades de las personas, su ignorancia y sus miedos, su condición de víctimas de otras personas o de la sociedad, que con frecuencia margina, abandona u hostiga a sus miembros (AL, 32).

En resumen, la Exhortación Apostólica Amoris laetitia dirá que “la clave del acompañamiento pastoral a estas personas es la lógica de la integración” (AL, 299). Es decir, se trata de integrar tomando en consideración los condicionamientos y las circunstancias de cada caso (AL, 301). El integrar no es para tener solo una regla, sino para ayudar a darse cuenta de la realidad en la cual se vive y, a partir de lo vivido, “discerniendo la voluntad de Dios, aquello que es bueno, lo agradable y perfecto (Cfr. Rm 12,2). (AL, 296).

Homilía de S.S. Francisco, Ángelus, 7 de abril del 2019

«Los interlocutores de Jesús están encerrados en los vericuetos del legalismo y quieren encerrar al Hijo de Dios en su perspectiva de juicio y condena. Pero Él no vino al mundo para juzgar y condenar, sino para salvar y ofrecer a las personas una nueva vida. ¿Y cómo reacciona Jesús a esta prueba? En primer lugar, se queda un rato en silencio, y se inclina para escribir con el dedo en el suelo, como para recordar que el único Legislador y Juez es Dios que había escrito la Ley en la piedra. Y luego dice: “Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”.

De esta manera, Jesús apela a la conciencia de aquellos hombres: ellos se sentían “paladines de la justicia”, pero Él los llama a la conciencia de su condición de hombres pecadores, por la cual no pueden reclamar para sí el derecho a la vida o a la muerte de los demás. En ese momento uno tras otro, empezando por los más viejos, es decir, por los más expertos de sus propias miserias, todos se fueron, renunciando a lapidar a la mujer. Esta escena también nos invita a cada uno de nosotros a ser conscientes de que somos pecadores, y a dejar caer de nuestras manos las piedras de la denigración y de la condena, de los chismes, que a veces nos gustaría lanzar contra otros. Cuando chismorreamos de los demás, lanzamos piedras, somos como estos».

Homilía de S.S. Francisco, 8 de febrero del 2015

«Deja que Jesús te predique y deja que te cure. Así, yo también puedo predicar a los demás, enseñar las palabras de Jesús, porque dejo que Él me predique; y también puedo ayudar a curar tantas heridas, tantas heridas que hay. Pero antes tengo que hacerlo yo: dejar que Él me predique y Él me cure».

Discurso de S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2016

«La misericordia no es fácil, no es fácil… requiere coraje. Por eso Jesús nos dice: «No tengan miedo», pues la misericordia es el mejor antídoto contra el miedo. Es mucho mejor que los antidepresivos y los ansiolíticos. Mucho más eficaz que los muros, las rejas, las alarmas y las armas. Y es gratis: es un don de Dios.
Queridos hermanos y hermanas: todos los muros caen. Todos. No nos dejemos engañar. Como han dicho ustedes: «Sigamos trabajando para construir puentes entre los pueblos, puentes que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación».

Meditar con san Josemaría

711

Otra caída… y ¡qué caída!… ¿Desesperarte?… No: humillarte y acudir, por María, tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. —Un «miserere» y ¡arriba ese corazón! —A comenzar de nuevo.  CAMINO

309

¡Mira qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios! —Porque en los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona.

¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!  CAMINO

630

Querría —ayúdame con tu oración— que, en la Iglesia Santa, todos nos sintiéramos miembros de un solo cuerpo, como nos pide el Apóstol; y que viviéramos a fondo, sin indiferencias, las alegrías, las tribulaciones, la expansión de nuestra Madre, una, santa, católica, apostólica, romana.

Querría que viviésemos la identidad de unos con otros, y de todos con Cristo.  FORJA

625

Cuando las santas mujeres llegaron al sepulcro, repararon en que la piedra estaba apartada.

¡Esto pasa siempre!: cuando nos decidimos a hacer lo que debemos, las dificultades se superan fácilmente. FORJA

831

Eres, entre los tuyos —alma de apóstol—, la piedra caída en el lago. —Produce, con tu ejemplo y tu palabra un primer círculo… y éste, otro… y otro, y otro… Cada vez más ancho.

¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión? CAMINO

623

Dios no se deja ganar en generosidad, y —¡tenlo por bien cierto!— concede la fidelidad a quien se le rinde.  FORJA.

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