El 11 de febrero de 1858, una humilde jovencita salió junto a su hermana y una amiga a recoger leña. De delicada salud, caminaba más lento que sus compañeras cuando sintió una suave brisa que agitaba los árboles. Bernadette estaba a la orilla del río Gave cuando al levantar la vista se encontró con una Señora de manto y vestido blanco con un cinturón de tela celeste.
Lourdes, una exaltación a la pobreza y a la humildad
Bernadette era una jovencita nacida en una familia sencilla. La Virgen la busca en medio de sus ocupaciones ordinarias – buscando leña para los suyos- que no tienen otro fin que servir a lo que ella amaba. ¡Leña!. Para encender el fuego que serviría para cocinar, calentarse porque estaban en invierno, para lavar…
Si la Virgen se decidiera a buscarte ¿en qué actividad te encontraría? ¿has pensado en qué gastas tu vida, tu tiempo, tus desvelos?
Una vez más, la Madre de Dios nos muestra su predilección por los pobres de espíritu. Son ellos quienes tienen el corazón preparado para la vida sobrenatural, por eso La Virgen de Lourdes, al igual que los hizo con Bernadette varias veces, nos mira en silencio como interrogando nuestra disposición interior.
¿En qué estamos? ¿Qué nos mueve? ¿Cuál es tu intención a la hora de actuar?
Sabiduría de los Hijos de Dios
Durante las primeras apariciones, La Virgen de Lourdes no habla. Solo mira a Bernadette con benignidad. Desde el primer momento esta niña, un poco asustada al principio, saca el rosario que guardaba en el bolsillo de su delantal. La Virgen no tiene que enseñarle a rezar, rezan juntas desde el principio. Recemos para que nuestros aprendizajes intelectuales caminen de la mano con el aprendizaje de la piedad, de la doctrina.
Bernadette quizás era ignorante a los ojos del mundo, pero supo comprender al instante delante de quien estaba. ¡Pasa tantas veces que se nos olvida que estamos delante de Dios, siempre y en toda circunstancia!
San Josemaría nos animaba a tener industrias humanas, que no eran otra cosa que llamados de atención para invitar a la imaginación a irse al cielo en medio de nuestras tareas ordinarias.
El mensaje de la Virgen de Lourdes.
La Virgen María le dice a Bernadette Soubiruos en Lourdes, que ella es la Inmaculada Concepción. Con estas palabras el Cielo agradece la declaración del Dogma de la Inmaculada Concepción que consiste en que la Virgen María nació sin el pecado original.
También la santísima Virgen le explica la importancia de la cruz y la penitencia. Le dice que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ellos sea preciso aceptar el sufrimiento.
En Lourdes la Virgen suplica penitencia por los pecadores, oración por los enfermos y cambiar de vida abandonando el pecado.
María pregunta a esta joven campesina si desea acudir a verla después de esta primera aparición, María te pregunta si deseas acudir a su presencia. Pregunta, siempre pregunta. No exige, no impone…pregunta… y sigue preguntando
¿Quieres venir a mí para vivir según lo que suplico?
Oración, penitencia y rechazo al pecado.
Seguro que pensando en esta aparición puedes pensar en una idea para responder a esta invitación que te hace la Virgen.